Sonidos de América Latina - VOL 73 - BOMBA ESTEREO "Amanecer" (2015)


Si jugáis a un juego del estilo "¿Dime un grupo colombiano? el 70% soltará al segundo 1 "Shakira".
Y a lo mejor el resto, tras pensar 5 segundos sueltan un "Carlos Vives con su ballenato".
Pues aquí os traigo una tercera respuesta y que además suena mucho mejor.
Los colombianos BOMBA ESTEREO son una de esas bandas que reúnen lo que he mencionado en muchas entradas cuando explico que es lo que me gusta de la música latino americana.

Abrazan el folclore de su país y alrededores y lo barnizan todo con músicas actuales, predominando la electrónica.
El resultado es un sonido imposible de escuchar quedándose quieto.

Destacan sobre todo la voz de su cantante, un terremoto llamado Liliana Saumet y la percusión en todo el disco, ya sea con la bateria, tambores, caja de ritmos o lineas de bajo alucinantes.

Su repercusión internacional es imparable (Glastonbury, Sonar, Coachella), y más aún con el exportable "AMANECER" que hoy os traigo aquí.

Pistas

1Amanecer4:09
2Caderas2:56
3Somos Dos4:00
4Soy Yo2:40
5Fiesta3:39
6Voy3:16
7Algo Está Cambiando4:30
8Ma (Lo Que Siento)3:50
9To My Love4:00
10Sólo Tú4:15
11Raíz3:39

Compañías, etc.

Créditos



Jenesaispop nunca es ajena a la música latinoamericana y si hace unos días pusimos la reseña de Denver, hoy toca poner esta apasionada lectura de "Amanecer".

Ya hace años que andan demostrando su poderío latino por medio mundo (no es de extrañar que hayan actuado en festivales indispensables como Glastonbury, Coachella o el SXSW de Texas, entre muchísimos otros), pero este ‘Amanecer’ podría perfectamente catapultarles definitivamente, al fin, como una de las bandas más interesantes, creativas y originales que ha dado Latinoamérica. Los colombianos Bomba Estéreo son como una esponja, absorben todo el folclore musical de su Colombia natal y lo revisten de una personalidad electrónica exquisita y la mar de contemporánea. Y ahí está la gracia de su propuesta, ya que aunque se valgan de la cumbia, la champeta o la salsa (unos géneros que llevan en su ADN por razones más que obvias), sus canciones son de un pegajoso y una efectividad que asusta.
Buena parte de culpa la tiene esa Celia Cruz del siglo XXI llamada Liliana Saumet, que para esta ocasión explota su yo más frágil y emotivo, por ejemplo, en esa preciosa ‘Algo Está Cambiando’ en la que la banda demuestra que más allá de su vertiente hedonista también puede firmar piezas más downtempo sin perder un ápice de su frescura; lo mismo que ocurre en esa estupenda champeta pseudo-acústica que responde al título de ‘Mar (Lo que siento)’.
El estadounidense Ricky Reed ha sido de vital importancia para nuestros protagonistas a la hora de enriquecer su sonido en este disco temáticamente marcado por el amor y las relaciones humanas. Pero aunque se pongan más tiernos de la cuenta, en este álbum encontramos sobre todo las dosis necesarias de baile para que cualquiera que los escuche tenga la oportunidad de quitarse unos cuantos kilos de un plumazo (“todos miren quién llegó con su movimiento slow, bailando la noche entera, cadera”, dice la canción así llamada, ‘Caderas’).
También está ahí el tema titular, con esa guitarra tropicalista que se adentra en el cerebelo desde la primera escucha, y también apto para fans de Mala Rodríguez, el trap vacilón de ‘Soy Yo’ o esa ‘Somos Dos’ que sirve para bailar bien agarradito la cumbia electrónica. Variado, con un gran potencial y sobrado de momentos de lo más disfrutable. Sin duda, lo vamos a pasar muy bien viéndoles este fin de semana en el Sónar.
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Amanecer’, ‘Somos Dos’, ‘Algo Está Cambiando’
Te gustará si te gustan: los ritmos latinos barnizados de electrónica.


"somos dos"



Y para terminar, otra aportación de una web nacional. El PAÍS en esta reseña les define acertadamente como UN COHETE TROPICAL.

