Sonidos de América Latina - VOL 36 - SPINETTA "Kamikaze" (1982)


No hace falta decir que Spinetta es un clásico, una leyenda. Y como tal, así la tratan en Argentina y por tanto, es fácil encontrar reseñas sobre su vida y discografía.
Pero estoy sorprendido por las dos entradas tan completas que he encontrado.

El autor de esta entrada en wikipedia se merece todo mi agradecimiento pues es un repaso al disco maravilloso e incluso he eliminado un par de apartados más políticos que musicales.


Y luego está el reportaje sobre este disco que hizo German Torre lacoleccionc10.blogspot.com.es

No me he podido reprimir a añadirlos a mi humilde entrada para recordar esta obra de arte.

No esperen bailar, ni rock argentino. Aqui hay recogimiento, sonido acústico, tristeza, rebeldía, preocupación, sentimientos... corría el año 1982 y Argentina estaba en una situación complicada (Guerra de las Malvinas)

Es un disco de los que hay que tener guardado para ponertelo en alguna situación en que tu estado emocional lo requiera y en ese momento todo hará click en tu cabeza.

Grande Kamikaze, inmortal Spinetta.


Kamikaze es el cuarto álbum de estudio y 15.º con participación decisiva del músico argentino Luis Alberto Spinetta. Grabado entre febrero y marzo, fue lanzado en abril de 1982, coincidiendo con la ocupación militar de las Islas Malvinas realizada el 2 de abril, que llevó a la Guerra de las Malvinas.
De fuerte carácter acústico, el disco reúne temas de diversas épocas, incluyendo "Barro tal vez", una de las primeras canciones de Spinetta, compuesta cuando aún era un adolescente. Su título, Kamikaze, así como la canción de igual nombre y los temas "Águila de trueno" I y II, están referidos al sacrificio y la valoración existencial de esa conducta humana, que en el marco de la Guerra de Malvinas resignificó completamente su contenido.1​ Spinetta se inspiró en el libro Los kamikazes de Fernando Castro.2
El álbum ha sido incluido en la posición #23 entre los 100 mejores álbumes del rock argentino por la revista Rolling Stone.3​ "Barro tal vez" ha sido incluida entre las 10 mejores canciones de Spinetta,4​ y fue elegida por Mercedes Sosa para cantarla junto al músico en su último álbum, Cantora. Las canciones "Almendra" y "Quedándote o yéndote" fueron compuestas conjuntamente con su amigo el fotógrafo Eduardo Martí.
En el mega recital Spinetta y las Bandas Eternas organizado por Luis Alberto Spinetta en 2009 para celebrar sus 40 años en la música, Spinetta interpretó un tema del álbum, "Ella también", junto a Diego Rapoport. En los ensayos para dicho recital, también existió la posibilidad de interpretar la canción "Quedándote o yéndote", aunque finalmente se descartó.
El disco se empezó a grabar en febrero de 1982 en Estudios Del Cielito y fue lanzado en abril del mismo año, con una edición muy pequeña organizada por la discográfica independiente de la revista Mordisco, con mínimo apoyo técnico. Por esa razón el disco fue escasamente conocido a pesar de su reconocida calidad extraordinaria.5​ Fue presentado en Obras el 14 y 15 de agosto, aunque durante su actuación en el Festival de la Solidaridad Latinoamericana, durante la guerra, interpretó dos canciones del álbum: "Barro tal vez" y "Ella también". En 1995, la discográfica BMG, en alianza con la discográfica Mordisco, editaron Kamikaze en formato de CD.


