50 DISCOS QUE CUMPLEN 50 AÑOS (1973-2023) 32 - PAUL McCARTNEY AND WINGS "Band on the run"


Pónganse el cinturón que iniciamos un precioso viaje. En 1973, los 4 miembros de la banda sacaban disco con sus proyectos post Beatles. Y menudos 4 discos.
Comenzamos con el señor McCartney y sus Wings. Pop de bella factura, matices por aqui y por allá, folk, pop e incluso riffs de guitarras.... Eran 4 genios y no se me ocurre un grupo que se separa y sus 4 miembros hacen discos en solitario de tanta calidad como los que os presentaré estas 4 semanas.


Band On The Run (McCartney)
Jet (McCartney)
Bluebird (McCartney)
Mrs Vandebilt (McCartney)
Let Me Roll It (McCartney)

Mamunia (McCartney)
No Words (McCartney-Laine)
Picasso’s Last Words (Drink To Me) (McCartney)
Nineteen Hundred And Eighty Five (McCartney)

Producido por Paul McCartney



Para que buscar más cuando encuentras esta gran web y su no menos crítica a este disco. Totalmente recomendable Guilletek.com

 Antes de acabara 1973, Paul y sus Wings editarían otro LP, el segundo del año tras su exitoso «Red Rose Speedway» y el lanzamiento de su fabuloso single y banda sonora de película Bond, «Live And Let Die«. Paul quería grabar un disco en África y decidió que podrían viajar a Nigeria, pero Henry McCullough, el guitarrista, abandonó el grupo unos meses antes de partir (Paul y él discutían frecuentemente por diferencias artísticas) y a Denny Seiwell -el batería- le daba terror ir a África, así que decidió dejar también la banda. Paul, Linda y Denny Laine viajaron igualmente –“eso sólo significaba que yo tendría que tocar la batería y Denny y yo nos repartiríamos los solos de guitarra, no hay problema”-. El resultado es el mejor disco post-Beatle de McCartney , uno de los mejores trabajos -si no el mejor- que un ex-beatle grabara y uno de los clásicos de todos los tiempos. Hasta Lennon reconoció que era un álbum “muy bueno“. Es variado, inteligente, bien acabado … es su celebérrimo y brillantísimo “Band On The Run».

Cuando llegaron a Lagos, Nigeria, en agosto de 1973, Paul, Linda y Denny se encontraron un modesto estudio en malas condiciones, sin mesa de control y con apenas una grabadora de ocho pistas. No obstante, la banda no se desanimó y comenzó a organizar las audiciones para buscar músicos locales que enriquecieran el sonido del disco. Sorprendentemente, el músico local Ransome-Kuti les acusó públicamente de «intentar robar la música africana» generando un gran revuelo. «La idea era usar músicos locales…, ya sabes, queríamos todas esas fantásticas percusiones y tal, con congas y esas historias… Pero entonces, cuando llevábamos un par de días buscando músicos, apareció Ransome-Kuti, y dijo muy serio: «estáis robando la música negra». Nosotros lo negamos y le dijimos que sólo queríamos colaborar con algunos de sus colega… Al final dijimos, «al carajo, lo haremos nosotros», y así fue». Finalmente, y ante la ausencia de músicos, Paul, Denny y Linda se encargaron de todos los instrumentos. Así, Paul McCartney aportó voces, guitarras, bajo y todas las baterías; Denny se encargó de los coros y de las guitarras y Linda de coros y teclados.

Pero esta no fue la única dificultad con la que se encontraron. Cuando llevaban unas dos semanas en Lagos, Paul y Linda sufrieron un atraco con arma blanca. «Eran cinco o seis tipos, Linda gritaba «Es músico, no le hagáis daño», yo les dije «¿Qué queréis?, ¿dinero?»… y ellos dijeron que exactamente eso es lo que querían, y se lo di, claro». Poco después, Paul sufrió un colapso respiratorio durante una sesión de grabación y se desplomó inerte. Según el médico, había sufrido un broncoespasmo como consecuencia de fumar demasiado. «Me empecé a encontrar mal y salí a tomar el aire… Pero aún fue peor, era terrible, sentí un dolor brutal en el pecho y me desplomé. Linda creía que estaba muerto…, pero sólo fue un susto. Por lo visto, por fumar demasiado»

A pesar de todas las dificultades, Paul y Wings terminaron el disco en los AIR Studios de George Martin en septiembre y se editó el 30 de noviembre de 1973 en Europa, y el 3 de diciembre en Estados Unidos, convirtiéndose en un número 1 planetario y objetivo de las más elogiosas críticas: «El mejor disco publicado por cualquiera de los cuatro músicos que una vez se llamaron The Beatles, con la posible excepción de John Lennon/Plastic Ono Band», dijo Rollingstone. El título del LP -«Banda a la fuga»- parece inspirado, según palabras del propio McCartney por la etapa final de los Beatles y sus problemas legales: «es sólo un buen juego de palabras, me acordé de cómo en una de nuestras reuniones en Apple, George dijo que, de alguna manera, éramos prisioneros de toda aquella situación».