Bomba Estéreo, el cohete tropical

Los colombianos pusieron a bailar a los ritmos folclóricos caribeños con música electrónica


Uno de los últimos tuits que aparece en la cuenta de Bomba Estéreo dice: “La gente normal amanece bebiendo con vallenato, en mi familia amanecemos bebiendo con Bomba Estéreo”. Estos 99 caracteres resumen lo que ha conseguido la banda colombiana en una década: miraron de frente a la cumbia, la champeta y el resto de ritmos folclóricos que suenan en la región del Caribe, y los pusieron a bailar con la música electrónica. Con respeto por la tradición y mucho vacile, hasta conseguir “un poder que es una bomba atómica”, como dice uno de sus primeros éxitos, Fuego.
Simón Mejía, bogotano, tenía la música en la cabeza cuando se topó en 2005 con Saumet, una joven de Santa Marta que había crecido rodeada de los sonidos de su tierra y de los discos de Daft Punk, The Chemical Brothers, Björk y Massive Attack, pero que hasta ese momento había sido incapaz de ordenarlos en su cabeza. En 2006 debutaron con Volumen I y tres años después convencieron a sus vecinos con La boquilla, el hit de su segundo trabajo Blow Up. Las redes sociales fueron capaces de atravesar las fronteras de un país en guerra con las FARC, al mismo tiempo que derruían los muros del mainstream.


Este pastiche cultural en el que aparece el legado afrocolombiano, indígena y de la calle les ha permitido convertirse en los traductores de un paisaje sonoro que las nuevas generaciones colombianas desconocían. Como ya hizo Carlos Vives en los noventa sintonizando el vallenato en las radios de América Latina, Mejía, Saumet y Julián Salazar, otro de los componentes de Bomba Estéreo, se han dedicado a recordarle a los jóvenes de los ochenta en adelante que existen ritmos como la champeta (perseguido por el estigma de ser propio de las clases populares) y la cumbia que también pueden ser cool.
Para mediados del nuevo siglo el mundo ya había entendido el kuduro angoleño, el funk carioca y la electrocumbia. En parte fue gracias a sus dos siguientes álbumes Estalla (2010) y Elegancia Tropical (2012). Y por si alguien no se había enterado bien de qué trataba el nuevo mestizaje, el fútbol terminó la tarea: Fuegose convirtió en la banda sonora del videojuego FIFA 2010. La responsabilidad ya no estaba solo sobre los hombros del Waka waka de Shakira y la Camisa negra de Juanes.
Desde entonces han visitado cuatro continentes, han pisado los escenarios de Glastonbury y Lollapalooza, entre muchos otros, además de unos cuantos cuchitriles donde han conseguido que el techo acabara sudando tanto como el público. Según cálculos de Li Saumet, hubo una época en que no conseguían estar más de dos semanas seguidas en Colombia. Cada concierto no solo multiplicaba la onda como una piedra saltarina en el río, les permitía también afianzar el proyecto. Cuando la industria musical se hundía con la piratería, los directos fueron su mejor sustento.
La gente seguía bailando y el mundo cambiando, como le gusta pensar a la cantante: “El baile te sana, te limpia y te salva”. Tal y como hacían los ancestros de Saumet. “Vamos a cambiar el mundo simplemente bailando”. Como demostraron en la primera edición que el festival Sónar, de músicas avanzadas, celebró en diciembre en Bogotá. Bomba Estéreo montaron una fiesta pagana equiparable a la de Hot Chip y The Chemical Brothers. Los cabezas de cartel sobre el papel solo ganaron a los colombianos en el tamaño del escenario. El público, ajeno a las constricciones de la segunda sala, fue capaz de rumbear más pegado de lo que normalmente dicta el protocolo.
Amanecer, su cuarto disco lanzado la pasada primavera, ha terminado de cumplir la tarea. Bomba Estéreo decidió fichar por Sony Music y las puertas de nuevas experiencias se abrieron. El trabajo tiene la firma del productor Ricky Reed, responsable de éxitos marcados con la etiqueta de comerciales como Problem(Ariana Grande), Talk Dirty (Jason Derulo) y Fireball (PitBull). La coletilla les ha granjeado algunas críticas en Colombia. “No es algo que vaya a cambiar el sonido de la banda. El nuestro ha sido un camino muy sacrificado, siempre en la independencia, y creíamos que en este momento apostar por nosotros era lo más justo”, explicó Saumet en una entrevista con la revista Metrópoli de El Mundo.

En menos de un año, han conseguido dos nominaciones a los Grammy Latinos y otra a los Grammy. Además de haber convencido a Will Smith para que volviera a cantar 10 años después de entregar su último trabajo musical Lost and Found. El cantante y actor elegió a Bomba Estéreo para informarle al mundo de que está preparado para retomar su flow con una versión de Fiesta, el primer single que se lanzó de Amanecer. Por el momento, las suspicacias han sido incapaces de detener este cohete tropical.

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