Con un sonido predominántemente acústico e intimista, el disco reúne temas de diversas épocas, incluyendo "Barro tal vez", una de las primeras canciones de Spinetta, cuando aún era un adolescente.
... canciones que por esto o aquello quedaron fuera de álbumes de diversos proyectos musicales que fueron desde 1965 a 1978 y ahora se van... Por suerte han escapado también de las reediciones baratas, tan en boga últimamente, que sólo utilizan vieja producción a muy bajo costo y muy poco interés por ofrecer una buena selección y buenas tapas, etcétera.
Luis Alberto Spinetta (sobre interior del álbum Kamikaze)
Su título, Kamikaze, así como la canción de igual nombre y los temas "Águila de trueno" I y II, están referidos al sacrificio y la valoración existencial de esa conducta humana, que en el marco de la Guerra de Malvinas resignificó completamente su contenido.1​ Spinetta se inspiró en el libro Los kamikazes de Fernando Castro.2
A través del concepto de «kamikaze», Spinetta aborda un significado multidimensional, desde el papel de la pasión en la vida hasta el sacrificio, pasando por el acto de morir por una causa, la resistencia del artista a las imposiciones y tentaciones comerciales y del público, como al riesgo que implica la creación. En el manifiesto que el propio Spinetta escribe en el sobre del disco, trata de sintetizar esta visión con una pregunta:
¿Lamentablemente no hay más Kamikazes de la vida creativa?
Luis Alberto Spinetta (sobre interno del álbum Kamikaze)
A raíz de esa pregunta, Juan Carlos Diez, en su libro Martropía: conversaciones con Spinetta, de 2006, registra la siguiente conversación sobre el álbum, en la que Spinetta se reconoce a sí mismo como un kamikaze:
JCD: En el texto que escribiste para tu álbum "Kamikaze", de 1982, te preguntás si ya no hay más kamikazes de la vida creativa.
Spinetta: Si. El término "kamikaze" está utilizado para gente que se juegue por lo creativo. Es una pregunta que hice y creo que hay ese tipo de kamikazes, aunque me da la sensación de que cada vez menos. Ahora lo más estándar y lo más seguro es lo que pega con la gente. Y, en general, a través de esas ideas no se provocan hechos artísticos. No es que los guíe una intención mala, sino que simplemente no hay ningún resultado musicalmente bueno.
JCD: ¿Vos te considerás un kamikaze?
Spinetta: La del kamikaze creativo es una visión romántica. Aunque un disco como "Kamikaze" es un disco bastante kamikaze, por los temas que tiene. Pero eso fue antes y después de aquel disco. En última instancia, siempre fui un kamikaze creativo, pero por tomar decisiones en ciertas y determinadas cosas. Por lo tanto, simplemente me limito a seguir ese curso de acción. No me detuve a pensar en otras formas más allá de mi deseo artístico. Y si eso me hace ser medio kamikaze, bueno, debe ser así, pero no es que me lo proponga sino que sigo de cerca los acontecimientos. No podría cambiar esas cosas de mi vida.8
En otro reportaje, Spinetta vuelve a profundizar sobre el sentido de Kamikaze:
Periodista: ¿El kamikaze es el que se la juega solo por la suya?
Spinetta: Y se juega por la pasión de lo suyo. Muere por esa pasión: el rockero con su viola y el médico con su bisturí. No quiero no sentir pasión por lo que estoy haciendo, o hacerlo por un simple y determinado compromiso con la gente. Ese es el gran error. Acá, en la guerra de las Malvinas, sé de posta que hubo kamikazes. Pero dejá de lado el plano bélico y ponelo como energía de polenta, aplicalo a la creación, a luchar contra la mediocridad y contra la destrucción del mundo.9
Definiendo el disco, el crítico de cine José Miccio ha dicho de Kamikaze:
Del despojamiento del cuerpo, de la suspensión del pensamiento, de la ascesis artística, del abandono de lo inesencial; de esas cosas, y de la calma, trata este disco.
José Miccio10
El disco tiene un sonido acústico, íntimo y minimalista. Los temas son interpretados por Spinetta con una guitarra acústica Ovation clásica (dúo de Ovation en "Almendra" con Eduardo Martí), acompañado por el piano o los teclados de Diego Rapoport, sin bajo ni batería, y una mínima percusión, a cargo de David Lebón. Humorísticamente, Spinetta hace figurar al Dr. Rythm, una de las primeras marcas de máquinas productoras de ritmos, como intérprete en los temas "Águila de trueno Parte II" y "Y tu amor es una vieja medalla". El sonido acústico decidido por Spinetta para el álbum, le da unidad y coherencia musical e ideológica, a la vez que hizo de Kamikaze, un verdadero "kamikaze creativo", en un momento que la música rock argentina emprendía caminos con uso intensivo de instrumentos eléctricos y electrónicos, desde los primeros grupos metaleros como Riff y V8, hasta los nuevos sonidos tecno-pop que estaban desarrollando bandas nuevas como Los EncargadosVirus y Soda Stereo, mientras Charly García iniciaba su carrera solista con un sonido apoyado en sintetizadores y baterías electrónicas.11
El álbum ha sido incluido en la posición #23 entre los 100 mejores álbumes del rock argentino por la revista Rolling Stone.3​ "Barro tal vez" ha sido incluida entre las 10 mejores canciones de Spinetta,4​ y fue elegida por Mercedes Sosa para cantarla junto al músico en su último álbum, Cantora.
En el mega recital Spinetta y las Bandas Eternas organizado por Luis Alberto Spinetta en 2009 para celebrar sus 40 años en la música, Spinetta interpretó un tema del álbum, "Ella también", junto a diego rapoport.

