Coleccionando vinilos - 9 - THE VELVET UNDERGROUND AND NICO (1967)
Que ganas tenía de tener este vinilo y cuando lo tuve en mis manos y vi que el vinilo era amarillo y empezó a sonar "Sunday Morning", supe que había comprado un clásico.
Un disco que ya les aviso en 2017 van a tener plátano hasta en la sopa porque cumple 50 años.
Este tipo de discos me han enseñado que no es necesario rockear y gritar para escribir canciones protesta o revolucionarias.
En 1967, The Velvet Underground con canciones pop-folk de sonido agradable cantaban sobre las drogas, el sexo, masoquismo, prostitución.... Hace 50 años...
Y adoro esa mezcla de canciones radiables, bonitas.... con esos ataques de locura sonora y psicodélica que dejaron descolocada a la gente cuando publicaron este disco que se adelantó a su tiempo.
Una obra de arte la cojas por donde la cojas. Decir más cosas yo sobre el que se ha escrito tanto no tiene mucho sentido.
Casi es mejor darle al socorrido copia pega, para ver el extraordinario reportaje que hace wikipedia y las críticas extraidas de jenesasipop y aloha criticón.
La historia de la banda y de este disco a través de la socorrida wikipedia:
The Velvet Underground &
Nico es el
primer álbum
de estudio de la banda estadounidense The Velvet Underground lanzado en 1967, éste
cuenta con la colaboración en las voces de la cantante alemana Nico. Su grabación se efectuó en Nueva
York y Hollywood entre abril y mayo de 1966 bajo la dirección del líder delmovimiento
pop art, el estadounidense Andy
Warhol, aunque no se acreditó a Norman Dolph y John Licata,
responsables de las sesiones en Nueva York, y a Tom Wilson, que en palabras del propio
bajista de la banda John
Cale fue el
productor de casi todas las canciones. Pese a que se grabó en 1966, no salió a la
venta hasta el 12 de
marzo de 1967 por distintos problemas primero por la censura y posteriormente de realización por la
inusual portada, pese a esto lo editó el sello discográfico de jazz Verve
Records, propiedad de la Metro-Goldwyn-Mayer.
La temática del disco se
centraba en tópicos como el uso y
abuso de drogas, la prostitución, el sadismo
y masoquismo, y las desviaciones
sexuales, éste trasfondo oscuro fue considerado revolucionario en su
tiempo. La música fue obra principalmente casi
exclusiva del guitarrista y cantante Lou
Reed. La portada de la producción estuvo diseñada por el propio
Warhol, se trata de la imagen de un plátano pop con una invitación a que se lo pele
("Peel slowly and see"). En diferentes ediciones del álbum, incluida
la primera, el plátano es una calcomanía que tapa una imagen fálica
("plátano" rosado sin cáscara). La contraportada de la primera
edición contenía una proyección del show Exploding Plastic Inevitable.
El álbum debutó en el puesto
171 entre los
álbumes más vendidos de la lista Billboard y desapareció de las tiendas prácticamente
de la noche a la mañana, fue muy poco exitoso desde su lanzamiento, pero a la
postre se convirtió en uno de los discos más influyentes y aclamados por la
crítica en la historia. En el 2003 la revistaRolling
Stone lo
colocó en el nº 13 en su lista de "Los 500 mejores álbumes de todos los
tiempos". En el 2006 un jurado compuesto por expertos en
preservación de música y sonido de los Estados Unidos la anexó en el Registro
Nacional de Grabaciones de la Biblioteca del Congreso de
Estados Unidos debido
a su "significado cultural o histórico" en la vida estadounidense.
Grabación
The Velvet Underground &
Nico fue
grabado con la primera alineación de The Velvet Underground, que incluía a Lou
Reed, John
Cale, Sterling
Morrison y
Maureen Tucker; con Nico, quien en ocasiones era la voz principal, y bajo la instigación
del mentor y manager de la banda, Andy
Warhol. Nico fue la voz principal en tres tracks del disco
("Femme Fatale", "All Tomorrow's Parties" y "I'll Be
Your Mirror") y acompañante en "Sunday Morning". En 1966,
mientras el álbum estaba siendo grabado, esta fue la alineación que actuaría en
vivo como parte de la Exploding Plastic Inevitable de Warhol.
