Ir al contenido principal

50 DISCOS QUE CUMPLEN 50 AÑOS (1973-2023) 40 - THE ROLLING STONES "Goats head soup"


Hace ya unos cuantos años que hice unas entradas "comparando" el trio Led Zeppelin, Beatles y Rolling Stones...y a los Mick Jagger y compañia siempre les ponia perdiendo en la comparación. Nunca les he seguido mucho ni tengo discos suyos ni nada, les valoro en su medida, pero al igual que con U2 siempre les he tenido un poco de "mania".
Eso no quita que sus discos de finales de los 60 y comienzos de los 70 sean una maravilla de rock, soul, blues. Y es ahi donde se encuadra este disco, que su mayor pega es que vino despues de su gran obra maestra.
imaginen, imaginen....

01.- Dancing With Mr. D
02.- 100 Years Ago
03.- Coming Down Again
04.- Doo Doo Doo Doo Doo (Heartbreaker)
05.- Angie / 06.- Silver Train
07.- Hide Your Love
08.- Winter
09.- Can You Hear The Music
10.- Star Star


La siempre recomendable web exileshmagazine.com nos deja esta gran crítica que resume a la perfección el marco histórico de este album y el contenido del mismo.

Una vez finalizado el Exilio en la calle principal, concretamente en la maravillosa villa Nellcote, en Villafranche-sur-mer, donde Keith Richards comandó prácticamente en comuna el mejor disco de rocanrol de la historia, el más influyente y el que sin duda marca la cima de la mejor banda de rock hasta la fecha, The Rolling Stones tenían la difícil misión de no defraudar, de dar más aunque fuese imposible, y sin duda la sombra fue tan grande que todo lo que vino después supo a poco, a obra menor. 1972 fue sin duda la culminación de un poker de obras maestras, inalcanzables para cualquier otro músico, cualquier otra banda, que comenzó con la muerte de Brian Jones y el mítico «Beggar’s Banquet» (68), continúo con los tótems del género «Let it Bleed» (69), y «Sticky Fingers» (71), y finalizó con el descomunal «Exile on Main St» (72). La gira, inacabable, dejó exhaustos a los componentes de la banda los cuales decidieron (con buen criterio) parar y hacer unos cigarritos en Jamaica donde comenzó a fraguarse las nuevas composiciones que darían forma a su nuevo disco, el ninguneado y olvidado «Goat’s Head Soup».
La nuevas canciones son más negras que nunca. Más funks y más souleras, marcando claramente la senda que tomarían poco después. Para ello contaron con el equipo habitual, los Stones oficiales y los otros golferas de siempre: Nicky Hopkins, Bobby Keys, Jim Horn, Chuck Findley, Billy Preston e Ian Stewart, como no. Si «Exile» fue la cumbre, fue el subidón está claro que la «soup» fue el bajón, la decadencia. Fue la resaca después de la borrachera. Fue la decepción de una loca y equivocada noche sexual. Fue la paz interior después de fumarte un canuto totalmente agotado. Fue eso, y fue mucho más, porque nunca se ha valorado debidamente «Goats Head Soup». Siempre se ha ninguneado un disco que en realidad roza el sobresaliente. Un disco que firmado por cualquier otro sería enumerado entre obras casi maestras, pero al ser de los Stones y como digo, venir después de donde venía fue juzgado con demasiada severidad aunque, lógicamente, el tiempo pone a cada uno en su sitio, y escuchándolo hoy, y comparándolo con otros discos de la época poco hay que decir que no digan ya sus canciones.
Si podemos afirmar que en «Exile» el jefe absoluto fue Keith, en su continuación parece que Jagger se centró y dirigió el cotarro (como si no lo hiciese siempre!). Su voz es fantástica (como si no lo fuese siempre!) y su presencia y sexualidad son arrebatadoras (como si no lo fuesen siempre!). Jagger fue, es y será, en mi opinión, el mejor frontman de una banda de rock. No hay nada comparable. Absolutamente nada. Y no, no tuerzan los morros, esto es así, no hay discusión. «Goats Head Soup» sí es el final de una era, como «It’s Only Rock’N’Roll» (74) es el principio de otra, con Ronnie Wood de novato para afianzarse después en discos absolutamente maravillosos e imprescindibles como «Black and Blue» (76) y «Some Girls» (78). Es decir, que el poker del resacón que forman estos discos desde 1973 a 1978, son absolutamente acojonantes, descomunales, esenciales…. Serían dignos de una gran banda, si esa banda no hubiese firmado antes el otro poker, el de la grandeza, el de la realeza, el que les hizo dioses. Dicho esto, queda claro, que The Rolling Stones son la mejor banda de rocanrol de la historia. Amén.
Goats Head Soup comienza con unas guitarras diabólicas, ritmo infernal, atmósfera de sexo sadomaso… «Dancing With Mr.D» te golpea, te descoloca, y Jagger con esa voz.. sigue siendo el número uno, por estos primeros setenta no hay quién le tosa, esta canción es tan buena que podría haber estado en el Exile, en cualquiera de los antes discos nombrados y mitificados, y sería sin duda una de las mejores. Llega justo después un medio tiempo, «100 Years Ago», la voz de Jagger dominando el cotarro y la de Keith doblándola, seguramente Richards es la mejor segunda voz, o voz de apoyo del rock, detrás de la de Jagger provocan un sonido único, además hay un pianito, por cortesía de Billy Preston, que te va endulzando el tema y luego la guitarra rompe en un solo magistral, excelente canción. Baladita que te crío para el tercer corte, «Coming Down Again» interpretada de manera mágica por Keith, el alma de los stones, el guitarrista que hizo un pacto con el diablo, o es él el diablo?, preciosa canción, hipnótica que tiene un saxo del mítico Bobby Keys. La siguiente comienza con unas guitarras que se han copiado en los últimos años por todos los grupos ingleses, y del otro lado del charco, habidos y por haber, pues en esto del rock no hay nada que los Stones no hayan hecho antes que los demás, y es que «Doo Doo Doo (Heartbraker)» cuenta con una sección de vientos negrata que te pone calentito calentito, para inmediatamente mecerte con la balada por excelencia, «Angie», que a pesar de estar sobadísima luce linda, espléndida, perfecta aún en el 2020. Temón inolvidable que Jagger dedicó a la mujer por entonces del no menos mítico Bowie, ese pianito que tiene, esos arreglos, esa dulzura, buenísima, aunque tanto éxito provoco que al parecer el álbum sólo fuese esa canción y como suponéis y muchos sabréis en el disco hay mucha tela que cortar, como «Silver Train», la canción que le sigue, que tiene ese sonido americano, ese rock countresco, esos coros stonianos que me gustan tanto y que luego se repetirán hasta la extenuación en su siguiente disco «It’s Only Rock&Roll» (magnífico, por cierto). Y entonces llega un pelotazo llamado «Hide Your Love», que contiene blues del bueno. Obra maestra, ninguneada y oculta por el efecto «Angie». Su piano blues lleno de dolor y melancolía te envuelve mientras la guitarra de Keith te lleva río Mississippi abajo y te conduce irremediablemente a esa canción que tiene algo de Van Morrison llamada «Winter», esa joya, esa maravilla, esa balada de rompe y rasga que te prepara para la traca final, primero con «Can You Hear The Music», psicodélica e hipnótica, y finalmente con la rocanrolera, chuckberriana y demoledora Star Star (inicialmente llamada Starfucker), una de las mejores del disco porque es solo rocanrol pero nos gusta, y que sirve como final perfecto al álbum que por la enorme calidad de sus anteriores trabajos ha quedado en el olvido, que ciertamente está un escalón por debajo de aquellos increíbles e irrepetibles discos pero que igualmente va sobrado de calidad. Sin duda una auténtica joya oculta (otra!) de los Stones.