Los temas[editar]

El álbum abre con el tema "Kamikaze" que le da nombre, una canción que comienza con dos pares de acordes disonantes sucesivos que se corresponden con las cuatro primeras sílabas («ca-yó por-fin»), la novena mayor-fa novena mayor y sol novena mayor-mi novena mayor, que la individualizan de inmediato. Está inspirada en los kamikazes japoneses, principalmente a través del libro Los kamikazes: historia de los pilotos suicidas japoneses en la Segunda Guerra Mundial, de Fernando Castro, publicado en 1971.2​ Gabriel Senanes cuenta que Spinetta le trajo el libro para mostrarle lo que decía y cómo Estados Unidos degradó la motivación cultural y existencial del acto suicida de los kamikazes, para tirar la bomba atómica y destruir completamente las ciudades de Hiroshima y Nagasaki.112​ El camino que emprende Spinetta va en sentido contrario de esa actitud de desprecio occidental hacia las manifestaciones de otras culturas, y busca ahondar en la complejidad de la diferencia:
Tengo un libro que es impresionante y explica como surge el guerrero kamikaze, cuales son las formas religiosas que lo inspiran. No es ninguna boludez. Los tipos se ganaban el premio de ser dios en la Tierra, atención. Y así lo creían. A aquellos que ofrecían su vida por la patria, el emperador les dispensaba el título de dioses. Para una tradición totalmente distinta a esa y tomándolo como una cosa que sucedió hace treinta años, es algo que merece respeto de por si, aunque yo no estoy de acuerdo con la muerte de los kamikazes. La letra lo dice, "morir así es en vano". Es decir para la gracia de un universo superior al de los hombres, el kamikaze es nada más que un suicida y como suicida no merece lugar en el reino de los cielos. Pero ojo, que el kamikaze es un noble que se permite a sí mismo la muerte, y de una manera terrible.
Luis Alberto Spinetta612
Esa nobleza del acto kamikaze es la que Spinetta expresa ya en la primera estrofa del tema:
Cayó por fin
el noble kamikaze...
Spinetta busca en la canción, y de algún modo en el álbum, criticar la decisión de morir por una causa, "pero sin buscar la manera de hacerlas parecer como deshonrosas":6
Y acá viene una frase final en la que me basé: «He aquí la última entrevista a otro expiloto del cuerpo especial de ataque kamikaze: Mi avión estab preparado junto a los otros cuatro compañeros, entonces llegó el comandante de la base para advertirnos que la voz del Emperador acababa de comunicar el cese de hostilidades. Nos comunicó la noticia llorando. Ahora bien, usted pensará que nos sentimos felices de saber que escapábamos de la muerte a último momento. Hoy estoy feliz, por supuesto, pero entonces mis compañeros y yo nos miramos consternados».