La mayor parte de las canciones
que formaría parte del disco se grabaron a mediados de abril de 1966,
durante un período de cuatro días en Scepter Studios, y una menor parte en un
estudio de Nueva
York. Esta sesión última fue financiada por Warhol y el ejecutivo de
ventas de la Columbia
Records, Norman Dolph, que también fungió como ingeniero en audio junto
con John Licata. Aunque el costo total del proyecto se desconoce, se estima que
fue entre $1,500 y $3,000 dólares.
La grabación en Sceptre se
efectuó con bastante rapidez, los primeros dos días fueron de trabajo con una
duración aproximada de entre 8 y 10 horas, el tercer día se dedicó a escuchar
el material y el cuarto se dedicó a la mezcla del material. Poco después, Dolph
envió un acetato de la grabación a la Columbia, en un intento para que
promocionaran el disco, pero estos declinaron hacerlo, al igual que la Atlantic
Records y Elektra
Records. Eventualmente, la MGM
Records propietaria
de la Verve
Records aceptó
pero con la ayuda del productor de la Verve Tom Wilson, quien recientemente
había trabajado para la Columbia.
Con la aprobación de la
disquera, tres de las canciones, "I'm Waiting for the Man", "Venus
in Furs" y "Heroin", fueron re-grabadas en dos días en T.T.G. Studios durante
la estadía de la banda en Hollywood a principios de 1966. La fecha de salida
del álbum fue retrasada una y otra vez por problemas en la producción, Wilson
añadió en noviembre de 1966 una última canción al disco: el prospectivo
sencillo "Sunday Morning". La versión para el álbum fue más
profesional y exuberante de la que circulaba en la radio por ese tiempo.
Producción
Existe cierta confusión en
cuanto a quién es realmente el productor de The
Velvet Underground & Nico. Aunque Andy Warhol es el único al que se le
acredita oficialmente la producción, él tuvo muy poca influencia directa o
autoridad sobre el álbum más allá del pago de las sesiones de grabación. De
hecho, varias otras personas que trabajaron en el álbum son a menudo
mencionadas como productores técnicos.
Norman Dolph y John Licata son
siempre a los que se les atribuye la producción de las sesiones en Scepter
Studios, considerándolos responsables por la grabación y arreglos (a pesar de
que ninguno de los dos nunca se menciona en los créditos originales del álbum). El mismo Dolph, sin embargo, admite que el
verdadero productor creativo del álbum fue John Cale, así como el encargado de
la mayoría de los arreglos musicales. Y sin embargo, Cale más tarde recordó que
fue Tom Wilson quien en realidad produjo casi todos los tracks deThe Velvet
Underground & Nico. "The band never again had as good a producer
as Tom Wilson,"(La banda nunca tuvo tan buen productor como Tom Wlson)
afirmó Cale en una entrevista. "Andy
Warhol didn't do anything."(Andy Warhol no hizo nada)
Sin embargo, otros citan que la
falta de manipulación en la grabación por parte de Warhol es en sí mismo el
significado legítimo de la producción. Lou Reed discute su importancia en una
entrevista:
Él hizo
posible que fuéramos nosotros mismos y que continuáramos con ello porque él era
Andy Warhol. En cierto modo, él realmente no lo produjo, porque era la
sombrilla que absorbía todos los ataques cuando no éramos lo suficientemente
grandes como para ser atacados... y como consecuencia de esto él fue el
productor, nosotros continuábamos en pie y creábamos y hacíamos lo que siempre
hacíamos y nadie nos podía detener porque Andy era el productor. Por supuesto
que él nunca supo nada de la producción, pero el no debía saberlo. Él solo se
sentaba ahí y decía "Oooh, es fantástico," y el ingeniero diría ,
"¡Oh si! ¡verdad! Es fantástico, ¿no?
Música
Temática
The Velvet Underground &
Nico se
caracterizó por su abierta y honesta descripción de temas como el uso y
abuso de drogas, la prostitución, el sadismo y el masoquismo, y las
desviaciones sexuales. "I'm Waiting for the Man" describe los
esfuerzos realizados por un hombre para obtener heroina mientras que
"Venus in Furs" es una interpretación casi literal de la novela del siglo XIX del mismo nombre (que a su vez es una prominente
interpretación de la BDSM).
"Run Run Run" también esta en torno de la cultura de las drogas como
premisa. "There She Goes Again" hace referencia a una chica que huye
de su novio después de los maltratos recibidos por éste. Una de las más
conocidas tracks del álbum es "Heroin", una canción que detalla el
uso y la experiencia de sentir los efectos cuando se consume esta droga.
