50 DISCOS QUE CUMPLEN 50 AÑOS (1973-2023) 1- PINK FLOYD "Dark side of the moon"
Aquí estamos de vuelta tras un largo parón para acometer algo que estaba en mi cabeza ya desde hace tiempo cuando hablaba de vinilos antiguos y me encontraba grandes discos que se habían publicado en 1973, año de mi nacimiento.
Aprovechando que esos discos y yo cumplimos 50 años en 2023, he reunido "50 DISCOS QUE CUMPLEN 50 AÑOS (1973-2023)" para demostrar que 1973 es el mejor año de la historia en cuanto a discos publicados.
Cualquier excusa es buena para hablar de buena música y para después de haber oído hablar de ella ponerte a escucharla.
Y el mejor ejemplo es con el que comienza esta temporada, con el "Dark Side of the Moon" de Pink Floyd.
Escuchar sin más este disco es un puro disfrute sonoro, no lo duden. Pero si antes han leído y escuchado apuntes, historias, detalles técnicos, anécdotas, etc etc.... el viaje sonoro cuando den al play es mucho más placentero.
Sobre este disco lo tienen fácil, es uno de los mejores de la historia y hay artículos y podcast para aburrir, pero en mi caso que solo tenía este disco en cd, de repente en el recomendable podcast EL DESCAMPAO, hicieron dos programas sobre este disco. Uno sobre la historia de su creación y otro sobre el análisis del disco canción a canción.
Creo que me lo escuché tres veces seguidas, me fui al Fnac, me compré el vinilo y durante una semana fue lo único que escuché ya que tenía en la memoria todo lo que comentaban de este disco, todos los detalles, las temáticas, los sonidos en segundo y tercer plano que normalmente dejas pasar, aquí cobraban todo su protagonismo, etc etc....
Si les gusta este disco, no duden en escuchar esos dos capítulos y luego ponerse el disco de nuevo. Seguro que su escucha no va a ser la misma.
Os dejo con un gran resumen de este gran disco/grupo/portada. Lo tiene todo y creo que era ideal para empezar esta temporada de 50 DISCOS QUE CUMPLEN 50 AÑOS.
1(a) | Speak To Me | ||
1(b) | Breathe In The Air | 3:57 | |
2 | On The Run | 3:31 | |
3 | Time | 7:05 | |
4 | The Great Gig In The Sky | 4:47 | |
5 | Money | 6:23 | |
6 | Us And Them | 7:48 | |
7 | Any Colour You Like | 3:25 | |
8 | Brain Damage | 3:50 | |
9 | Eclipse | 2:06 |
Credits
- Artwork [Sleeve Art By] – George Hardie N.T.A.*
- Backing Vocals – Barry St John*, Doris Troy, Leslie Duncan*, Liza Strike
- Bass Guitar, Vocals, Synthesizer [VCS3], Effects [Tape Effects] – Roger Waters
- Design [Sleeve Design By], Photography By – Hipgnosis (2)
- Engineer – Alan Parsons
- Engineer [Assistant] – Peter James
- Keyboards, Vocals, Synthesizer [VCS3] – Richard Wright
- Mixed By [Mixing Supervised By] – Chris Thomas
- Percussion, Effects [Tape Effects] – Nick Mason
- Producer – Pink Floyd
- Saxophone – Dick Parry (tracks: 5, 6)
- Vocals – Clare Torry (tracks: 4)
- Vocals, Guitar, Synthesizer [VCS3] – David Gilmour
- Written-By – Gilmour* (tracks: 1(b) to 3), Mason* (tracks: 1(a), 3, 7), Wright* (tracks: 1(b), 3, 4, 6, 7), Waters* (tracks: 1(b) to 3, 5, 6, 8, 9)
Booklet:
Recorded at Abbey Road Studios, London
between June 1972 and January 1973
℗ 1973 Original sound recordings made by EMI Records Ltd.
© 1973 EMI Records Ltd.
Pink Floyd: el análisis más completo del 'Dark Side of the Moon' en el 49º aniversario de su lanzamiento
Hoy se cumplen 49 años del lanzamiento de 'Dark Side of the Moon', una de las obras maestras de la historia del rock salió en Reino Unido tal día como hoy, pero en 1973.