Este libro trae unas historias que te volvés loco. Son hermosísimas. Mi posición ante todo, es de respeto por ese apasionamiento.
Luis Alberto Spinetta6
El segundo tema del álbum es "Ella también". Se trata de una bella balada acústica, de sonido y lírica intimista, acompañada solo por la guitarra acústica de Spinetta y el piano de Rapoport. Era uno de los temas de la frustrada ópera rock Señor de las latas, compuesta por Spinetta en 1970 para ser interpretada por Almendra, que finalmente no pudo ser presentada en público, debido a las dificultades internas de la banda que llevaron a su separación.
El psicólogo y escritor uruguayo Agustín Acevedo Kanopa ha escrito sobre esta canción que define como "su tema favorito del Flaco en toda su larga discografía":
La letra me parece excelente, mucho más allá de los juegos de palabras tan interesantes que suele presentar el flaco. Sin quedarme meramente en las imágenes (que me resultan, de hecho, hermosas), tengo una cierta interpretación de la canción. Yo la siento como la idea de un amor idealizado que trasciende la metáfora misma. Es como un amor tan intenso que hace perder el “como si” del lenguaje (para los que estudian psicología, sí, estoy afanando abierta y arbitrariamente a Lacan y a Psicopatología clínica). No se necesita un conector comparativo, la musa sencillamente vive y toma del mundo lo que necesita, siendo tan amada que ni siquiera tiene que hacer pacto con la materialidad de las cosas. Quizás esta es una reflexión más basada en la forma del mismo texto que en el contenido, pero es lo que más me interesó destacar. Habla sobre una persona a la que se ama tanto que el mundo se desdibuja, quedando completamente a merced de la omnipotencia de sus caprichos (“ella también se cansó de este sol/ viene a mojarse los pies a la luna”). No es necesario un lago, ni siquiera un charco en el que se refleje nuestro satélite, ella sencillamente se saltea todos los puentes y las comparaciones, para sencillamente irse a mojarse los pies a la luna. “Yo me recuesto y ella en el final viene a dormirme movida de estrellas”: no interesa realizar mayores disecciones, me quedo con la forma y con las imágenes, siento que se contrasta el “dormir” con “mover”, ella es como el mismo firmamento viviente, que permanece presente en la fantasía, aún en el momento en que el protagonista decide dormirse, como intentando infructuosamente abandonar ese mundo.
Agustín Acevedo Kanopa13
El tema fue el cierre de un recital gratuito de Pedro Aznar en la Costanera Sur, dos días después de la muerte de Spinetta, en su homenaje. Durante el tema, al minuto 24 segundos, en el momento que Aznar canta «sube a las hojas y cae hasta el mar», cayó una estrella fugaz detrás del escenario que hizo que el público se expresara masivamente mientras Aznar ve el fenómeno y sacude la cabeza, dando lugar a un aplauso general. El acontecimiento quedó registrado en los videos tomados ese día.141516​ El programa La Viola destacaba el fenómeno resaltando la coincidencia entre la canción, su muerte y el fenómeno celestial:
Casualidad o no, la canción de Spinetta termina con la frase: «Yo me recuesto y ella en el final viene a dormirme movida de estrella». Hasta el cielo recordó al gran Luis Alberto Spinetta.17
El tercer tema es "Águila de trueno Parte I", seguido de "Águila de trueno Parte II". Ambos temas están dedicados al líder quechua Túpac Amaru II (Gabriel Condorcanqui), que en el siglo XVIII lideró un levantamiento indígena contra el Imperio Español, en el territorio del antiguo Imperio Incaico con sede en Cuzco, para recuperar la independencia. Derrotado, tanto Túpac Amaru, como su esposa Micaela Bastidas y su hijo Hipólito, fueron torturados y mutilados en vida hasta morir.181920​ Ambas canciones fueron compuestas en 1978 y estuvieron en la lista de temas para organizar el álbum A 18' del sol, quedando finalmente fuera de la edición final.21​ Los dos temas se relacionan con la idea central del álbum, referida al sacrificio.21
Este es un mundo de monedas y cospeles. Y si no que den la cara los que pretendieron sólo el "oro superficial" que pudiese esconder el alma de un hombre ultrajado como el cacique Tupac Amarú.
Luis Alberto Spinetta (sobre interior del álbum Kamikaze).
"Águila de trueño Parte I" tiene una tonalidad musical andina. La letra tiene dos partes: en la primera es el propio Túpac Amaru que habla en primera persona, mientras es descuartizado por los españoles, invocando al «águila de trueno» para que vaya a consolarlo; y en la segunda, un narrador colectivo pide que suenen los tambores y las campanas para «pedirle a Gabriel que se junte con su cuerpo, que junte su pobre cuerpo, que responda por nosotros».
"Águila de trueno Parte II" tiene una melodía que abandona los rasgos andinos de la primera parte y adopta un tono íntimo. Ahora es Spinetta el que habla con Túpac Amaru, mientras lo torturan: «te diré que te sentí llorar».
