Coleccionando vinilos - 146 - QUEEN "Greatest hits" (1981)


Que haya tenido que esperar a que un amigo me regale este vinilo por mi cumpleaños de 2018 para que mi colección tuviera un vinilo de Queen, es de traca, que diría Joaquin Reyes.

Ahora que lo tengo y que hago esta entrada, me doy cuenta del sacrilegio. Su época más gloriosa me pilló en mi época más rockera o punk si se puede decir y sus largos desarrollos y otras excentricidades me desesperaban un poco, pero que narices, con el tiempo, me parece  un grupazo, uno de los mejores y encima de que mejor manera que aparecer en esta colección con su GREATEST HITS, su disco más vendido  y de hecho el disco más vendido en el Reino Unido.

Luego llegaron un greatest hits II y III ya con el boom del cd... pero este doble vinilo es pura golosina y que empieza con la mejor canción de la historia.


Escribir mucho más es retrasar que lean cosas más sustanciosas que mis textos. Porque información de la banda, de este disco y de la canción tienen para dar y tomar.

Es uno de los álbumes más vendidos de la historia, con unas ventas aproximadas de 25 millones de copias en todo el mundo. En el Reino Unido es el disco más vendido de la historia, con unas ventas aproximadas de 6 millones de copias y más de 20 discos de platino.Greatest Hits es el primer álbum compilatorio de la banda de rock Queen, aparecido en 1981. En él se reúnen los éxitos de la banda entre 1973 y 1981. Esta lista corresponde a la edición en el Reino Unido. En otros países tuvo diferentes canciones (en algunos incluyeron "Under Pressure", mientras que en otros está en el Greatest Hits II, y en otros lo incluyeron en ambos álbumes). Llama la atención que la banda haya marginado a su disco debut de la lista de temas del álbum, esto probablemente se haya debido a que "Queen I" no logró ningún gran hit comercial al margen de los temas considerados como clásicos por los fans, como ser Keep Yourself Alive o Liar.

Lista de canciones[editar]


Edición 1981 Reino Unido
N.ºTítuloEscritor(es)Duración
1.«Bohemian Rhapsody» (de A Night at the Opera, 1975)Freddie Mercury5:55
2.«Another One Bites the Dust» (de The Game, 1980)John Deacon3:36
3.«Killer Queen» (de Sheer Heart Attack, 1974)Freddie Mercury2:57
4.«Fat Bottomed Girls» (versión de sencillo, de Jazz, 1978)Brian May3:22
5.«Bicycle Race» (de Jazz, 1978)Freddie Mercury3:01
6.«You're My Best Friend» (de A Night at the Opera, 1975)Deacon2:52
7.«Don't Stop Me Now» (de Jazz, 1978)Freddie Mercury3:29
8.«Save Me» (de The Game, 1980)May3:48
9.«Crazy Little Thing Called Love» (de The Game, 1980)Freddie Mercury2:42
10.«Somebody to Love» (de A Day at the Races, 1976)Freddie Mercury4:56
11.«Now I'm Here» (de Sheer Heart Attack, 1974)May4:10
12.«Good Old-Fashioned Lover Boy» (de A Day at the Races, 1976)Freddie Mercury2:54
13.«Play the Game» (de The Game, 1980)Freddie Mercury3:33
14.«Flash» (versión de sencillo, de Flash Gordon, 1980)May2:48
15.«Seven Seas of Rhye» (de Queen II, 1974)Freddie Mercury2:47
16.«We Will Rock You» (de News of the World, 1977)May2:01
17.«We Are the Champions» (de News of the World, 1977)Freddie Mercury2:59
57:20


Aprovechando los 40 años de Queen, LA VANGUARDIA publicaba este interesante artículo.