Pink Floyd ha sido siempre una banda de conflictos y desavenencias, desde sus inicios, convirtiéndose en una de las mayores influencias de psicodelia de la escena de Londres, brillaban con una luz que no tenía pinta de apagarse, todo a pesar de que su líder, Syd Barrett se viera abocado a salir de la banda por problemas mentales y vicios desmesurados, hándicaps que le habían llevado a liarla en los conciertos, en los que acababa cantando una canción mientras la banda tocaba otra o experimentando con la guitarra más allá de la lógica; por este motivo el bajista Roger Waters, que se había convertido en cabecilla de la banda, decide contratar a David Gilmour, que tenía como misión apoyar a las voces de Syd y aportar a la banda un extra de técnica a la guitarra; para ese puesto habían pensado en Jeff Beck, pero les daba más vergüenza que les dejara en evidencia negándose a participar, que todo lo que podría ofrecer a la banda.
Aunque Barrett era un buen guitarrista, le faltaba técnica, lo que se vería subsanado con la llegada de David Gilmour, cuyo talento es sobrenatural; si un estudiante de guitarra busca un solo abrumador le aconsejo que beba de Hendrix, Page o Slash, pero si lo que quiere es algo potente, elegante y hermoso a la vez, hay muy pocos como Gilmour, con el permiso de Knopfler o Clapton.
Así, Gilmour se convierte en frontman inesperado. Richard Wright, imprescindible al teclado, no supo hacer valer su talento y Roger lo despedía por vago durante la grabación de ‘The Wall’, mientras que Nick Mason supo mantener siempre un perfil bajo pero sólido tras la batería. Ya en 1985 el propio Waters, que se creía el dueño y señor de Pink Floyd, decide poner fin a la banda. Como Gilmour y Mason no estaban dispuestos a renunciar a seguir en activo con el mismo nombre, llevan a cabo una jugada maestra, abren las puertas de nuevo a Wright con dos fines: que él no los demandara por apropiarse del nombre y recuperar el sonido de la banda, ya sin el bajista ya entre sus filas.
Mucho protestó Waters, pero las argucias legales permitieron a los de Gilmour seguir con el nombre; eso sí, Roger les dijo que había elementos que no podrían utilizar en sus shows, ya que estaban registrados a su nombre, como el caso del cerdo volador de ‘Animals’; pero, nuevamente, la astucia de David ganó la batalla legal al colocarle unos testículos enormes al animal, algo que volvió a irritar al ex bajista, que ni siquiera acudió a la ceremonia de entrada de la banda en el Rock And Roll Hall of Fame en 1995.
Pero volvemos al pasado, momentos antes del estrellato mundial y a todos los pasos que dio Pink Floyd para llegar a ‘The Dark Side of the Moon’, cada uno de ellos fue crucial para construir un disco tan puro, la caótica forma de ver la música que tenía Syd Barrett había dado paso a una manera, más o menos, consensuada de arreglar todas las canciones que llevaba Waters al ensayo.
El estilo de Roger a la hora de enfocar la narrativa lírica había sido siempre muy oscura y demasiado abstracta, por lo que decidió ser más directo a la hora de escribir el nuevo disco, enfocando el trabajo como conceptual a partir de un tema que se convertiría en el planeta que hace que los demás graviten a su alrededor, esa pista sería “Money”, después darían forma al resto de temas para configurarlo todo en torno a la existencia humana, con todas sus locuras. Posiblemente, se trate de un disco tan grande porque rodó en directo antes de grabarse, lo que permitió que fueran alterando y modificando diariamente las partes que no les acababan de entusiasmar. La idea era hacer una presentación de lo que sería el futuro trabajo y mostrarlo en una gira por espacios de aforo reducido para después llevarlo al estudio y pulir las canciones hasta la perfección.
Lejos de esta loca teoría, el apartado musical roza la perfección, el rock progresivo y el rock en general se detuvo por un instante para poder asimilar todos los cambios que iba a sufrir desde este momento. Pero no solo ese estilo, todos los músicos acabarán bebiendo de esta fuente que abarca psicodelia, pop, funk… por no hablar del cambio de paradigma con respecto al uso de sintetizadores en el rock. Por todo, ‘The Dark of the Moon’ es uno de los discos más vendidos de la historia y es el único que ha permanecido en puestos de Billboard un total de 937 semanas, lo que viene siendo cerca de 19 años.
El diseño corresponde a Hipgnosis, uno de los grupos de arte más importantes de la escena musical, Storm Thorgerson (amigo de la infancia de Gilmour y Waters) y su asociado George Hardi fueron los que propusieron el diseño entre otros seis proyectos, pero todos coincidieron en que el prisma daba en el clavo a la hora de definir al disco, una portada simple, pero con una carga simbólica muy potente.