El desmembramiento del Inca se describe dolorosamente, pero a Spinetta parece importarle otra cosa: su constitución en líder espiritual de su pueblo: “Este cuero ya se agota / pero no mi fe”. La canción no dirige su atención solo a lo que le hacen a Tupac Amaru sino también, y sobre todo, a lo que Tupac Amaru puede hacer ahora que la historia ha pasado sobre él: juntar su cuerpo y, principalmente, responder por los suyos.
José Miccio10
El quinto tema es "Almendra", "delicioso" tema instrumental en el que Spinetta y Eduardo Martí, fotógrafo, amigo y director de muchos de sus videos, interpretan en dúo de guitarras Ovation una composición que realizaron juntos y que evoca a la histórica banda Almendra, en la que se inició la historia grande de Spinetta.
El sexto tema es "Barro tal vez" una notable zamba con aire de rock que Spinetta había compuesto a los quince años, en la que el músico expresa el significado existencial de componer y cantar sus canciones, hasta el punto de fusionarse con la música y volverse canción, "barro tal vez". Durante toda la canción se escucha un fondo de grillos, perfectamente audibles al inicio, debido a que el tema fue grabado en el jardín de noche.5​ Spinetta hace una referencia a esto en uno de los textos del sobre interior del disco, donde dice "los grillos y las ranas en múltiples estéreos para la zamba final".
El músico Mex Urtizberea ha dicho de esta canción:
El tema de Spinetta para mí es “Barro tal vez”. Me impresionó mucho desde siempre: lo compuso muy joven, tengo entendido que a los 14 años. No entendía bien cómo alguien a esa edad podía escribir algo así... En realidad, lo fui a ver bastante a Spinetta en general. “Barro tal vez” me volvía loco. La primera vez que la escuché fue en el auditorio de la Universidad de Belgrano, en la calle Federico Lacroze. Debe haber sido en el ’79, ’80, por ahí. Había shows. Y él fue a tocar un par de veces, solo con la guitarra. Fui a verlo las dos veces y “Barro tal vez” me partió la cabeza las dos veces... Era muy raro que escriba algo así. Y divino a la vez. Me mató, no lo podía creer. Como no se había editado todavía, seguía manteniéndola en mi cabeza, porque me había encantado, tocándola o sacando los acordes. La canción parece simple, pero es muy profunda. Todo lo que le va pasando con la música y con lo que tiene para decir. Es una canción muy genuina de su obra: esas melodías divinas y esas letras de un vuelo poético que te tiene que gustar, porque es muy particular.
Mex Urtizberea22
El séptimo tema, primero del lado B en el disco original, es "¡Ah, basta de pensar!", una canción que interpreta solo con su guitarra y que data de la época de Artaud. El filósofo Alejandro Rozitchner ha dicho sobre este tema:
«Ah, basta de pensar» es el título de una canción de Spinetta, mientras que en otra, «Umbral», dice «estás perdiendo el tiempo, pensando, pensando ... » Según esta consideración todo lo bueno es espontáneo. La transformación expresiva que el rock propone parece empezar justo allí donde termina la conciencia, «esa abuela que regula al mundo»... Al mismo tiempo que el rock realiza esta denuncia del pensamiento, sin embargo, se entrega a él de muchas maneras distintas. Spinetta, que nos sirvió como ejemplo en el primer caso, vuelve a servirnos de ejemplo en el segundo. Nadie más pensador que él en sus reportajes, en su mirada del mundo, nadie más entrelazador de su obra con experiencias de interpretación del mundo.
Alejandro Rozitchner23
El octavo tema es "La aventura de la abeja reina". Se trata de un relato, de un cuento, con formato de fábula. Una abeja ingresa a una caverna, un mundo de "silencio total" («oh mi Dios!, pero esto es el infierno!») en el que una voz deformada le dice que jamás podrá escapar. Pero la abeja rompe los acertijos y escapa. «En ese instante comprendí que explicar esto a alguien sería inútil». Es un tema destacado del cancionero spinetteano que suele ser mencionado por sus admiradores.2425
El noveno tema es "Y tu amor es una vieja medalla". El eje del tema es el amor, emoción central en la vida y la obra de Spinetta, que en este caso se presenta como algo que fue valioso y debe ser recuperado.26
El décimo es "Quedándote o yéndote", compuesto con Eduardo Martí, destacado también en su cancionero, con una melodía muy dulce y una letra existencial sobre la vida que sigue su curso, «quedándote o yéndote». Hay una versión muy emotiva grabada después de la muerte de Spinetta, cantada por su hija Vera, acompañada al piano por Fer Isella, que integra el documental Argentina, 200 años de música. El músico Guillermo Vadalá la eligió como su canción favorita:
“Quedándote o yéndote” tiene una letra genial, inspirada, que habla sobre la vida y la naturaleza. Es una de esas letras que te llega, y la música es súper dulce. Un punto muy alto en la inspiración de Luis, un tema que es piano y voz nada más, lo que logra un efecto muy intimista.
Guillermo Vadalá27
"Casas marcadas" es el último tema del álbum y el más largo del álbum con 5:11. Otro bello tema lento, con expresiones líricas de impacto: «deja que la luz te brille, que brille toda tu vida». El tema y el álbum terminan con ruidos electrónicos que tapan el canto y la música, y medios de comunicación mal sintonizados, marcando el contraste con un álbum acústico y bucólico.