 Y para no dejarlo solo en una aportación, os traigo este artículo de 2018 firmado por Carne Cruda para eldiario.es

Goat’s Head Soup, el disco que vino después de Exile On Main Street. El disco donde viene Angie, para los menos avezados; el inicio de la cuesta abajo, para algunos; el hermano pequeño, flaco, feo, para otros; una tristeza infinita para Lester Bangs. Vamos a ver, ¿es que nadie considera esto un discazo? Sí, es inferior (ok, muy inferior) a Exile, pero, te recuerdo: John Ford rodó El Precio De La Gloria justo después de El Hombre Tranquilo, Dylan hizo John Wesley Harding como continuación a Blonde On Blonde, y Truman Capote escribió, un momento, ¿qué coño hizo después de A Sangre Fría? El problema de la Obra Maestra es que después tienes que seguir, y no es fácil.

La cuestión estriba en que Sopa de Cabeza de Cabra es un soberano pepinazo, y en él se manifiesta de manera mayestática un factor que en Exile simplemente intuyes, y es la Decadencia. Es el disco más sucio, guarro, sleazy, heroinómano y cerdo de los Stones. Goat Head Soup huele a jaco, y hiede a sexo, y apesta a degradación. Desde esa portada perversa, mefistofélica, con Jagger cubierto por una suerte de mortaja, una imagen que siempre me recordó a un fumadero de opio. Claro que si echas un vistazo a la contraportada y ves la máscara ultra yonkie de Richards se te quitan las dudas. El hecho, por cierto, de que salga Jagger cubriendo la portada relegando a Keez para la parte de atrás deja bien a las claras el cambio de capitán en el bote; Exile es de Keith, Soup de Mick. La diversidad estilística, la inmediatez y, en especial, el dominio de la voz en la mezcla (en Exile está convenientemente enterrada en el fango sonoro) prueban que Mick arrebató el protagonismo a un Keith cada vez más despistado por su adicción jamelga.