EL DISCO
1. “Speak To Me”. Con un latido nos quieren demostrar lo lleno de vida que está este trabajo, aunque sea una pista más del álbum no se puede considerar como una canción en sí, sino como una obertura en la que quieren plasmar los diferentes aspectos que nos vamos a encontrar: maquinaria trabajando, el tick tack de un reloj, máquinas registradoras, voces hablando de la locura (clara referencia a Syd Barret), un helicóptero, risas demoníacas, un cuervo, todos los elementos vertebran de principio a fin este disco. Para mí, es como el “trailer” del disco.
2. “Breathe (In The Air)”. Un acorde de piano reproducido al revés da el pistoletazo de salida de la canción, que no puede empezar mejor, sonidos dulces y armónicos de guitarras, piano y bajo. Fantástico manejo del pedal phaser y la Steel guitar por parte de Gilmour que hacen que la canción se mueva lentamente. Aunque en los créditos aparezcan Gilmour, Wrigth y Waters, la autoría parece ser solo de Roger junto a Ron Geesin, que la elaboraron, años antes, para el documental ‘The Body’; lo cierto es que he escuchado esa canción y no se parece en nada a la que tratamos aquí, pero... La letra habla de lo que significa tu vida en el presente, construida a base de experiencias y tropezones, pero eligiendo siempre tu propio camino.
4. “Time”. Un despertador sonando a la vez en cientos de relojes nos anuncia que es tiempo de cambio, Alan Parsons, ingeniero de sonido del disco, fue el encargado de grabar estos sonidos en una tienda de antigüedades cerca de Abbey Road. Los latidos vuelven a escena, la intro, en la que domina la percusión, nos va llevando, lentamente al meollo y es tras el primer estribillo cuando llega uno de los momentos épicos del disco, un solo madrugador espectacular, digo madrugador porque no es habitual encontrar un solo de guitarra tan pronto dentro de una canción y es, posiblemente, uno de los mejores y más elegantes de Gilmour. Presentes durante la mayor parte del tema los coros femeninos, que dejan una sensación de sujetar la canción de una forma brillante. También enorme la letra que te sumerge en la línea temporal de la vida, la importancia de las decisiones y de perseguir nuestras pasiones, la vida pasa a una velocidad de vértigo. El final se bautizó como “Breath (Reprise)”, ya que vuelve sobre la melodía de “Breath” pero con diferente letra.
6. “Money”. La caja registradora más famosa de la historia del rock y uno de los riffs de más reconocibles por, entre otras cosas, lo inusual del tiempo que utilizaron en toda la canción, un 7/4, salvo en el solo de guitarra y en el final del tema que recurrieron al 12/4 por la complejidad de escribir el solo, un miramiento que no tuvieron con Dick Parry, que sí tuvo que grabar el solo de saxofón en el tempo original. El dinero como la raíz del mal. El final de la pista es una entrevista curiosa que Waters realizó a diversas personas que se encontraban en Abbey Road, con preguntas como ¿Tienes miedo a la muerte?, ¿Qué opinas del lado oscuro de la luna?, o ¿Cuándo fue la última vez que fuiste violento? Las respuestas se pueden escuchar en este fragmento, una pena que no pusieran lo que respondió McCartney a las mismas, ya que también fue interrogado, pero decidieron no darle voz porque se pasaba de gracioso.
9. “Brain Damage”. Todos somos un poco lunáticos y nos veremos en el lado oscuro de la luna, parece que la canción tiene cierto recuerdo al que fuera el líder de la banda Syd Barret y sus problemas mentales. Waters es quien se encarga de cantar el tema que contiene uno de los coros más potentes del trabajo. Al final de la canción se puede escuchar a Pete y Patricia Watts contestando a la pregunta que hacía Waters sobre qué les parece el lado oscuro de la luna, la risa maníaca de Pete se utilizó en varios fragmentos de la obra.
10. “Eclipse”. Continúa cantando Waters sobre ese muro de sonido que crean el Hammond, las guitarras y los coros. Los cinco sentidos se juntan con los extrasensoriales a medida que crece la intensidad emocional de la canción y todo deriva en que la luna eclipsa al sol, la oscuridad gana a la luz, no sabemos aprovechar lo que se nos ofrece, siempre hay algo que nos impide acercarnos a la luz. Quieren cerrar el ciclo del disco con los latidos iniciales y con una declaración del vigilante de Abbey Road afirmando que no existe lado oscuro en la luna, que todo en ella es oscuridad.