Texto de Spinetta en el álbum[editar]

En el sobre interno del álbum original del disco de vinilo, Spinetta incluyó dos textos propios. El primero está referido al significado del álbum y el segundo a sus vivencias mientras era realizado.28

Lista de temas[editar]

  1. Kamikaze - 3' 15
  2. Ella también - 4' 06
  3. Águila de trueno Parte I - 2' 58
  4. Águila de trueno Parte II - 1' 23
  5. Almendra (Instrumental) (Spinetta - Martí) - 2' 43
  6. Barro tal vez - 3' 22
  7. ¡Ah, basta de pensar! - 2' 45
  8. La aventura de la abeja reina - 4' 57
  9. Y tu amor es una vieja medalla - 2' 48
  10. Quedándote o yéndote (Spinetta - Martí) - 3' 32
  11. Casas marcadas - 5' 11
Todos los temas fueron compuestos y producidos por Luis Alberto Spinetta, excepto indicación.

Músicos[editar]

Ficha técnica[editar]

  • Ingeniero de Sonido: Gustavo Gauvry y Amilcar Gilabert.
  • Mezclado: Gustavo Gauvry.
  • Productor Ejecutivo: Alberto Ohanian.
  • Equipamiento: Juan Carlos Camacho.

"kamikaze"


Y como ya he dicho, cuando te encuentras aportaciones como esta, pues solo queda quitarse el sombrero, citar la fuente y copiar y pegar. enhorabuena por este trabajo a GERMAN TORRE, que se publicó en http://lacoleccionc10.blogspot.com.es


Kamikaze fue editado en Abril de 1982. Es el 4to disco solista de Luís Alberto Spinetta (sin contar Artaud, que a pesar de todo, es oficiálmente de Pescado Rabioso).
Está situado entre "Los niños que escriben en el cielo"(1982) de Spinetta Jade y "Bajo Belgrano"(1983) también de Spinetta Jade.
El disco, considerado por muchos como "un segundo Artaud", recopila de forma acústica varias canciones de distintas épocas que Spinetta no había publicado hasta entonces, pero que había tocado muchas veces en distintos shows.


LADO 1:

1-Kamikaze
2-Ella también
3-Aguila de trueno - Parte I
4-Aguila de trueno - Parte II
5-Barro tal vez

LADO 2:

1-¡Ah!... basta de pensar
2-La aventura de la abeja reina
3-Y tu amor es una vieja medalla
4-Quedándote o yéndote
5-Casas marcadas

Curiosidades:


-En una de las presentaciones que dió Spinetta de Kamikaze, se balanceó y cayó de la silla. Esto lo puso muy mal y luego de dos canciones canceló el show.
-La canción Kamikaze y el concepto del disco en general, fue tomado de un libro que Luís leyó sobre los guerreros Kamikazes japoneses.
-Este disco fue reeditado en formato cd en 1995 por la compañía discográfica Mordisco. Esta versión es practicamente inconseguible.

Cubierta:


Completamente púrpura (excepto el título del disco y nombre del autor, en este caso gris) con diferentes tonalidades que forman desde la mitad para abajo, la mitad de una cara, presumiblemente Spinetta o la figura del Kamikaze.
En la parte superior, a la derecha, el nombre del autor: Luís Alberto Spinetta
y debajo del nombre: KAMIKAZE. Todo esto levemente inclinado en el sentido de las agujas del reloj.


Casi sin textos. En la parte superior, una franja horizontal color salmón, luego un par de líneas en colores, negro, salmón, violeta y luego, en tonalidades de azul y violeta, como totalidad de la tapa, la imagen de una guitarra eléctrica. Debajo de la imagen, en el fondo de la cubierta, otra franja de azul más oscuro parece enmarcar un poco la imagen. A la izquierda, abajo el nombre del sello: RATON FINTA y su respectivo loco. Un poco más abajo, pequeño y en negro: Impreso y Confeccionado por ALFA S.R.L.


De papel. De un lado se divide, a la izquierda presenta un escrito de Luís Alberto Spinetta, coronado con su firma. A la derecha, la lista de temas, los datos técnicos, una explicación del disco por Luís Alberto Spinetta y los agradecimientos. Puede leerse:

En la verdadera tolva en la que el continuo nos somete existen infinidad de premisas cuyos caracteres no nos sustraen del hecho inconfesable de estar todos desamparados ante la radiación.
Obviemos que ésta pueda ser por ahora polución, o contrariamente partida hacia el sol, radiación ésta de la verdad, siempre en el otro polo. Así es que esa elección de premisas trae consigo la aparición del ser.
Ya no creo en ser "artista" y estar siendo aplaudido por "público" como algo distinguible y de lo cual surgen los roles. Tanto menos creo en el rol del público. Y tanto menos que nada en los condicionamientos.
Es por eso que el cambio llega, tarde o temprano, y el "artista" deja de pedirse a sí mismo una oferta para seducir al "público". En todo caso este ser está siendo plenamente, arriba o afuera, o bien en la trama de un amplificador.
Afuera o adentro ya no importa. No existen para un verdadero creador de la luz. Sólo la luz y cada uno en su hollejo vibrando con la vida.
Tampoco creo en la hipocresía de que lo que hacemos está dirigido por una fe ecológica o una supuesta fuerza de choque contra la rigidez del mundo. Simplemente la decisión de ser produce una obra buena o mala, imponente o insignificante, a través de un destino si incorruptible, en la total desavenida de roles y compromisos que ante todo no forman parte del ser. Podrán formar parte del antiguo artista testarudo provocándose la exasperación de la genialidad. Pero no forman parte del ser expuesto a la radiación en la toma de decisión de abandonar el proyecto de encantar, para encantarse con el proyecto de vivir. Y aquí sí que tienen que ver las premisas adoptadas y la forma de asociarse a cada destino.
No se puede estar ya en el polo polución. El ser debe decidir en su misma fuerza la obra de cada micrón de la vida, bajo la radiación del verdadero Universo. De allí veremos que surge la escaramuza del más intrincado, la parábola del arlequín, la musa del que la puede oír, y hasta... el mugido de la vaca.
Esta es una de las difíciles ideas de exponer, luego de todo, un álbum como este para alguien.
Cuando hay canciones que forman parte de una vida y que el solo hecho de imprimirlas implica perderlas, inanimarlas, estalacticarlas sorpresivamente en el juego de la audición y la degustación (para muchos léase disgustación). Yo sé que las he oído desde el principio de su esqueleto y quizás no debí aprehenderlas.
Ahora mi decisión no cambiará. Pero en la calcinación de mis días noto que ya no me interesan. Tan sólo son esquirlas de mi explosión, bosquejos de una ruta quebrada, sólo palabras que tuvieron que estar así, a priori de quien las atrayese para esta confinación.
Jamás dudaré de ellas, pero sólo sé que todas, en algún momento, se encontraron ante la ambigüedad de mi oído y mi olfato. Me exalté pretendiendo vanamente que penetraran en esto de la manera más pura, pero mis torvas creencias las condujeron increíblemente hacia aquí y luego, en el avatar de los roles, un día propusieron algo a quienes las escuchábamos.
Pero después quedaron siempre ahí, expuestas con todos nosotros a la radiación. Tal es su destino, el nuestro, el de tenerlas acaso compiladas así en una edición a la venta (?).
Aún así, esta motivación ulterior no desvanece mis canciones y sé que las van a tener de mí, como yo mismo las tengo. Ninguna canción nueva o no compuesta esconde por detrás de sí a un mago mistificado, escabullido en el tremendo expropiar de la creación actual. Sólo la vida, desfigurándonos para que provoquemos quizás algún milagro que trascienda por encima de la música y la poesía, el éxito o el fracaso.
Este es un mundo de monedas y cospeles. Y si no que den la cara los que pretendieron sólo el "oro superficial" que pudiese esconder el alma de un hombre ultrajado como el cacique Tupac Amarú.
Esto es cruel, lo sé, pero ilustra lo tonto que somos al creérnosla en la parafernalia de lo que vendemos, compramos o robamos, cuando la verdadera riqueza difícilmente se alcanza. Es menester hoy más que nunca, buscar esta riqueza y tener esto como premisa inherente al destino creativo, para no caer en la destrucción de lo más valioso.
¿Es muy importante vender discos para que un "artista" sea? : es muy importante que alcancemos felicidad en el sentido de habernos desprendido definitivamente del standard inventivo para poder dejar paso a nuestras vidas, a nuestras decisiones de ser y a nuestra propuesta por encima del vano hecho del genio, ya que hay algo muy superior que espera ser percibido.
Vivimos calificando entre los rubros de nuestra ignorancia. Es por eso que admiro profundamente la decisión de aquellos jóvenes Kamikazes, al margen de la abominación de la guerra. Su proporción de sensibilidad es dramáticamente más profunda que la de haber permanecido escuchando estas canciones esperando ser papá y mamá.
¿Lamentablemente no hay más Kamikazes de la vida creativa?
Muchos han sido enrolados en la necesidad de crear una oferta para ser consumida. Poco ha quedado del verdadero proyecto de ser en este sinnúmero de cualidades entre las que nos movemos. Y encima sé que muchos nos advierten acerca de la direccionalidad de escapar del desafío de vivir, pensando que todo se resuelve con un poco de rock and roll.
No creo particularmente, que la vida nos despierte una, digamos, tercera vez, para reaccionar contra lo que nos obstruye desde siempre. Todos debemos ahondar en ese ser que amamos confiadamente, único entre aquellos que mantenemos obsecuentemente dentro nuestro.
No es cuestión de manijear la estupidez de creerse el dueño de la magia. Por eso ya no importa si mi música suena así o de otra manera, sino que busco algo que está por encima de lo que pretendemos que sea Spinetta o como se llame.
Afortunadamente siento dentro mío la intención de desafiar una vez más al falso interlocutor de nuestra música y todo aquello que nos ha inspirado durante estos años.
Saquémosle de aquí y quedémonos en la desnudez del destino. Sólo así es que somos una canción.
A veces parece que la vida fuese: "Bueno, me sucede esto porque por otro lado no he tenido acceso a aquello", y uno trata de vivir apelando al equilibrio. Incluso la música misma luce como una constante trama de modelar una sustancia capaz de no equivocarse.
¿Pero con respecto a qué patrón?
Y la directriz emocional del oído colectivo, entonces: ¿puede asimilar lo positivo de nuevas formas de comunicación? ¿O sigue en el eterno oscilar en el que ya se empieza apercibir cierto aburrimiento? Gracias a muchos "talentos" no ordinarios hemos computado a nuestro favor enormes cantidades de información que hablan de una vida nueva de las células, en un sentido tan amplio que resultaría arduo explayarme. Pero siempre el consumismo condicional ha remitido a los exploradores de nuestro verdadero ser a atender de acuerdo a otro oído colectivo más diligente, menos interesante, más sometido al resoplar habitual de las cosas menos importantes de la vida.
Y al final...cuando algo nos oprime en serio, sabemos que la salida apunta siempre hacia las verdades más ligadas con lo desconocido, a las súbitas nociones de que deberíamos haber sentido desde siempre que somos sólo luz y sonido.
Luis Alberto Spinetta