Lou
Reed, quien escribió la mayoría de las canciones del disco, nunca
tuvo la intención de escribir únicamente sobre temas controversiales debido a
la gran polémica que estos presentan. Reed, un fanático de escritores y poetas
como William
Burroughs, Allen
Ginsberg, y Hubert Selby, no vio la razón de por qué el contenido de sus
canciones no podían ser trasladadas al rock
and roll. Reed, quien estudió una Licenciatura en Artes en la
Universidad de Siracusa, dijo en una entrevista que la unión entre los dos (el
contenido polémico y la música) era "obvia". "Ese es el tipo de cosas que deberías
leer. ¿Porqué no lo escucharías? Te diviertes al leerlo, y te divierte al
rockear con ello."
Aunque el contenido oscuro del
álbum es hoy considerado revolucionario,7 muchas de sus canciones están relacionadas
con otros temas. Muchas de la canciones escritas por Reed fueron basadas en
observaciones de los miembros de "Factory Superstars" de Andy Warhol.
"Femme Fatale" en particular fue inspirada por Edie
Sedgwick bajo la
solicitud de Warhol. "I'll Be Your Mirror", inspirada por Nico, es una tierna canción que contrasta con
otras como "Heroin". Un error que se comete comúnmente es que
"All Tomorrow's Parties" fue escrita por Reed a petición de Warhol
(como se mencionan Victor Bockris y Gerard Melanga en la minuciosa biografía de
Velvet Underground Up-Tight:
The Velvet Underground Story). Parece ser que la canción es otra
observación sobre la Factory, Reed había escrito la canción antes de conocer a
Warhol—esta es incluida en el demo de la banda de 1965 que forma parte del
Disco 1 de Peel Slowly and See el box set, grabada antes de que
Warhol conociera a la banda.
Instrumentación
Gran parte del sonido del álbum
fue concebido por John
Cale, quien hizo hincapié en la cualidades de experimentación de la
banda. Cale, quien estaba muy influenciado por su trabajo con La
Monte Young, porJohn Cage y
tempranamente por el movimiento Fluxus,
alentó al uso de nuevas maneras de producir en la música. El pensamiento y
creatividad de Cale encajaba muy bien con la de Lou Reed, quien ya había
experimentado con diversas afinaciones. Por ejemplo, Reed "inventó"
la guitarra ostrich para una canción escrita por él
llamada "The Ostrich" (El avestruz) para la fugaz banda The
Primitives. La Ostrich guitar consiste en que todas las cuerdas estuvieran
entonadas en la misma nota. El método fue utilizado en las canciones "Venus
in Furs" y "All Tomorrow's Parties". A menudo, las guitarras se
hacían más graves, produciendo un sonido muy bajo que Cale denominaba
"sexy".
Carátula
"The Banana Album"
The Velvet Underground &
Nico es
algunas veces llamado el "banana album" debido a la pintura realizada
por Andy Warhol en la portada del disco, una banana. Las
primeras copias del álbum invitaban al propietario a "Peel slowly and
see" (Pelarlo lentamente y ver); pelando a la banana se podía observar un
platano de color carne por debajo. Una máquina especial fue necesaria para la
elaboración de estas carátulas (una de las causas de la demora de la salida de
esta producción), pero la MGM pagó los costos de esto sabiendo que
cualquier cosa que estuviera vinculado con Warhol elavaría las ventas del
álbum.
En la republicación del CD en 1996, la imagen de la banana paso a ser
la portada del disco, mientras que la imagen de la banana fálica paso a la
imagen del interior del disco.
Polémica demanda por la contraportada
Cuando el disco fue publicado
por primera vez, la fotografía de la contraportada (tomada de la presentación
en la Exploding Plastic Inevitable) aparece la imagen del actor Eric Emerson
proyectada boca abajo en la pared que se encuentra detrás de la banda. Emerson
amenazó con demandarlos por el uso no autorizado de su imagen, a menos que se
le pagara. La MGM retiró del mercado las copias del
disco y detuvo su distribución hasta que la imagen de Emerson fuera borrada de
la foto en las posteriores copias. A las copias ya impresas se les colocó una
calcomanía negra que tapaba la imagen del actor. La imagen original fue
restaurada y puesta de nuevo en el relanzamiento del CD en 1996.