Queen se ha convertido con el paso del tiempo en una leyenda de la historia de la música, es decir, en una de esas categorías que sirven para muchas cosas, pero no todas buenas. Porque lo de legendario no significa obligatoriamente calidad, y sí habitualmente méritos extramusicales. De Queen también se ha dicho y escrito que era una banda que poseía uno de los directos más personales e impactantes de la historia de la música popular, lo que de nuevo puede referirse a atributos que casan tanto con categorías escénicas y teatrales como con musicales. Es cuando el punto de mira se afina y se centra en la figura del cantante y compositor del grupo británico, Freddie Mercury, cuando las lisonjas adquieren una dimensión más poliédrica, intensa… y musical. Con Mercury, en efecto, el aficionado, el ciudadano anónimo o el entregado fanático se topa con un músico y un intérprete de incontestables méritos propios, poseedor de una fuerza escénica y una voz francamente colosales.
No hay duda, de todos modos, de que las historias y los caminos del grupo y el líder son casi indisociables, y ello hace que ocasiones como los aniversarios, la edición de discos recopilatorios, las biografías librescas o los panegíricos de toda índole tenga como referencia indistinta a Mercury o a Queen. Así ocurre, sin ir más lejos, este año 2011 en el que se conmemoran tres hechos bien distintos entre sí. En primer lugar, el 65.º aniversario del nacimiento de Farok Bulsara nombre real de Freddie Mercury, en Zanzíbar (5 de septiembre). En segundo lugar, el 40.º aniversario de la constitución de Queen, banda formada por el propio Mercury amén del guitarrista Brian May, el batería Roger Taylor y el bajista John Deacon. Y en último lugar, el 20.º aniversario del fallecimiento del propio Freddie Mercury (24 de noviembre) en Londres.
La eclosión, la formación, el embrión del cuarteto fue producto de su tiempo. A finales del decenio de 1960 existía un grupo de rock británico que respondía por Smile (sonrisa), entre cuyos miembros se encontraban los mencionados May y Taylor. En 1971, había un cantante apellidado Bulsara que era muy fan de ese grupo. Finalmente acabó integrándose en él, cambiando su nombre por el de Freddie Mercury y variando el de la banda al de Queen. ¿Por qué Queen? Un nombre enraizadamente británico, sin duda, pero también con evidentes connotaciones gais, que sus compañeros de proyecto acogieron entonces con muchas, muchas, reservas. Dijo el propio Mercury en su día que “evidentemente era consciente de las connotaciones gais, pero ese era sólo un aspecto posible”.
Luego reclutaron a un bajista llamado John Deacon y en 1973 debutaron discográficamente con el primero de una serie de álbumes increíblemente exitosos. Con ese disco, titulado como el nombre del grupo, Queen fue poco a poco conceptualizada como una especie de “banda diferente” porque “traía una bocanada de aire fresco, nuevo, al mundo del rock”. Las opiniones de la revista musical Melody Maker , pero que representaban la opinión unánime de la prensa especializada, incidían de modo especial en que “el grupo inglés es sobre todo conocido por el extravagante cantante solista, Freddie Mercury, cuyo dramático estilo vocal y sus payasadas sobre el escenario constituyen el grueso de la personalidad y la reputación de la banda, voluntaria o ­involuntariamente”.
Al grupo le costó un tiempo superar una imagen preconcebida, un apriorismo inamovible, que mediatizaba e infravaloraba sus notables méritos musicales y su indudable talento para la composición; una vez rotos esos automatismos valorativos, apareció y se entendió en toda su extensión el estupendo, variado e imaginativo cancionero que les avalaba: pocas bandas y solistas de la época habían reunido una artillería que incluía desde un sorprendente experimento operístico como Bohemian Rhapsody a canciones para todos los gustos y estados de ánimo como Somebody to LoveFat Bottom GirlsWe Will Rock You/We Are the ChampionsCrazy Little Thing Called Love o ese popularísimo himno para los estadios de fútbol titulado Another One Bites the Dust.
El grupo emergió en una de las épocas más fructíferas de la música popular británica moderna. En el arranque del decenio de los setenta, el pop y el rock aún se encontraban con unas constantes vitales y artísticas estupendas, y la new wave y el punk aún tardarían unos años en asomar las orejas y, más tarde, convertirse en las estilísticas preferidas de las jóvenes generaciones. Pero en el momento de la formación del cuarteto, los vientos aún soplaban siguiendo las coordenadas de siempre, la industria discográfica aún era un mastodonte pesado y los recién llegados tenían que abrirse paso demostrando oficio y méritos propios. Así que a partir de aquel fundacional 1971 el grupo se dedicó a tocar y a girar por infinidad de clubs y colegios de la zona londinense durante casi un par de años, antes de comenzar a ponerse a grabar su primer disco de estudio. Lo acabaron a finales de 1972, pero lo único que habían encontrado era una escuálida oferta de una discográfica. Cuando, llegado el verano del año siguiente, vieron que el panorama seguía siendo el mismo, Mercury, May y compañía decidieron editarse ellos mismos su primer vinilo. Queen, el disco, encerraba dentro de sus estrías una atractiva mezcolanza de rock duro y heavy metal, y se desenvolvió con prestancia razonable en los hit parades de Gran Bretaña (el puesto 24) y Estados Unidos (el 84: según los entendidos, nada mal para una primera obra de “esos británicos desconocidos”). Fue entonces cuando la hasta entonces infructuosa búsqueda de casa discográfica con cara y ojos se desempató, y en un lapso de tiempo récord firmarían con la todopoderosa EMI –el sello de los Hollies, de los Beach Boys, de Frank Sinatra, pero sobre todo de Pink Floyd y de los Beatles–.
