Coleccionando vinilos - 140 - PATXI ANDION - "Retratos" (1969)


Siempre me han gustado los cantantes de los 60 que cantaban historias, de amor, de desamor, de engaños, de celos, o de temas sociales, aquellas que se hablaba de personajes reales o de ficción y que no podías dejar de escuchar.
Luego heredaron este estilo los Krahe, Aute, Julio Bustamante.... y ya en pleno s. XXI Don Enrique Bunbury, Iván Ferreiro, Quique Gonzalez.....y mi gran Nacho Vegas.

La voz ronca y profunda de Patxi Andion envuelve todo este disco de hace casi 50 años, que fue su gran debut y que no suena nada antiguo. Además la musicalidad del disco está muy trabajada, algo que se agradece ya que en la canción de autor se prima el texto sobre la música, pero aquí cada canción tiene un aire distinto (sin volverse loco, también sea dicho).

Con su inquietud cultural, fue cantante, pero también actor y ya en su madurez, ha sido periodista y profesor de sociología.

Y abajo os dejo el diseño muy trabajado para la costumbre de entonces del envoltorio.

"1 2 y 3, 1 2 y 3 lo que usted no quiera para el Rastro es"



Patxi Andión ‎– Retratos

Sello:
Movieplay ‎– S - 26.024
Formato:
Vinyl, LP, Album 
País:
Fecha:
Género:
Estilo:

Pistas

A1Rogelio5:50
A2La Zagala2:30
A3La Jacinta2:55
A4Cancion Vieja2:11
A5Los Decorados1:42
B1El Pipo (Nana A Un Perro Que Murio Solo)1:52
B2Nana A Una Vieja Viuda Del Mar3:20
B3Esteban4:07
B4El Vagabundo2:02
B5A Quien Corresponda3:34

Compañías, etc.