Recibimiento y Ventas
El lanzamiento inicial de The Velvet Underground & Nico fue un fracaso, tanto por su falta de
similitud con la música pop de la época, lo que llevó al disco a
ser un fracaso financiero, como por la fuerte temática que se manejaba en el
material, que les acarreó negativas por parte de la radio para la reproducción
de sus canciones y por parte de las disquerías para distribuir su obra,
diversas revistas advertían sobre el contenido fuerte de esta producción. También se le ha atribuido su fracaso a la
falta de promoción por parte de su disquera Verve, que
falló al promover este disco.
Su debut en el Billboard Album Chart se produjo el 13 de
mayo de 1967 en el #199 para después dejarlo el 10 de
junio con el
#195. Volvió a entrar en los charts el 18 de noviembre en el #182, llegando a
su puesto más alto, #171 el 16 de diciembre y finalmente dejaría permanentemente
las listas el 6 de enero de 1968 en el #193. Cuando la Verve retiró del
mercado el disco por los problemas legales con Eric Emerson, desapareció de las
listas solo por 5 meses.
Reconocimientos
Publicación
|
País
|
Elogio
|
Año
|
Posición
|
Robert Dimery
|
Los 1001 álbumes que debes
escuchar antes de morir
|
2005
|
*
|
|
Estados Unidos
|
'Los 500 mejores álbumes de
todos los tiempos'
|
2003
|
13
|
|
Entertainment Weekly
|
Estados Unidos
|
Los 100 CD más grandes de todos
los tiempos
|
1993
|
17
|
Reino Unido
|
Los 100 álbumes más grandes que
se han hecho
|
1995
|
9
|
|
Los 500 mejores álbumes de
todos los tiempos
|
2005
|
4
|
||
Reino Unido
|
Los 100 discos que cambiaron al
mundo
|
2007
|
7
|
|
Los 500 mejores discos del
siglo XX
|
2002
|
1
|
Lista de canciones
Cara A
|
||||||||||
N.º
|
Título
|
Escritor(es)
|
Voz principal
|
Duración
|
||||||
1.
|
«Sunday Morning»
|
Cale,
Reed
|
2:54
|
|||||||
2.
|
4:39
|
|||||||||
3.
|
«Femme Fatale»
|
Nico
|
2:38
|
|||||||
4.
|
5:12
|
|||||||||
5.
|
«Run Run Run»
|
4:22
|
||||||||
6.
|
«All Tomorrow's Parties»
|
Nico
|
6:00
|
|||||||
Cara B
|
||||||||||
N.º
|
Título
|
Escritor(es)
|
Voz principal
|
Duración
|
||||||
1.
|
7:12
|
|||||||||
2.
|
«There She Goes Again»
|
2:41
|
||||||||
3.
|
«I'll Be Your Mirror»
|
Nico
|
2:14
|
|||||||
4.
|
«The Black Angel's Death Song»
|
Reed, Cale
|
3:11
|
|||||||
5.
|
«European Son»
|
7:46
|
||||||||
Créditos
The Velvet Underground y Nico
·
Nico – chanteuse,
voz en "Femme Fatale", "All Tomorrow's Parties" y
"I'll Be Your Mirror"; coros en "Sunday Morning"
Producción
·
Norman Dolph y John Licata – ingeniería en Scepter Studios (no
acreditados)
·
Gene Radice y David Greene – edición de post-producción,
remezcla
A continuación incorporo dos grandes publicaciones sobre este disco. La de Rockdelux que te nombró "mejor disco del siglo XX" y la de Aloha Criticón.
Rockdelux
El disco más influyente de la historia del
rock. La progresión del primer álbum de los Velvet Underground, con nulo éxito
en su momento, ha sido como una ola que ha ido creciendo y creciendo hasta
dejar su poso en casi toda la mejor música blanca de origen rock que nos ha
llegado en las últimas cuatro décadas. Sin este disco, (probablemente) no
habríamos tenido, de la manera en que fueron concebidos y luego desarrollados,
ni glam ni krautrock ni punk ni new wave ni noise ni indie... Fue escogido el
número 1 en la lista de los doscientos mejores álbumes del siglo XX que se
publicó en octubre de 2002 en elRockdelux 200. Esta es la crítica que escribió
Santi Carrillo en aquel celebrado extra. Debajo, un par de muestras de su
esquizofrénico reinado: “Sunday Morning” y “Heroin”.
La lucha de egos y la dependencia
de la heroína pueden conducir a esto. “The
Velvet Underground & Nico”, obra que anuncia las diferentes
opciones seguidas por el grupo en su corta trayectoria, de 1965 a 1970
(preciosismo, experimentación y rock’n’roll), es el disco de rock de debut más
importante de todos los tiempos, el más imitado de la historia.