The Dark Side of the Moon (titulado en la edición de disco compacto de 1993 como Dark Side of the Moon; en español: El lado oscuro de la luna) es un álbum conceptual y el octavo de estudio de la banda británica de rock progresivo Pink Floyd. Fue lanzado el 17 de marzo de 1973 en Estados Unidos y el 24 de marzo del mismo año en el Reino Unido. El álbum está construido a partir de las ideas que Pink Floyd había explorado en sus conciertos y anteriores grabaciones, pero carece de los largos instrumentales que caracterizaban a los trabajos posteriores a la marcha en 1968 de su miembro fundador, principal compositor y letrista, Syd Barrett. La temática del álbum incluye el conflicto, la avaricia, el envejecimiento y la enfermedad mental, tema este último inspirado en parte por el deterioro mental de Barrett.
El álbum se desarrolló como parte de una futura gira de la banda, estrenándose en directo varios meses antes de que siquiera hubieran comenzado las grabaciones en el estudio. El nuevo material se fue refinando a medida que avanzaba la gira, y fue grabado en dos sesiones en 1972 y 1973 en los Abbey Road Studios de Londres. Pink Floyd usó algunas de las técnicas de grabación más avanzadas de la época, incluyendo grabaciones multipista y loops. En varias de las pistas se usaron sintetizadores analógicos, mientras que una serie de entrevistas con la banda y el equipo técnico aparecen a lo largo del álbum en forma de citas filosóficas. Alan Parsons fue el responsable de algunos de los aspectos sónicos más innovadores del álbum, incluyendo la interpretación no léxica de Clare Torry.
The Dark Side of the Moon fue un éxito inmediato, llegando en Estados Unidos a lo más alto de la lista Billboard 200 durante una semana. Permaneció en las listas 749 semanas (catorce años), siendo así el álbum que más tiempo ha permanecido en listas de la historia. Con una estimación de ventas de 50 millones de copias, es el álbum más exitoso de Pink Floyd y uno de los más vendidos a nivel mundial de la historia. Ha sido remasterizado y reeditado en dos ocasiones, además de haber sido versionado por varias bandas. Del álbum se extrajeron dos sencillos: «Money» y «Us and Them». Además de su éxito comercial, podría decirse que The Dark Side of the Moon es el álbum más popular entre los seguidores y críticos,y aparece frecuentemente en las listas de mejores álbumes de todos los tiempos.
Y esta es la historia de la mítica portada:
El álbum se publicó inicialmente en formato de vinilo con una carpeta desplegable diseñada por Hipgnosis y George Hardie, la cual mostraba un prisma refractando luz en su portada. El grupo Hipgnosis diseñó varias de las portadas de los álbumes previos de la banda, con resultados controvertidos; EMI no quedó satisfecha al ver las portadas de Atom Heart Mother y Obscured by Clouds, ya que esperaban diseños más tradicionales que incluyesen rótulos y palabras, pero los diseñadores Storm Thorgeson y Aubrey Powell pudieron ignorar las críticas, dado que la banda les contrataba. Para The Dark Side of the Moon Richard Wright les pidió que le presentaran algo «más elegante, con más clase». El diseño del prisma se inspiró en una fotografía que Thorgeson había visto en una sesión de brainstorm (lluvia de ideas) a la que asistió con Powell. El diseño corrió a cargo de George Hardie, empleado de Hipgnosis. La compañía de arte le ofreció a los miembros de la banda a elegir entre un total de siete diseños, pero los cuatro coincidieron en que el diseño del prisma era de largo el mejor. El diseño del prisma representa tres elementos; la iluminación en los conciertos de la banda, las letras del álbum y el deseo de Richard Wright de crear una portada más «sencilla y pulcra». El espectro de luz continúa por el desplegable antes de volver a unirse en otro prisma en la contraportada, una idea de Roger Waters. Añadido al poco tiempo, el diseño del desplegable también contiene la representación del latido de corazón empleado a lo largo del álbum, mientras que la idea de incluir otro prisma en la contraportada fue de Thorgeson, con el objetivo de facilitar la disposición del álbum en las tiendas de música. La banda de luz que emana del prisma en el álbum tiene seis colores, dejando fuera el índigo en comparación con la tradicional división del espectro en rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta. Un prisma normal mostraría un espectro continuo sin límites definidos entre un color y el siguiente.
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