El disco es perfecto, sin fisuras, sin un sólo bajón a lo largo de sus diez cortes. Las melodías -todas- son soberbias y está arreglado y producido por el propio McCartney con un gusto pasmoso. Un clásico de todos los tiempo sólo al alcance de un verdadero genio.

El LP arranca con «Band On The Run«, el magnífico «tema río» que da título al disco. Ya desde la época de los Beatles, Paul y John usaron distintos fragmentos inacabados de canciones para conseguir grandiosos temas como «A Day In The Life» y «I’ve Got A Feeling», o el celebrado medley de «Abbey Road». El delicado comienzo –«stuck inside these four walls»-, da paso a una rockera parte central –«If we ever get out of here»-, para acabar en un genial estribillo en la mejor tradición pop. Una maravilla que fue editada como single alcanzando el número 1 en Estados Unidos y el 3 en Inglaterra

«Jet», otro clásico de McCartney. Buen rock que fue nº1 como single en USA e Inglaterra gracias a su indudable punch comercial. Todo un imprescindible del rock de los 70. Poco después los ánimos se sosiegan con la preciosista «Bluebird«, delicada balada acústica con un espectacular trabajo de voces y un solo de saxo (a cargo de Howie Casey) para el recuerdo . Magnífica.

Los ritmos africanos se cuelan en la rítmica «Mrs. Vandelvilt«, en la que Paul además de obsequiarnos son una fantástica línea de bajo nos regala un estribillo para recordar. McCartney se muestra especialmente solvente con la batería (recordemos que está tras este instrumento en todas las canciones del álbum)

Con»Let Me Roll It«, McCartney calca el estilo de John Lennon en solitario. ¿Quiso hacer un homenaje?, ¿quiso demostrar que el estilo de John era imitable?, en cualquier caso es un temazo. Paul siempre negó la influencia de su ex-compañero en este tema: «A mí no me suena a John, yo no uso el «echo» tan habitualmente como John …, pero no es un efecto exclusivo de John. Tened en cuenta que, a pesar de lo que se diga, John y yo tenemos gustos muy parecidos. Es sólo una canción de riff a la que pensé que le quedaba bien todo ese efecto «echo» en la voz…, nada más». Una joya para cerrar una cara A simplemente perfecta.

La cara B arranca con la bucólica»Mamunia«, tranquilo y fabuloso tema acústico con ciertas reminiscencias africanas. Otra enorme línea de bajo adorna este tema cuyo estilo recuerda lucho al McCartney del «Álbum Blanco» («Rocky Racoon», «Mother Nature’s Son»). El ritmo sosegado se mantiene con la primera aparición de Denny Laine como co-autor en un disco de Wings. «No Words«, de hecho es más de Laine que de McCartney y es, sin duda, una notable canción.

Afrontamos la recta final con la onírica «Picasso’s Last Words«, gran acústico en la mejor línea mccartiana. Durante su creación, Paul se exhibió ante Dustin Hoffman componiendo esta canción en un cuarto de hora a petición del actor. «Estábamos de vacacione en Jamaica y nos enteramos de que Dustin Hoffman y Steve McQueen estaban por allí rodando «Papillon». Nos llevaron al rodaje y luego Dustin nos invitó a cenar a su casa. Después, Dustin me preguntó acerca de cómo componía mis canciones y si podía componer una canción sobre cualquier cosa, yo le expliqué que simplemente las hacía, sin pensar demasiado… Entonces sacó un ejemplar de la revista «Time» y me enseñó un artículo en el que explicaba que Picasso, en su última noche de vida, le dijo a sus amigos «Bebed conmigo, bebed a mi salud, sabéis que yo ya no beberé más», luego se fue a la cama y murió… El caso es que cogí una guitarra, usé una de esas combinaciones de acordes infalibles y me puse a cantar ‘Drink to me, drink to my health…’ Fue muy gracioso. Dustin se puso a saltar y a gritar nervioso, como los personajes de sus películas…, gritaba «Hey!, ¡lo está haciendo!. ¡está componiendo!»…, bueno, y esa canción acabó siendo «Picasso’s Last Words».

Y llegamos al gran final, la incomensurable «Nineteen Hundred And Eighty Five«, arrollador rock con referencias al «1984» de George Orwell. La frase de piano que rodea al tema es sencillamente genial. Un tema sencillamente perfecto que va creciendo en intensidad hasta desembocar en un auténtico éxtasis orquestal que se remata con un pequeño fragmento de «Band On The Run, dando al disco una meritoria sensación de coherencia interna.

«Band On The Run» es un LP imprescindible. Un disco absolutamente perfecto que no debería faltar en ninguna discoteca mínimamente seria. Paul McCartney es un genio, lo demostró con los Beatles y, por si quedaban dudas, lo confirmó con esta joya musical.

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