Del fracaso comercial de una
singladura casi privada –conciertos para minorías selectas, protegidos de la
estrella del pop Andy Warhol– al posterior reconocimiento, definitivamente
perdurable, de visionarios instaurando el fin de la inocencia con una mezcla
profana de ruido y realismo sucio. Los pocos que compraron sus discos acabaron
creando sus propias bandas (o ejerciendo de críticos de rock). David Bowie,
Iggy Pop, Roxy Music, T. Rex, Can, New York Dolls, Patti Smith, Talking Heads,
Television, Joy Division, R.E.M., Hüsker Dü, Sonic Youth, The Jesus & Mary
Chain y la música blanca que realmente ha importado en estas tres últimas
décadas ha tenido su incontestable momento Velvet. Curiosamente, influyeron en
generaciones posteriores, no en la suya.
¿El secreto? Por un lado, la
ambición literaria de Lou Reed, escribiendo sobre temas que el rock
generalmente no trataba, fundiéndose con su asombrosa facilidad melódica y su
especial dialecto neoyorquino. Por otro, el galés John Cale, rey de la
disonancia, aportando su experiencia con La Monte Young en Dream Syndicate e
incorporando su idea de que todos los acordes básicos podían ser musicados
juntos, aventurando así las propuestas más avanzadas del grupo, factor al que
se sumó lo corrosivo del volumen y el uso provocativo que de él hicieron
(vinilos de los Small Faces y The Who traídos desde Londres por Cale les
abrieron las puertas del feedback).
Sterling Morrison, fino guitarrista rítmico, con quien había coincidido Lou
Reed en la Universidad de Syracuse, aportó su devoción por el rhythm’n’blues.
Maureen Tucker, sustituyendo en la batería al fugaz y místico Angus MacLise
desde el primer concierto de cobro del grupo (75 dólares; el 11 de noviembre de
1965, en el instituto de Summit, en Nueva Jersey), definió el armazón del sonido
de la banda, ¡y de pie!, con su golpear simple y básico, monótono, influenciado
por los percusionistas africanos.
Todo ello arbitrado por la fría
fascinación de una enigmática Nico ejerciendo de impuesta estrella invitada y
apadrinado por un Warhol que, mientras duró el idilio, les incitó a ser tan
únicos, sin concesiones, como ya lo eran antes y como lo seguirían siendo
después de su encuentro. Aquello fue la suma del talento y el empeño de la
suburbial clase media de Long Island (Lou, Sterling y Maureen), la bohemia
europea (John y Nico) y el artisteo propio de Manhattan (la corte de Warhol).
La suburbial clase media de Long Island, la bohemia
europea y el artisteo propio de Manhattan; la fórmula perfecta: VU.
Con un dulce tintineo de
campanillas y un bajo que aplaca todas las resacas se abre la mañana de un
domingo de vuelta a casa. Así se inicia, con advertencias, el disco de la
banana: un entrañable“Watch out, the world’s behind you” que nos previene del mundo que no
vemos. “Sunday
Morning”, compuesta por Reed y Cale tocando el piano en casa de un
amigo a las seis de la madrugada de un domingo tras una noche de juerga, fue la
última canción en grabarse; la solía cantar Nico en directo, pero en el estudio
prefirió hacerlo Lou Reed; esa voz femenina le valió el sobrenombre de Lulu en
la Factory y la creencia equivocada de que era Nico quien la cantaba.
Un riff de piano funky, rhythm’n’blues sucio y
demoledor, narrando en primera persona la búsqueda de drogas en Harlem
(mensaje: con el asunto en las manos, siempre te sientes bien… hasta el día
siguiente), fue –noticia– la primera canción de The Velvet
Underground en ser
versionada: “I’m
Waiting For The Man” cayó
en las garras de un ya voraz David Bowie a finales de 1966; su manager le trajo
de Nueva York una demo del disco ya grabado. Y, atención, en marzo de 1967,
justo antes de que el LP de los Velvet se publicase, un Bowie listísimo ya la
cantaba en directo con su grupo The Riot Squad.
La alemana Nico aterrizó en la
Factory gracias a que Warhol era un manipulador acostumbrado a enfrentar
personalidades para que de ese choque surgiera algo brillante. Ella fue
propuesta como cantante para todo el repertorio por Paul Morrissey, cineasta y
mano derecha de Warhol (ganar dinero a través del emergente contexto del rock,
ese era el objetivo); ¿la excusa?: no le gustaba cómo cantaba Reed. Warhol
consideró que, poniéndola a ella delante, estaba ofreciendo “a la gente algo a lo que mirar”.