Las cosas empezaron a acelerarse para todos, y sólo ocho meses más tarde de la publicación del primer plástico, apareció en el mercado Queen II , un sorprendente y sólido álbum conceptual de rock de tintes progresivos: la anterior prestancia en las listas de éxitos se tornó en optimismo más que justificado en Gran Bretaña (el 5) y Estados Unidos (el 49). La canción Seven Seas of Rhye se encaramó a los puestos más altos de la lista de singles más populares.
El salto definitivo al estrellato planetario sobrevino cuando la banda se lanzó a la conquista del mercado y del aficionado norteamericano. Cuando a finales de 1974 publicaron el aclamado Sheer Heart Attack, un álbum que se vendió como rosquillas y que contenía una burbujeante ristra de canciones, como Killer Queen. Con ese material, la banda decidió cruzar el Atlántico, y una vez allí protagonizaron una gira de enorme enganche popular, pero de críticas para todos los gustos. Por ejemplo, en el respetado The New York Times se les describió como un cuarteto británico que practicaba una música “escasamente superoriginal”, aunque evidentemente “había tocado una fibra que iba a permitir a Queen reinar bastante felizmente en este área”.
Como a veces las evidencias son tozudas, un año después la formación alcanzó lo más alto del hit parade de álbumes de Estados Unidos con el memorable A Night at the Opera, una de las obras cumbre de Queen, que incluía la entretenida I’m in Love with my Car, la pizpireta You’re my Best Friend, así como dos piezas escritas por el a menudo infravalorado Brian May como ‘39 y The Prophet’s Song, y un auténtico bombazo como Bohemian Rhapsody, que era un hasta entonces insólito “cruce de la introspección y el halo operístico de Gilbert & Sullivan”, en opinión de un crítico de la revista no menos sesuda Time.
En términos cuantitativos pero también de evolución musical, todo lo que vendría después sería una ascensión imparable hasta lo más alto. Las siguientes obras discográficas firmadas por el grupo inglés –Sheer Heart Attack (1974), A Night at the Opera (1975), A Day at the Races (1976), News of the World (1977), Jazz (1978) y The Game (1980)– constituirían el núcleo, la columna vertebral, de lo mejor y más exitoso de su patrimonio discográfico. Ninguna de estas referencias bajaría del 6.º lugar de los charts estadounidenses y todas entraron en el Top 5 de Gran Bretaña (de ellas, tres se colocaron en la cima). En una fecha como 1995, con Freddie Mercury fallecido cuatro años antes, Queen contaba en su historial con siete álbumes que habían sido números uno, entre ellos dos compilaciones diferentes de Greatest Hits editadas por dos empresas discográficas distintas. En fin, los amantes del grupo y de las estadísticas ya conocen lo que asegura el libro Guinness de los récords, es decir, que los álbumes del grupo han permanecido en las listas de éxitos del Reino Unido más tiempo (26 años y siguen contando...) que ningún otro grupo o solista, y que uno de sus Greatest Hits es el álbum que más ha vendido en la historia de Gran Bretaña, con más de 600.000 copias de diferencia sobre el segundo clasificado, que no es otro que el Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, de los Beatles.
Todas las narraciones tiene una conclusión. En este caso, es tan obvia como necesaria, porque la dimensión del hecho musical y del fenómeno social que representó Queen no se entendería, en absoluto, sin tener en cuenta el, llamémosle, factor Freddie . Sin olvidar lo más evidente e inconfundible del líder del grupo, es decir, su poderosa voz (alcanzaba las cuatro octavas, extremo muy poco habitual en el terreno del pop-rock), Freddie Mercury era un compositor de melodías y escritor de letras de primera magnitud, así como un consumado, excepcional, showman sobre el escenario. De su pluma y su cerebro, o de donde fuera, surgieron algunas de las piezas más celebradas de la banda, como Bohemian RhapsodyKiller Queen o We Are the Champions (de los 17 cortes incluidos en ese Greatest Hits, una decena llevan su rúbrica), y todo ello con un empleo brillante de las rítmicas más variadas, como rockabilly, rock progresivo, heavy metal, gospel, disco y, claro está, pop. Su muerte –joven todavía, pero en circunstancias mediáticamente escabrosas– dejó intacta su indiscutible persona musical, rica y trabajada con brillantez. A partir de ese momento, nació la leyenda.