Créditos

wikipedia
Nació en 1947 en Madrid, aunque a los pocos días de nacido fue llevado al País Vasco, región de origen de sus padres y tierra con la que desde muy pequeño se sintió profundamente identificado, dadas las raíces familiares. No obstante, siendo pequeño fue trasladado a Madrid para realizar los estudios de primaria. De origen humilde, ello no fue un impedimento para que siempre se procurase que en su casa hubiese libros, por lo que desde niño fue un ávido lector. Su padre incluso fue combatiente en las filas republicanas durante la Guerra Civil española. Se convirtió en un controvertido cantautor en los convulsos años 70, colaborando con diversas organizaciones antifranquistas (UPA,1​ FRAP2​), lo que al final le obligó a exiliarse en París (donde conoció casualmente al ampliamente conocido Jacques Brel, quien lo influyó después en su quehacer artístico) e incluso llegó a hacerse a la mar como parte de la tripulación de un barco pesquero, con el que dio la vuelta a medio mundo. Ahora sólo esporádicamente ‘desempolva’ aquellas viejas canciones que un día sonaron como un mazazo en una España en la que se había asumido en menor o mayor grado, y con las lógicas convulsiones, a Serrat, a Raimon, a Lluís Llach... pero en la que costó aceptar a Patxi. Y es que él no le buscaba tanto como otros el doble sentido o la metáfora social a sus canciones, ni escondía sus aspiraciones y frustraciones, ni éstas estaban tan lejanas de las del hombre de la calle... Pero lo hacía con una voz tan sincera, no exenta de un tono de irónica “mala leche”, que había quien pensaba que le podían haber censurado hasta el mismísimo “Avemaría”, de haberlo grabado con aquel, su inimitable estilo. Incluso hubo un crítico portugués que llegó a definirlo como "un hombre que cantaba como un guerrero".
Se inició en la música en la década de los sesenta formando parte de agrupaciones que no trascendieron como Los Dingos o Los Camperos, las cuales interpretaban lo que hoy se conoce como temas clásicos del rock & roll tales como "Popotitos".
Puede decirse que el apogeo de su carrera musical abarcó el periodo comprendido entre 1971 y 1978, durante el cual alcanzó notables cotas de calidad artística con temas como "Puedo inventar", "La casa se queda sola", "Tiempo, tiempo", "Quién sabe si volverá otra vez a amanecer", "Una dos y tres", "Sonetos 37-73", "Porque me duele la voz", "Como tú", "Entre tu piel", "Samaritana", "A donde el agua", "La bohemia", "Estrella de la mar", entre otras. A partir de 1979, fue adquiriendo un estilo cada vez más hondo y personal, lo cual fue alejándolo paulatinamente de los circuitos comerciales. Aunado a ello –o quizás debido a tal circunstancia– se concentró en la actuación, pues ya desde 1975 compaginaba la música con aquella faceta histriónica. Por otro lado, se considera que otro factor importante que afectó su carrera pudo haber sido su breve matrimonio con la actriz y modelo Amparo Muñoz (considerada la mujer más bella de España en aquella época, elegida Miss Universo en 1974) con quien co-protagonizó la película La otra alcoba en 1976, casándose ese mismo año en un santuario navarro.3​ Esto fue considerado como un gesto un tanto frívolo por parte de Patxi entre los integrantes de aquellos círculos intelectuales de la izquierda progresista en los cuales se le admiraba y respetaba enormemente como cantautor y como hombre de convicción izquierdista. A pesar de ello, Patxi siempre mostró coherencia y compromiso, pues podría haber aprovechado su popularidad como actor para hacer masiva la venta de sus discos si se hubiera adaptado a los gustos musicales de aquel momento, componiendo temas de corte comercial. Sin embargo no lo hizo, y se mantuvo en aquella línea que lo hizo inconfundible: componer canciones con temática social y romántica principalmente, pero siempre desde una perspectiva íntimamente personal, profunda y poética, en amalgama perfecta con aquella voz ronca y deslavazada con la que siempre cantó.45
Fueron conocidas en su momento varias explicaciones que hizo sobre sí mismo: “Nací exactamente hace veintiún años y hace veintiún años que soy vasco. En mi pueblo había una iglesia y ocho tabernas. A los diecisiete días dicen que me trajeron a Madrid; aquí me inscribieron. Comencé a estudiar en Madrid en un colegio de lo que a mí me parecía una gran ciudad. Apenas éramos doscientos, parecíamos el desecho educacional de otros colegios. Lo éramos. Éramos también sinceros, y nos reíamos de los profesores. Rompíamos farolas y cabezas, también tirábamos a las chicas del pelo. Más tarde fumábamos en los servicios. Allí nacieron mis primeros pensamientos de conciencia de clase y mis primeros odios”... "Creo que lo único con lo que se puede estar honradamente comprometido es con la duda"... "De chico tuve fama de raro, y después tuve fama de enfermo, porque con las dos pesetas que me daba mi padre para salir los domingos no había manera de llegar más allá de las dos de la tarde, así que me ponía enfermo todos los domingos"... "¿Sabes? En alguna etapa llegué a inventar todo un sistema para robar libros, porque no tenía dinero para comprarlos y los necesitaba como el pan"...
Actualmente reside en Madrid. En una nueva faceta, aprovechó su condición de sociólogo y periodista y se hizo profesor. Desde hace aproximadamente veinte años imparte clases de Comunicación audiovisualProducción, realización y operaciones artísticas y Producción audiovisual práctica en la Escuela Universitaria Politécnica de Cuenca de la Universidad de Castilla-La Mancha. También es director de la Escuela Española de Caza, de la Federación Española de Caza.6




Os dejo esta jugosa entrevista, de finales de los años 2000, posiblemente del 2010 al hablar de su disco "Porvenir". Extráida de distritojazz.com

Patxi Andión – “Las canciones primero te salvan de ti mismo y después de los demás”