Lou Reed y John Cale le hicieron la vida imposible; pero Nico supo aplicar su
encanto desestabilizador entre los chicos del grupo, dependiendo de a quien
creía más importante en cada momento, y consiguió que Reed, seducido por ella,
le regalase“Femme Fatale”, canción inspirada, a petición de Warhol,
en la vida de la actriz Edie Sedgwick (cuestión: te halagará para después
despreciarte; “what
a clown”). Hilarantes los coros de Reed pronunciando a la francesa“fœtale”.
“The Velvet Underground” (1963),
un estúpido libro de bolsillo sobre sadomasoquismo del irlandés Michael Leigh,
los llevó a su denominación definitiva (antes, The Primitives, The Warlocks y
The Falling Spikes), que también quisieron relacionar con el cine marginalunderground con el que se identificaban. Junto al
tema“Venus In Furs” (“Shiny-shiny,
shiny boots of leather”), inspirada en los mundos oscuros de
Leopold Sacher-Masoch, fueron sus únicas referencias a una forma de sexo
extremo del que no participaban y que tan solo utilizaban como inspiración
literaria. Era la canción favorita de Sterling Morrison, donde según él
consiguieron más acertadamente el sonido que perseguían: azotes de misterio; la
electrificada viola de Cale, repetitiva, indagando un territorio virgen; cuero,
cascabeles y correas…
“Run Run Run” es la angustia del yonqui vendiendo su alma por una
dosis más en un frenético rock’n’roll a lo Bo Diddley que acaba yendo al tajo
del ruido; coros en equipo y un Lou fiero comandando la excursión a Union
Square, entre las calles 14 y 17, a por material: engrasados.
El síndrome Cenicienta en “All Tomorrow’s Parties”, la
canción favorita de Warhol, estaba inspirada en aquella feria de las vanidades
que era la Factory, una cuarta planta al este de la calle 47, el epicentro de
la cultura pop en la ciudad, donde la búsqueda de la celebridad se convertía en
toda una adicción; la cantó Nico con su germánico acento de resonancias frías y
magnéticas (“and cry behind the door”) por encima de un terreno
abonado al magma Velvet: el envolvente desvarío de la suma de todas sus partes.
El “dream team” del rock: Sterling Morrison, Lou Reed,
Nico, Maureen Tucker y John Cale: el mito que perdura.
Los epopéyicos siete minutos de “Heroin” dan con la pieza de resistencia del
disco, la que mejor define la leyenda de los Velvet: ese cataclismo de
guitarras y chirriante viola nuevamente marcando el tono sórdido de un álbum
que, según confesó Maureen Tucker años después, no se correspondía con sus
vidas. Pero esa risa boba, la descripción detallada de un mood tan pasivo y ese inquietante “I guess that i just don’t know”delataban
al núcleo duro de la banda. John Cale nunca le perdonó a Lou Reed su concesión
al cambiar el inicio de la canción. En vez de “Sé exactamente hacia adónde
voy”, Reed grabó “No
sé bien adónde voy”.
Montada a partir del riff de guitarra del “Hitch Hike” (1962) de
Marvin Gaye, la polémica “There
She Goes Again”añade todavía más madera a la incorrección política:
castigo físico a las chicas ligonas: “You
better hit her”.
“Seré tu espejo, reflejaré lo que
eres / Por si no lo sabes / Seré el viento, la lluvia y el crepúsculo / La luz
en tu puerta / Que te indica que has llegado a casa / Cuando creas que la noche
ha caído sobre tu mente / Que en tu interior eres retorcido y desagradable /
Déjame que te enseñe que estás ciego / … Me cuesta / Creer que desconozcas / La
belleza que hay en ti / Pero si no lo sabes / Déjame que sea tus ojos / Una
mano en tu oscuridad / Para que no tengas miedo…”. La mejor canción de amor posible es “I’ll Be Your Mirror”, quizá el
vínculo definitivo entre Lou Reed y Nico; toda una paradoja, también.