El disco más vendido en el Reino Unido, esta noticia extraída de emol.com habla de ello.

"Greatest Hits" de Queen es el disco más vendido de todos los tiempos en el Reino Unido
El álbum compilatorio del cuarteto liderado por Freddie Mercury es el único trabajo discográfico que ha superado los seis millones de ventas en ese territorio. 

En la lista también aparecen artistas como The Beatles, Abba y Michael Jackson. Adele es la única artista de esta década en el Top 20. 

05 de Julio de 2016 | 15:07 | Emol 16 

La lista oficial de ventas de discos del Reino Unido va a cumplir 60 años este mes, momento que sirve para revisitar el ránking de los álbums más vendidos en el período. Según Billboard, el honor de ser el trabajo discográfico más vendido en ese territorio en la historia es Greatest Hits de Queen, que acumula 6,1 millones de copias despachadas desde 1981, y es el único en superar la marca de los 6 millones. En la lista lo sigue ABBA con Gold: Greatest Hits y The Beatles con su Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band. En cuarto lugar está Adele con 21. El disco editado en 2011 es el único disco de esta década en el Top 20 (aparece nuevamente en el puesto 27 con 25, publicado el año pasado). En el puesto 5 está Oasis con (What’s The Story) Morning Glory? Michael Jackson se queda con los lugares sexto y noveno con Thriller y Bad, respectivamente, mientras que Pink Floyd apafrece en el puesto 7 con The Dark Side of the Moon: el único disco de la lista que jamás ha salido de los 60 más vendidos. Dire Straits se queda con el octavo lugar con Brothers in Arms. Queen cierra el Top Ten con Greatest Hits II de 1991. Amy Winehouse aparece recién en el lugar 13 con Back to Black, mientras que los únicos discos lanzados esta década son que aparecen en el listado son 25 de Adele, X de Ed Sheeran (49) y Progress (57) de Take That. Es justamente sus álbums en esta boyband lo que ayuda a Robbie Williams a convertirse en la persona que más aparece en la lista al sumar Never Forget – The Ultimate Collection (59), además de sus discos solistas I’ve Been Expecting You (48) y Swing When You’re Winning (56). Take That acumula tres menciones con Beautiful World (34), su primer trabajo sin Williams. Por su parte, Coldplay también tiene tres discos en la lista y además de Queen, Jackson y Adele, The Beatles, Dido, ABBA, Paul Simon (contando a Simon & Garfunkel) y Fleetwood Mac hacen dos apariciones. 

Los 60 discos más vendidos en la historia en Reino Unido Disco Artista Año 1 Greatest Hits Queen 1981 2 Gold - Greatest Hits Abba 1992 3 Sgt Pepper'S Lonely Hearts Club Band The Beatles 1967 4 21 Adele 2011 5 What'S The Story Morning Glory Oasis 1995 6 Thriller Michael Jackson 1982 7 The Dark Side Of The Moon Pink Floyd 1973 8 Brothers In Arms Dire Straits 1985 9 Bad Michael Jackson 1987 10 Greatest Hits II Queen 1991 11 Rumours Fleetwood Mac 1977 12 The Immaculate Collection Madonna 1990 13 Back To Black Amy Winehouse 2006 14 Stars Simply Red 1991 15 Come On Over Shania Twain 1997 16 Legend Bob Marley & The Wailers 1984 17 Back To Bedlam James Blunt 2004 18 Urban Hymns The Verve 1997 19 Bat Out Of Hell Meat Loaf 1977 20 1 The Beatles 2000 21 Bridge Over Troubled Water Simon & Garfunkel 1970 22 Dirty Dancing Original Soundtrack 1987 23 Spirit Leona Lewis 2007 24 Crazy Love Michael Buble 2009 25 No Angel Dido 2000 26 White Ladder David Gray 1998 27 25 Adele 2015 28 Talk On Corners Corrs 1997 29 Spice Spice Girls 1996 30 The Fame Lady Gaga 2008 31 A Rush Of Blood To The Head Coldplay 2002 32 Life For Rent Dido 2003 33 Only By The Night Kings Of Leon 2008 34 Beautiful World Take That 2006 35 Hopes And Fears Keane 2004 36 The Joshua Tree U2 1987 37 The War Of The Worlds Jeff Wayne 1978 38 Scissor Sisters Scissor Sisters 2004 39 But Seriously Phil Collins 1989 40 X&Y Coldplay 2005 41 Jagged Little Pill Alanis Morissette 1995 42 Tubular Bells Mike Oldfield 1973 43 The Man Who Travis 1999 44 Tracy Chapman Tracy Chapman 1988 45 Parachutes Coldplay 2000 46 Greatest Hits Abba 1975 47 Grease Original Soundtrack 1977 48 I'Ve Been Expecting You Robbie Williams 1998 49 X Ed Sheeran 2014 50 Come Away With Me Norah Jones 2002 51 Graceland Paul Simon 1986 52 The Sound Of Music Original Cast Recording 1965 53 Ladies & Gentlemen - The Best Of George Michael 1998 54 Tango In The Night Fleetwood Mac 1987 55 The Marshall Mathers LP Eminem 2000 56 Swing When You'Re Winning Robbie Williams 2001 57 Progress Take That 2010 58 Eyes Open Snow Patrol 2006 59 Never Forget - The Ultimate Collection Take That 2005 60 Automatic For The People REM 1992 Fuente: Official Charts Company