A la derecha:

LADO 1
1. Kamikaze - 3:12
2. Ella también - 4:05
3. Aguila de trueno - Parte I - 2:57
4. Aguila de trueno - Parte II - 1:22
5. Almendra - 2:40
6. Barro tal vez - 3:18

LADO 2
1. ¡Ah!... basta de pensar - 2:40
2. La aventura de la abeja reina - 4:51
3. Y tu amor es una vieja medalla - 2:43
4. Quedándote o yéndote - 3:28
5. Casas marcadas - 5:48

Todos los temas pertenecen a Luís Alberto Spinetta exceptuando Almendra y Quedándote o yéndote, que fueron compuestos conjuntamente con Eduardo Marti. Diego Rapoport aparece cortésmente, lo mismo que David Lebon y el Turquito Martí.
Sonido y mezcla: Gustavo Gauvry. Técnico responsable: Amilcar Gilavert. Arreglos y realización: Luís Alberto Spinetta. Diseño: Sergio Pérez Fernández. Idea gráfica: Familia Spinetta. Fotos de tapa y contratapa: Patricia Spinetta. Diseño de etiqueta. Hernán Roibón. Productor y ejecutivo: Alberto Ohanian. Producido por Luís Alberto Spinetta para Ohanian Producciones. Grabado y mezclado en Estudios Del Cielito, Febrero y marzo de 1982.
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Este disco se empezó a grabar en febrero de 1982 en Estudios Del Cielito. Tras una breve reunión con Alberto Ohanian, productor ejecutivo, Amilcar Gilavert, responsable técnico, y Gus Gauvry, quien finalmente fue el técnico casi permanente y quien, a la sazón realizón la mezcla, me decidí a imprimir en la cinta estas canciones. Así surgió la primera toma y luego otras y otras. Unas buenas, otras tipo baldazo de portland. Algo aquí, luego una cosa atrás de la otra y por fin Kamikaze está aquí.
Alternativamente todos los temas fueron plasmados de esta manera: Bola de delay, aguardiente de Caroya, Danielirto y Juan Carlos Camacho, los zabecones de turno,. Ohanian que no te lo puedo describir, pileta de natación, Rapoport con su cámara que se la lleva a dormir, David Lebon, Eduardo Martí, asado, café, tenis, canciones, sueños.
Y por allá se ve la siluete de Fraga, en la niebla, dispuesto a cambiar el curso de los aconteciientos alicate en mano.
O bien Machi, dorso de conocimientos, siempre presente aunque no esté. Imágenes de un ratón internacional, marcado de empedrado y yeso.
Huella, huerta.
Hueso primal , desbordado bajorrelieve de la plenitud infrarroja de tus manos guitarra, por sobre la felpa del estuche que venció, soportando la formaque dejó un cuerpo sensacional.
¡Oh Leo Fender!
Es decir, siempre estamos en una de las torretas del "Us Navy Cualquiera" y aparece algún Kamikaze a mil que se nos viene en picada dispuesto a que no quede nada. (Continuaré esta transcripción en la próxima actualización)

Estampa del disco:

Motivo especial: Blanca en el fondo y roja en el "A" del lado a y en Luis Alberto Spinetta Kamikaze. Data y lista de temas en el lado A. En el lado B, la imagen de un piloto kamikaze en negro y el sello RATON FINTA en rojo.




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