Con “Porvenir” el cantante y compositor Patxi Andión rompe once años de silencio musical, que no creativo, pues nunca ha dejado de crear canciones. Las doce canciones que componen el disco abarcan un periodo que va desde 1999 a 2007 y han sido elegidas entre más de una treintena,, Con ellas vuelve la voz profunda, cavernosa, viril de un hombre que empezó su carrera en 1969 con “Retratos” y que en la actualidad compagina la música con sus clases universitarias, amén de sus colaboraciones en prensa.
“Porvenir” es, en cierta manera, un disco multimedia, en el que se juntan música y palabras sin que la una pueda entenderse sin la otra. Como afirma Andión “Este disco es un objeto que no es posible descargarse de internet y no se puede comprender si no es en su carácter mestizo”.
¿Por qué ha decidido volver ahora, en un momento tan confuso para la industria musical? 
En realidad no he decidido volver. De la misma manera que hago canciones porque no puedo evitar hacerlas. Estas se deciden a salir, se agolpan en la boca del estómago y no hay más remedio que expulsarlas. Todas las canciones son instantes de un tiempo que han conseguido quedarse resguardadas al mismo y no hay hueco en la conciencia propia para demasiadas. Necesitan salir para hacer hueco a otras.
¿Cuál es su escusa para este disco? 
Toda manifestación artística tiene un proceder oscuro. Primero porque viene del proceloso mundo de los sentimientos, las sensaciones y todo lo inasible y después porque han llegado de fuera. El creador es posible que consiga swer una buena cadena de transformación, una maquinaria eficaz de traducción pero todo llega desde otro sitio. Es posible que sea en el donde germina de la manera que lo hace, pero es de otros, siempre es de otros.
¿De qué le han salvado estas canciones? 
La vida de un hombre con conciencia es un continuo asomarse a los precipicios y el vértigo es como una droga, se conoce su efecto pero eso solo anima a su consumo. El creador es un leño a la deriva que no para de golpearse contra las orillas, aunque es en ellas en las que las cosas se le suben a la chepa y lo alimentan. Las canciones primero te salvan de ti mismo y después de los demás.
¿Por qué estas canciones y no esas otras que se han quedado en el camino? ¿Cuál ha sido el criterio para seleccionarlas? 
El criterio ha sido el de los productores, el musical Javier Monforte, el discográfico, Fernando Rosado y el personal Juanjo Arzubialde, en realidad es como elegir a quien quieres mas de tus hijos, depende de la edad, el tiempo, tu carácter, etc. Estas canciones se fueron subiendo entre más de treinta al carro del disco y probablemente tendremos excusas no pedidas para explicarlo, pero daremos pocas soluciones.
¿La inspiración donde le coge: trabajando o en el sofá? 
La inspiración puede llegar y a veces llega en los sitios menos sospechados y en el peor momento para encontrar papel y lápiz y no digamos una guitarra. Me he abalanzado como un loco a una servilleta de un bar para improvisar las cinco líneas del pentagrama y escribir una secuencia musical que necesariamente debía escribir. Luego, a veces, esa secuencia se transforma y se desarrolla junto a otras y se convierte en una canción o es abandonada en el cesto de los papeles inútiles. Sin embrago en el momento en que lo exige, no puedes resistirte.
¿Entiende que su trabajo es de largo recorrido y no del éxito momentáneo? 
Nunca he pensado en mi trabajo en clave de “Obra”, ese concepto me asalta desde los correos de Internet, las críticas, etc. Pero no es cosa mía. Me he dedicado a hacer canciones y a veces, durante largos periodos de tiempo, a no enseñarlas a los demás, no por afán de ocultarlas o desconfianza en ellas, ni siquiera por pudor que hubiera podido ser una buena excusa, a lo mejor, simplemente porque no era la hora. De cualquier modo, el éxito es un concepto muy escurridizo. Mahler despreciaba a quien obtenía el aplauso y sin embargo creía en “Vox populi, vox Dei” eso si, no en el tiempo, sino a través del tiempo. El único éxito que he buscado ha sido el que me permitiera seguir haciendo lo que hacía.
Escribe en la notas “el mensaje ha muerto”. ¿esta seguro de ello? 
Si. En términos comunicológicos si. No es un afán de corregir y aumentar a McLuhan, ni siquiera de inventar bonitas frases para no decir nada. El mensaje como elemento está diluido en el proceso y disfrazado de todo menos de ideas.