Burlándose de su tono grave (esos coros finales en “reflect what you aaaare” son, como mínimo, sospechosos), Nico
tuvo que repetir la toma infinidad de veces, llorando, deprimida. Y es que lachanteuse Nico, quien prácticamente no llegó a
intercambiar más de tres frases con Maureen Tucker en toda su estancia en el
grupo, era todo un problema: ¿qué hacer con ella cuando no cantaba? Bien, a
veces se quedaba en escena tocando la pandereta…
La brillante letanía que es el
Canto Fúnebre del Ángel Negro, con la viola de Cale sacando chispas, juega con “I chi-chi / Chi-chi I / Chi-chi-chi /
Ka-ta-ko” y concluye
con“Elige elegir / Elige perder / Elige marcharte”; no
sorprende, pues, que su residencia de varios pases por noche en el sórdido Cafe
Bizarre, en pleno Greenwich Village, durante diciembre de 1965, se acabase
cuando les prohibieron volver a tocar este “Black
Angel’s Death Song” tras
una furiosa acometida que, por supuesto, volvieron a repetir orgullosos
–vaciaban el local, se quejaban de ellos–. Les largaron, pero allí estaban
Barbara Rubin y Gerard Malanga, la conexión con la Factory, para irle con el
cuento al mecenas Warhol. Cuatro meses después, Andy Superstar les producía
este disco (Reed: “Por
supuesto que Andy no sabía nada sobre producir un disco; él se sentaba allí y
decía: ‘Oh, es fantástico’, simplemente”). 1.500 dólares para
alquilar un vetusto estudio en obras en pleno Manhattan que solo disponía de
cuatro micrófonos, sesiones sin overdubsque
se completaron en Los Ángeles, al mes siguiente, aprovechando una visita a
California del espectáculo multimedia Exploding Plastic Inevitable (EPI),
itineranteperformance de
Warhol, entre abril de 1966 y mayo de 1967, de la que formaban parte los Velvet
vertiendo música a proyecciones, efectos luminosos, películas y baile;
actuaciones convertidas en bandas sonoras en directo donde la improvisación,
sin imposiciones internas, jugaba entre el puro azar y la total libertad a la
caza del espíritu del free jazz.
Lou Reed, marcado por las clases
de literatura de su amigo y maestro Delmore Schwartz (el poeta de “En los
sueños empiezan las responsabilidades”; apareció muerto, completamente
alcoholizado, en julio de 1966 en el Chelsea Hotel), y fuertemente influenciado
por su vital manera de afrontar el arte de la escritura, le dedicó este“European
Son”, la canción que cierra el LP, “porque apenas tenía texto”;
Delmore odiaba las letras de rock’n’roll. Primero correosa y después
masturbatoria –según el verdadero productor del disco, Tom Wilson, el mismo del
Dylan eléctrico–, recoge influencias de lasperformances musicales del movimiento artístico
Fluxus y conserva el incidente de John Cale creando una atronadora sensación de
cristales rompiéndose al arrastrar una silla metálica y tirar al suelo platos
de aluminio.
La búsqueda de la celebridad se convertía en toda una
adicción en la Factory, pero quedó, para siempre, la música de este disco.
Atlantic rechazó la grabación
porque no quería canciones sobre drogas; a Elektra, en cambio, le sobraba la
viola de Cale. “The Velvet Underground & Nico” tardó casi un año en
publicarse, marzo de 1967. Verve, subsidiaria de Metro Goldwyn Mayer, a la que
Paul Morrissey había vendido el master gracias a la presencia en el proyecto
de Warhol y Nico, no sabía qué hacer con el LP y se volcó con el “Freak Out”
(1966) de los Mothers Of Invention de Frank Zappa. Influyó también en el
retraso en su edición las trabas de producción para confeccionar la carpeta con
la famosa banana pelable firmada por Andy Warhol, el único nombre que aparecía
en la cubierta originalmente; comercialmente, no tuvo un efecto positivo
inmediato. Con el disco ya en las tiendas, surgieron más problemas: la foto de
la contraportada mostraba al grupo tocando en un EPI, sobre la proyección de la
película de Warhol “Chelsea Girls” (1967); allí se veía, cabeza abajo, a Eric
Emerson bailando, quien, necesitado de dinero por sus problemas con la justicia
–posesión de ácidos–, pidió una compensación económica a MGM por haber
utilizado esa imagen sin su consentimiento. La compañía bloqueó la distribución
del álbum, que desapareció de las tiendas desde mayo. Cuando el incidente quedó
solventado, con la fotografía retocada, el disco ya no se recuperó de las
deficientes ventas. La frustración que les produjo todo aquello se vislumbró
después en el caos sonoro del siguiente álbum, también reflejo de sus vidas.