BOHEMIAN RHAPSODY





Y si no lo sabíais pues aqui os lo cuento yo, acabaís de escuchar la mejor canción de la historia. Asi de simple.

En muchos sitios, entre ellos darbaculture.com así lo dicen






Qué difícil es elegir una canción entre todas, y qué relativo es. ¿Quién tiene derecho a dictaminar por regla cuál es la mejor canción de la historia? Nadie. Al igual que nadie puede decir a ciencia exacta cuál ha sido la mejor película de todos los tiempos, el mejor jugador de fútbol, la mejor playa o el mejor culo.
Las artes son el paradigma de la subjetividad, y por tanto no hay ciencia alguna o datos que corroboren la versión de nadie. Todo se basa en opiniones, aunque claro, algunas valen más que otras.
Volvamos al tema en cuestión. Bohemian Rhapsody no es la mejor canción de la historia, porque no soy nadie para dictar algo así. Es mi favorita. Pero si pusiera eso en el título, seguramente no te hubieras parado a leer estas líneas.
He investigado un poco sobre la canción, su origen, sus anécdotas y su por qué, y todo lo que he leído ha servido para convencerme que sí, que he dado con la mejor canción de todas. Y como en tantas ocasiones, he querido compartirlo con todo interesado. Aquí van:

1.- Por su estructura

La canción no tiene estribillo, no es de ningún estilo en concreto, y su estructura es más propia de la rapsodia (de ahí lo de Rhapsody) que de una canción popular, pero te entretiene de principio a fin. Y es mucho más pegadiza que miles de canciones con estribillo.

2.- Porque es la grabación más compleja y cara de la historia

La canción se grabó en tres semanas en cuatro estudios distintos, debido en parte a la naturaleza ecléctica de la propia canción: Queen grabó en los estudios Roundhouse, Rockfield SARM, Scorpion y Wessex. Mercury y compañía hicieron por separado casi 180 grabaciones distintas que luego debían juntar, lo cual, allá por 1975, implicaba mucho trabajo.
Los estudios de la época solo ofrecían cintas analógicas de 24 pistas, era necesario que May, Taylor y Mercury se regrabaran continuamente creando así montones de submezclas. Las cintas que contenían las submezclas tuvieron que ser empalmadas con cuchillas de afeitar y cinta adhesiva. Eran otros tiempos.
Además, el perfeccionismo de Mercury jugaba en contra de los métodos de grabación de por aquel entonces. Roy Thomas Baker, el productor de la canción, dijo que “cada vez que Freddie cantaba un ‘Galileo’, yo tenía que añadir otro pedazo de cinta al rollo”.

3.- Por el solo de guitarra de Brian May

Lo califican como uno de los 20 mejores de todos los tiempos, y no es para menos. A modo de puente entre la balada y la ópera, el guitarrista se marca un increíble solo, que pasa desapercibido porque mientras tanto Mercury sigue cantando, pero que es una auténtica maravilla. De hecho, May lo grabó en una sola toma, y afirma que este tipo de material es del que más orgulloso se siente.