Pensar es soñar. ¿en que sueña usted? 
Pensar es volver a darle la vuelta a lo desconocido. Merodear por lo intuido en una estratagema de aproximación como la de un leopardo de caza. Se trata de provocar una situación tal que lo que no parece existir se manifieste y se rinda, nos de acceso para hacerlo nuestro primero y digerirlo después, es decir, incorporarlo a nuestra estructura fisiológica como hace el leopardo con la carne de sus víctimas o como dice la leyenda que hace el leopardo de las nieves que tan solo se queda con su sangre. Soñar es creer.
Hay bastante desilusión en sus canciones. ¿la tristeza es más inspiradora que la alegría? 
No soy un hombre triste y creo que la vida tampoco lo es aunque nos haya rozado a veces con mas que la tristeza. Pero siento que vivir es un triunfo que debe exprimirse sin conmiseración y que, al menos en mi caso no debe interceptarse con servidumbres ni claudicaciones. De cualquier manera, la alegría produce furor, nos saca de nosotros mismos y nos proyecta a los otros, la tristeza es una cadena con bola que nos mantiene contra nosotros mismos por eso es, o suele ser, más fructífera como origen de reflexión y recuerdo. Pero el ser humano está hecho para la alegría. La tristeza es el precio.
El periodo compositivo abarca desde 1999 hasta 2007. ¿Ha tenido que arreglar mucho para actualizar los temas más antiguos? 
No. En realidad las canciones se empeñan en ser lo que son a pesar de que el creador se empeñe en transformarlas en lo que cree. No hay manera de que una canción deje de ser lo que es por mucho que le pongas. Y es lógico. Una canción es un resultado. Una suma, una resta. No es fácil cambiar eso. Se puede ver desde muy diferentes puntos de vista pero siempre serán versiones. Hay canciones que han sido interpretadas de multitud de formas, ritmos, formaciones, estilos etc. Pero nunca dejan de ser lo que son, si no que se lo pregunten a “Moon River”.
¿“Porvenir” es un de proyecto multimedia, por así decir, ya que une la música y la reflexión filosófica?. 
Ni muchísimo menos. La “Guía para oír” es otra expresión mas de lo inevitable. No he tenido mas remedio que contar las cosas que cuento ahí, con la única intención de manejar la excusa y hacerla caer en mi parte del bocadillo. Es una jugada ventajista, un órdago con cuatro reyes a mayor. En realidad es algo que me sirve mucho más a mi que a quien lo lea.
Ha trabajado con músicos que vienen de campos muy distintos, desde el jazz a las músicas étnicas: ¿fue difícil encontrar el punto de unión? 
Se ha dicho hasta la saciedad pero hay que insistir: Los músicos siempre se encuentran. Mi idilio con el pensamiento jazzístico viene desde mis primeras grabaciones y la formación de mis primeras bandas. Si un músico es capaz de abandonar una excepcional melodía creyendo que en su improvisación puede mejorarla, a ese le quiero yo.
Como profesor de universidad, ¿a qué cree que se debe el escaso interés hacia los estudios de sociología de la música que hay en España? 
La música tiene en si una contradicción profunda. Por un lado, es patrimonio popular y por otro, es un lenguaje críptico que solo domina quien lo conoce y al fin y al cabo, la musicología como cualquier ciencia del espíritu, no cura, solo palia el efecto de la dolencia. Por otro lado, investigar la música es como bucear en los sueños, tan necesario como improbable.
distritojazz_entrevistas_Patxi_Andion_3
Patxi Andión.
Los derechos de autor si no en la picota, sí que, ahora mismo, son objeto de polémica. ¿Cómo ve usted este asunto? ¿le ve algún tipo de solución o como decía un clásico “todo va a peor”? 
La cuestión a tener en cuenta no es el asunto del cobro de derechos sin o la existencia de los mismos. La cuestión no es si se deben pagar si no si existen, si merecen existir. El gran riesgo a mi entender es que la sociedad moderna ha interiorizado que la cultura debe ser gratuita y puede que como sugería hace poco “El Roto” sea porque “en el fondo, cree que no vale nada”. La sociedad civil global no ha llegado hasta aquí por la economía o la política, por la medicina o la milicia, ha llegado hasta aquí por la cultura que es la que la ha moldeado. Si abandonamos la cultura, terminaremos desapareciendo como seres vivos.
Con todo esto de las descargas P2P por internet, etc., ¿merece la pena seguir grabando discos, editarlos y promocionarlos, con todo el trabajo que es? 
Eso de “merece la pena” es para pensárselo, yo he intentado dotar a este disco del valor objetual que tenían los vinilos. Este disco es un objeto que no es posible descargarse de Internet y no se puede comprender si no es en su carácter mestizo. Es mucho trabajo, pero al menos en este, el sudor no se ve, se queda en la íntima e impúdica soledad del creador.
José Manuel Pérez Rey

Rogelio



Gran reportaje en efeeme recordando 10 canciones y disco del gran Patxi Andion



Patxi Andión, diez canciones y un disco

 Autor:

Javier Márquez se enfrenta a la extensa carrera de Patxi Andión y prepara una selección perfecta para el neófito: diez composiciones clave y un álbum para entrar en el universo del cantautor madrileño.