El distanciamiento con Warhol
empezó tras una discusión por una cuestión de dinero al respecto de una de las
actuaciones fallidas del EPI en Los Ángeles. Al volver a Nueva York, un Lou
Reed con hepatitis se ausentó seis semanas para restablecerse, internado en el
hospital; nadie se interesó por su salud. El grupo actuó en Chicago sin él, con
John Cale ejerciendo de cantante. Lou Reed, ya descontento con el papel
protagonista de Warhol y Nico, pensó que estaba perdiendo el control sobre los
Velvet, hecho que se agravó al saber que Paul Morrissey intentaba influir en
Warhol para lanzar a Nico en solitario. Decidió no escribir más canciones para
Nico y, finalmente, romper su asociación con Warhol en julio de 1967; Lou Reed
lo despidió, culpa y arrepentimiento que reflejaría casi veinticinco años después
en “Songs For Drella” (1990), su sonado reencuentro con John Cale. Aunque
dejaron algunos discos más para la posteridad hasta la renuncia definitiva de
Reed en agosto de 1970 a seguir en algo que ya se había alejado por completo
del espíritu colectivo del grupo –“White Light/White Heat”(enero
1968; todavía con John Cale, hasta septiembre de ese año), “The Velvet Underground” (marzo 1969; ya con Doug Yule al bajo)
y “Loaded” (septiembre 1970; con Billy Yule a la
batería)–, aquel incidente con Warhol fue el detonante de una escabechina con
demasiadas traiciones por el camino: un proceso de eliminación que convirtió el
inicial todos contra el mundo en un lastimoso todos contra ellos mismos. Pena
máxima.
Y para siempre quedó esa
reputación de banda anfetamínica y feísta, demasiado oscura y pornográfica,
alejada de la inocencia hippy y proclive al hiperrealismo urbano. Su amalgama
de melodía y ruido, de dulzura y perversión, no hablaba de sueños utópicos
referentes a una nueva sociedad y sí de individualismo y cinismo: miedo,
egoísmo, desviaciones sexuales y drogas. Desesperación y muerte. Bienvenidos al
mundo real, parecían sugerir.
Aloha criticon
Uno de los grandes grupos de todos los tiempos, poco valorado en
su época, su roturación vanguardista, aridez y crudeza lírica y exploración
sonora en territorios del pop y el rock influyó decisivamente en el desarrollo
posterior de la música moderna, ya que sin su presencia artística, movimientos
como el punk o grupos de diferentes sonidos alternativos jamás hubiesen
surgido.
La Velvet Underground se crea en la ciudad de Nueva York a
mediados de los años 60, liderados por su principal compositor, guitarrista y
cantanteLou Reed y por el instrumentista John Cale (bajo,
viola, teclados).
Reed, que nació en el seno de una familia judía de clase media
alta, se convirtió desde niño en un gran seguidor de la música popular y del
rock’n’roll, afición que pudo poner en práctica cuando formó en su adolescencia
el grupo The Shades.
Más tarde y mientras cursaba estudios en la Universidad de
Siracusa consiguió un contrato como compositor para Pickwick Records.
En Pickwick se encontró con John Cale, un muchacho galés de formación
clásica que se había trasladado a los Estados Unidos gracias una beca para
intentar desarrollar su talento artístico en el Conservatorio Eastman, talento
que volcaba por su pasión por John Cage y los movimientos vanguardistas.
Ambos se enriquecieron mutuamente, influyéndose e interesándose
en plasmar sus ideas en una formación conjunta. Para la creación de la misma
reclutaron a Walter DeMaria y Tony Conrand y se hicieron llamar The Primitives.
Sin demasiada fortuna, Conrand y DeMaria abandonaron el proyecto,
al que pronto se unieron el guitarrista Sterling Morrison, compañero de
universidad de Lou Reed, y la batería Maureen “Moe” Tucker, quien reemplazó a
Angus MacLise, primer ocupante del puesto en las baquetas que decidió abandonar
a sus compañeros cuando éstos comenzaron a cobrar por las actuaciones.
Rebautizados como The Velvet Underground, nombre derivado del
título de un libro de sadomasoquismo escrito por Michael Leigh, el cuarteto fue
visto en un concierto realizado en un local llamado Café Bizarre por Andy
Warhol, peculiar personaje interesado en todo tipo de vanguardia artística y
creador del movimiento pop-art.
Warhol terminó por incorporarlos a su proyecto The Exploding
Plastic Inevitable, convirtiéndose asimismo en su representante y productor.
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