Grabado en Jamaica en el 73 en lo que resultó otro exilio al fin y al cabo, y producido –por última vez- por Jimmy Miller, vuelve al formato habitual de diez temas; se acabaron esos excesos. Y la decadencia de la que hablaba se revela desde el primer segundo, en ese riff arrastrado que inicia Dancing With Mr D (D por death, naturalmente) y la cadencia narcótica que empapa todo el tema; otra vez el fumadero de opio, el baile con la muerte, y esa letra becqueriana que contrasta en temática con el siguiente corte, 100 Years Ago, una reflexión un tanto ingenua sobre el envejecer que viste un embarullado tema repleto de parones y cambios de tempo, una canción que pasa del cuasi folk al funk (cortesía de Billy Preston) en tres minutos, con un inspirado solo final de Mick Wah Wah Taylor que quema. Con Coming Down Again la cosa se viene un poco abajo, apenas destaca un breve solo de saxo de Bobby Keys. Resulta algo chocante la profusión de temas lentos en Goats; junto a este tenemos Angie y Winter, quizá se buscó dar equilibrio al tono sofocante del disco, poniendo en contrapeso un toque melancólico y taciturno. Aun así Coming Down Again no funciona, por mucho que recuerde a Gram Parsons. Pero la cosa se pone seria cuando escuchamos ese clavinet y el wah wah de Taylor en el inicio de Doo Doo Doo Doo (Heartbreaker) ,por cierto, maravilloso título. Un funk callejero y, sí, muy sucio, con una letra curiosamente contestataria, atacando a la policía de NY por un supuesto caso de asesinato de un chaval. Heartbreaker with your 44, acuérdate de Harry Calahan. La primera cara termina con Angie, de la que ya se ha hablado hasta la saciedad. No, no es Angela Bowie, es sobre la hija de Keith.

La segunda cara de Goat Head Soup es magistral; cualquiera de esos temas hubiese encajado perfectamente en Exile; Silver Train, de hecho fue grabado en las sesiones de Sticky Fingers, y es un rocanrol de los que en manos de los Stones trasciende a un nivel donde otros fracasarían; si hay que poner un pero, de nuevo la preponderancia de la voz de Jagger: deja que se escuche esa harmónica, hombre. Y llegamos a una de las joyas ocultas del disco, Hide Your Love. Si decía que estos temas encajaban en Exile, Hide Your Love hubiese tenido que ir en ese disco; un desacomplejado blues pianístico (piano tocado por Jagger) donde, curiosamente, no toca Richards pero el bueno de Taylor se luce; escucha esa entrada en el minuto 00:53. Y seguida, otra golosina, Winter, balada en la tradición Moonllight Mile, con arreglos orquestales creciendo progresivamente hacia un final épico. Una preciosidad, una exquisitez. El solo de Taylor (¡otra vez!) entrando aproximadamente en el minuto 03: 20 es contenido, emotivo, emocionate. Y el final con Jagger susurrando por encima de la música y el último arreón, ¡buf! Y qué decir de Can You Hear The Music? Vilipendiada por frívola, pretenciosa o dispersa es un fenomenal y excesivo logro por parte de Jagger, un psicodélico collage de blues, un drone sintetizado al que, ok, le sobran las flautas al final. Y para terminar, repetimos; sexo, decadencia y cinismo. Star Star (Starfucker) o como contextualizar a Chuck Berry en el Yunkie Chic de los Stones setenteros y de paso darle un repaso a las groupies que, reconócelo Mick, te alegraban las giras. Cachonda es la historia de Steve McQueen montando en cólera cuando escuchó su nombre en el tema; como siempre más leyenda que realidad.

Demasiada sombra proyecta Exile sobre Goats Head Soup, pero no te engañes y no pases por alto esta maravilla, el tiempo siempre ha puesto en su lugar a este tipo de joyas semi ocultas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

micanciondemisemana - ROSENDO - FLOJOS DE PANTALON

miportadademisemana - PINK FLOYD "The dark side of the moon" 1973

Capítulo 3. FRASES ESCONDIDAS EN CANCIONES. Hoy... IVÁN FERREIRO