Texto: JAVIER MÁRQUEZ SÁNCHEZ.

1. ‘La Jacinta’ (“Retratos”, 1969).
Esta es, sin más, la historia de una prostituta, temática en la que reincidirá el autor entroncando con ello con otros colegas de generación, que encontraban en la “profesión más antigua del mundo” un ámbito más de denuncia de la decadente y precaria sociedad española del momento. De hecho, la canción salió ‘del horno’ ya censurada, entendiendo el comité de marras que el español de bien no necesitaba recurrir al servicio de damas de lenocinio y que, por tanto, no había razón para cantar sus desventuras. En el terreno artístico, la canción pone ya en relieve lo que serán rasgos estilísticos habituales de Andión, tales como la sutileza de sus descripciones, el rítmico estribillo o el cuidado lenguaje. En el campo instrumental, por otro lado, se advierte una asimilación evidente de los juegos orquestales de la chanson francesa para marcar la emoción de la narración. En las grabaciones de estos primeros años el acordeón es un instrumento muy presente, un sonido bucólico que entronca con esa nostalgia del mar vasco que Andión no dejará nunca de sentir desde el Rastro madrileño. En su más reciente grabación en directo, ese sonido es sustituido y elegantemente evocado por el de la armónica.

2. ‘Rogelio’ (“Retratos”, 1969).
Una de las primeras grabaciones de Andión pone de manifiesto la complejidad del análisis de su obra. Lo que a priori pudiera solventarse con la afirmación de ser un mero retrato del devenir de dos vagabundos resulta, con un análisis más detallado, en una pieza compleja en su planteamiento, narrada en primera persona, con una primera parte evocativa y una segunda de conclusión moral, como bien apunta Luis García Gil en la reciente biografía del cantautor. Basta echar un vistazo a la interpretación televisiva del tema para advertir la clara influencia de Jacques Brel y la chanson en el músico madrileño. Como en tantas otras de sus creaciones nos encontramos ante una canción cargada de desencanto y amargura, con dos amigos que sueñan con la felicidad y, al alcanzarla uno de ellos, olvida y desdeña al eterno camarada. Esta canción de larga duración (seis minutos) fue elegida para cerrar el popular programa radiofónico “El gran musical”, y estaba Andión en mitad de la interpretación cuando el noticiario obligó a cortar. José María Íñigo dijo que eso no podía ser y que volviera a la semana siguiente. Así lo hizo Andión, y debido a la larga duración del tema volvió a ocurrir lo mismo. Y una tercera vez fue convocado. Tres semanas seguidas cantando ‘Rogelio’ en “El gran musical”: aquello ubicó a Patxi Andión en el panorama nacional.–

3. ‘Samaritana’ (“Once canciones entre paréntesis”, 1971).
Reincide Andión con esta pieza en el tema del ‘amor en venta’, de la soledad, de las mujeres convertidas en cuasi solidarios auxilios del hombre errante, con evidente referencia bíblica a la mujer de Samaria de vida casi tan dudosa como la de María Magdalena, pero de cuyas manos aceptó Jesucristo un poco de agua para recuperar el resuello. El texto de Patxi Andión lo revalida como un exquisito retratista de situaciones, capaz de transmitir ambientes y emociones con un inteligente y sutil empleo del lenguaje. Y si en el caso de ‘La Jacinta’ se trataba de un fresco más rural, en este caso entramos de lleno en un ambiente aún más frío y descarnado, urbano por necesidad, con una emoción y una ternuras amargas y contenidas en esos versos que anticipan el final: “Me diste agua, me hiciste café… yo no recuerdo ya ni si te pagué”.

4. ‘20 aniversario’ (“Once canciones entre paréntesis”, 1971).
Este vals lírico compuesto con apenas 24 años desvela una doliente y sobrecogedora capacidad de Andión para retratar la monotonía del amor, la convivencia entre dos personas a las que, tras dos décadas juntos, mantienen unidos y vivos la rutina, la necesidad de seguridad y, también y a pesar de todo, los rescoldos de la pasión de antaño. La construcción melódica resulta impecable y el recitado cobrará aún mayor relevancia dos décadas después cuando el autor vuelva a grabar la canción en 1998 para el álbum “Nunca, nadie”. Sin lugar a dudas una de las joyas del cancionero de Andión, que fue inicialmente grabada por Massiel.