4.- Por la sección de Ópera

¿¿A quién en su sano juicio se le ocurriría meter una parte de Ópera en  una canción Pop de 1975?? Pues esta es, a mi juicio, la parte que más confiere ese aire de especial a Bohemian Rhapsody. Es una brillante imitación británica de la Ópera italiana, gracias a la diferencia de tonos de voces de los componentes de Queen: los bajos de May, los agudos de Taylor, el vozarrón de Mercury…
Todo ello, con referencias a Galileo Galilei, Fígaro, el fandango, la novela Scaramouche o Belcebú (“Beelzebub has a devil put aside for me, for me, for meeeeeeee”). 

5.- Por la miscelánea de estilos que tiene

“Una gran canción tiene todos los elementos clave: melodía, emoción, una declaración fuerte que se convierte en parte del léxico, y una gran producción. Piensa en Bohemian Rhapsody, de Queen. Esa canción tenía todo: diferentes melodías, ópera, R&B, Rock…y exploró todos esos diferentes géneros de una manera auténtica, donde parecía natural”. Esto opinaba JAY Z en Rolling Stone.
Bohemian Rhapsody lo es todo. Es una balada, es una Ópera, es una canción A Capella, es una canción Rock…es, definitivamente, la mayor expresión de la música en todos sus sentidos.

6.- Por las letras

Las letras de Bohemian Rhapsody han sido objeto de estudio de varios expertos, lo cual ha desembocado en varias y diferentes versiones de lo que quería decir Mercury, quien se negó a explicar el significado de la canción. Para unos, Mercury expresa sus dudas sexuales –es durante la época donde lo deja con su novia de toda la vida, Mary Austin–, para otros se describe un asesino suicida atrapado por demonios, para otros la letra no tiene significado alguno, sino que va a ritmo de la música y nada más…
Si bien Queen nunca reveló el significado de la canción, sus componentes si hicieron interpretaciones de las letras de Mercury. Para Brian May, Mercury hablaba sobre sus problemas personales, sus inseguridades y su timidez. Sin embargo, en una edición publicada en Irán, viene una descripción de las letras al lado de las mismas. Y en ellas, se describe Bohemian Rhapsody como  una historia de un hombre que tras asesinar a otro, vendió su alma al diablo, como Fausto. La noche antes de su ejecución, llama a Dios en árabe “Bismillah”, y con ayuda de sus ángeles puede recuperar su alma.
Durante mucho tiempo se ha creído que Mercury habla sobre el Sida e incluso le pide perdón a su madre por haber contraído la enfermedad, pero a Mercury le diagnosticaron VIH en 1987, y esta canción fue grabada en 1975. Hipótesis descartada. 

7.- Porque en directo es la hostia

La complejidad de la canción, es especial los múltiples coros de la sección de Ópera, creó muchos quebraderos de cabeza a Queen a la hora de trasladarla al directo. Tardaron años en dar con una versión adecuada para los conciertos, pero cuando dieron con la tecla para el tour de 1986 –que consistía en emitir la parte de ópera en una cinta y luego volver con fuegos artificiales–…qué pasada.

8.- Por el videoclip

Gracias al éxito del vídeo de Bohemian Rhapsody, las discográficas se animaron a hacer una apuesta fuerte por los videoclips. Quién sabe, sin esta canción quizá hoy los videoclips no existirían o no serían tan populares.
En el videoclip vemos planos geniales, que además costaron muy poco –solo 4000 libras y fueron grabados en cuatro horas– con efectos especiales muy difíciles de conseguir por aquel entonces.
De hecho, uno de los planos en el vídeo (inspirado en una foto de Marlene Dietrich) fue utilizado para la portada del álbum Queen II, y es la imagen favorita de la banda.

9.- Por la sección de Rock

Cada vez que la escucho, empiezo a pegar brincos cuando termina la ópera y comienza el Rock. Pocas melodías de ese género me transmiten tanto en tan poco tiempo. Vibrante, desafiante, rebelde, joven…

10.- Por Freddie Mercury

Él es el único artífice de la canción. El creador, escritor, productor y compositor de Bohemian Rhapsody. Mucho del material de Queen se componía en común, pero el de esta canción “estaba toda en la mente de Freddie”, tal y como afirma Brian May. De hecho, Mercury escribió gran parte de la canción en su propia casa.
En la canción disfrutamos al completo de su única voz en miles de texturas distintas. Pocos son capaces de pasar de la Balada a la Ópera y de ahí al Rock en cuestión de segundos, pero Mercury es un cantante sensacional en todos esos géneros.
Mientras las discográficas avisaban que una canción tan larga y sin estribillo no iba a tener éxito, Mercury se empecinó en componer Bohemian Rhapsody. La canción fue Nº1 durante semanas en varios países. 

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