5. ‘Con toda la mar detrás’ (“Palabra por palabra”, 1972).
Esta pieza es otra muestra de la extraordinaria sensibilidad de un muy joven Patxi Andión para narrar episodios muy duros, con una pesada carga de amargura. En este caso se trata del naufragio de un barco de pescadores, grupo del que solo uno sobrevivió, consumido por la culpa y el alcohol. Es esta probablemente la canción más destacable de las muchas que el compositor dedicó a la mar como hogar y destino, así como a los hombres que se ganan la vida, y se la juegan, en ella. Además, su talento como cronista costumbrista cobra mayor relevancia con esta historia real, la del Virgen de Begoña, que naufragó en la bahía de San Sebastián durante un temporal. Tal y como cuenta la canción, el piloto iba borracho y sus compañeros lo ataron a un palo para impedir que cayera por la borda. Una infame ironía quiso que todos perecieran salvo él.

6. ‘Padre’ (“Palabra por palabra”, 1972).
Un sentido homenaje a su progenitor, hombre culto, comprometido y de valores sencillos, para el que Andión recurre a diversos elementos marineros en la construcción de un tema de progresión lírica e instrumental, con una emoción cada vez más lacerante. Esta es una de las muchas composiciones que ejemplifican cómo el autor, a pesar de su recia presencia física, su voz rasposa y la impulsiva imagen que solía desprender en sus papeles dramáticos, escondía un alma sensible e intimista, capaz de declaraciones de amor tan estremecedoras como esta a la figura del padre. Irónicamente, poco después de la publicación de esta canción, Francisco Andión Vara caería enfermo para fallecer al poco tiempo.

7. ‘Una, dos y tres’ (“A donde el agua”, 1973).
Cuenta el propio Patxi Andión que el famoso estribillo de esta canción se lo ‘facilitó’ una anticuaria, ya de amanecida, que abría su tienda en Las Galerías Piquer cuando el cantautor volvía a su estudio de El Rastro guitarra en ristre. No lejos de allí vio el joven una silla en la basura, rota, pero pensó que podía serle de utilidad, así que se la echó al hombro, y mientras se alejaba, escuchó decir a la mujer: “Una dos y tres, lo que usted no quiera para el Rastro es”. Estamos ante una de las grandes creaciones de su autor, tan sutil en su grandeza como la mayoría de sus obras mayores. En algo más de tres minutos el cantautor es rapaz de retratar con viveza y color el ambiente del popular mercadillo madrileño, desde la descripción de su gente y su ambiente hasta la propia jerga de los vendedores y las típicas situaciones de regateo con los clientes. La construcción musical de la canción no hace sino reforzar ese fresco, con un desarrollo en apariencia caótico y desmadejado que parece evocar las voces y el ajetreo en uno de esos placenteros paseos por este mercadillo imprescindible de domingo.

8. ‘El maestro’ (“A donde el agua”, 1973).
No es difícil encontrar en internet vídeos de esta canción acompañando a escenas de la película “La lengua de las mariposas”, de José Luis Cuerda, en la que Fernando Fernán Gómez lleva a cabo una homérica encarnación de un sencillo maestro de pueblo, figura fundamental en miles de pueblos de la geografía española en esos años en los que la educación y la cultura, cuando llegaba, lo hacían bajo la atenta mirada de las pistolas. La composición es un sentido homenaje y canto de agradecimiento a aquellos hombres que hacían de sus alumnos casi unos hijos más, y que, en muchos casos, no temían nombrar a los ‘innombrables’, para luchar así, desde modesta pero inmensa aportación, contra el manto de olvido y silencio que pretendían imponer “los Vencedores”. Melancólica, sentida, enérgica en su versión original más por rabia del autor que por necesidad del canto, la narración concluye como años después lo hará la película: con el exilio obligado del maestro.

9. ‘Amor primero’ (“Amor primero”, 1983).
Con esta canción, que daba título también al álbum, se precipita el comienzo del fin de aquella etapa musical de Patxi Andión. Sus trabajos para el cine y el teatro (arrollador su éxito como Che Guevara en el musical “Evita”, en 1981, junto a Paloma San Basilio) y su agitada vida social (como su boda con la miss Universo Amparo Muñoz) parecían empujar la barca de este autor hacia una popularidad que poco parecía compartir con el espíritu que venía reflejando en sus canciones. El del 83 fue un trabajo en el que la discográfica influyó lo suyo para dulcificar a la estrella, hacerla más agradable y accesible, hasta el punto de arroparlo nada menos que por Mocedades (en pleno furor del ‘Amor de hombre’) para grabar la canción que ocupa este epígrafe. La esencia del estilo Andión sigue intacta, aunque con una entrega a la nostalgia sin concesiones, muy en la línea del cine y la música de aquellos años, evocando los días de las primeras miradas y sonrisas sonrojantes, de los primeros besos y las primeras caricias. Una canción muy de la época, muy Andión en el texto y con la sombra de Juan Carlos Calderón (es decir, Mocedades), sobre los arreglos musicales y vocales. El combinado fue un éxito: número uno en España y Latinoamérica. Una faena para Patxi Andión, porque su siguiente paquete de canciones, en su línea habitual, puso los pelos de punta a la discográfica, que esperaba un “Amor primero, parte segunda”. Pero el cantautor no estaba por venderse al mejor postor. Hay que apuntar que la revisión del tema en el directo de 2014, “Cuatro días de mayo”, donde las armonías vocales —magistrales por otro lado— de Mocedades son sustituidas por el grito bronco y roto de Andión, dotan a la canción de una nueva vida, una nueva concepción menos afectada por los arreglos de los 80.

10. ‘María en el corazón’ (“Porvenir”, 2010).
Tras “Amor primero”, Andión grabó en 1986 el desigual “El balcón abierto” (donde destacaban sobre todo adaptaciones de autores italianos, como en ‘General’ o ‘Si yo fuera mujer’), y con él se despidió de una escena musical, y especialmente una industria, en la que no se sentía nada cómodo. En 1998 volvió para regrabar algunos de sus éxitos en “Nunca nadie”, y no volveríamos a saber de él hasta transcurrir otra década, cuando en 2010 presentó esa joya de intimismo y reflexión que es “Porvenir”. El álbum se abría con el tema que nos ocupa, canción llamada a pervivir como una de las imprescindibles de su autor. Casi cinco minutos para narrar un apasionado y efímero romance que, en realidad, ni siquiera llega a existir. Dos metros se detienen en una estación de Madrid (la de San Bernardo, para ser exactos), y dos desconocidos intercambian miradas. Y durante ese tiempo en el que los vagones están uno junto al otro, transcurre toda una vida, todo un mundo de posibilidades, para esas dos personas que conectan. Hasta que “Silbó el metro y de repente / lo que no empezó, acababa…”. Elegante y sutil en su construcción musical, y extremadamente exquisita en la narrativa, resulta una canción fascinante, que apuntala la maestría de su autor como compositor de retratos cotidianos.

Bonus track: El disco “Cuatro días de mayo” (2014).
Se trata del único registro en directo de Patxi Andión, grabado en cuatro escenarios diferentes de Portugal, país en el que el cantautor siempre ha gozado de una gran popularidad. Lejos de ser una mera compilación de grandes éxitos, este disco presenta una revisión muy interesante de buena parte de sus imprescindibles (incluye, entre otros, ocho de los títulos de esta lista), con dos nuevos aportes que les hacen ganar puntos en todos los casos. Por un lado, una instrumentación sutil que encamina el recital hacia senderos de melancolía, sentimiento que impregna buena parte de las canciones, con un protagonismo destacable de la armónica como acompañamiento habitual de las guitarras. Por otro lado, la voz del autor, con 64 años en el momento de las grabaciones, ha cobrado un encanta especial al volverse más ronca y profunda, tan tosca como lo son en ocasiones sus personajes retratados; imperfecta incluso, en ocasiones, consiguiendo con ello subrayar aún más la vulnerabilidad y sensibilidad de esas creaciones. Vienen a la mente con ello las imperfectas voces de madurez de Chavela Vargas o Kris Kristofferson y un efecto similar de honestidad y cercanía hacia el oyente. En definitiva, este disco es una muy buena elección para acercarse al Patxi Andión de hoy, a la espera —confiemos en que pronto— de su próximo disco.

Comentarios

Entradas populares de este blog

micanciondemisemana - ROSENDO - FLOJOS DE PANTALON

miportadademisemana - PINK FLOYD "The dark side of the moon" 1973

Capítulo 3. FRASES ESCONDIDAS EN CANCIONES. Hoy... IVÁN FERREIRO