50 DISCOS QUE CUMPLEN 50 AÑOS (1973-2023) 5 - DAVID BOWIE "Aladdin Sane"

 

No me voy a repetir mucho, porque veo que esto que va a pasar con Aladdin Sane va a pasar con otros discos y es que he leido recientemente que va a salir una edición conmemorativa del 50º aniversario de la publicación de este disco.

Y me da que esto va a pasar más veces ya que en estos 50 discos hay discos legendarios y algunos seguramente que son difíciles de adquirir.

7 años hace que nos dejó el sr. David Bowie, y entre reportajes, sus inmensos dos últimos discos, y alguna película que otra, es cierto que nunca ha caido en el olvido como pasa con otros genios que nos dejan (por ejemplo, con Prince, otro genio, no veo que se le recupere tanto).

50 años hace de este "Aladdin Sane", el disco que trajo una de las imágenes más icónicas de Bowie, la del rayo en la cara, y que suponia un reto tras sus 4 últimos discos y sobre todo como iba a defender "el disco siguiente a Ziggy Stardust. 

Pues lo logró con nota con este colección de canciones donde el glam, el pop, el jazz, el piano y el hard rock setentero hacen acto de presencia.

Canciones

Todas las canciones escritas por David Bowie, excepto donde se indica.

Lado A

N.ºTítuloDuración
1.«Watch That Man»4:30
2.«Aladdin Sane (1913-1938-197?)»5:06
3.«Drive-In Saturday»4:33
4.«Panic in Detroit»4:25
5.«Cracked Actor»3:01

Lado B

N.ºTítuloDuración
6.«Time»5:15
7.«The Prettiest Star»3:31
8.«Let's Spend the Night Together» (Mick JaggerKeith Richards)3:10
9.«The Jean Genie»4:07
10.«Lady Grinning Soul»3:54




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Aladdin Sane nos muestra a grandes rasgos un sonido glam que nos recuerda en ciertos momentos a la propuesta del anterior trabajo. Bien es cierto que el concepto sonoro varía porque el contenido plasmado incluso puede llegar a pecar de poca homogeneidad, lo cual le confiere también un atractivo añadido precisamente por ello. Bowie sigue aquí instalado en la burbuja glam rock de brillantina, pero aplicando una capa pop con pinceladas de diferentes tonalidades, dejando entrever su gusto por el art y el piano rock. En cierta medida, es un álbum más complejo que el Ziggy Stardust.

A través de la mítica e icónica portada, podemos atravesar un universo musical que fue creado mientras David giraba con la banda por los Estados Unidos. Sin apenas tiempo para digerir la obra que lo estaba aupando al Olimpo del rock, sigue trabajando como si no hubiese mañana, lo que le ha llevado a publicar durante un buen tiempo un disco o más por año.  
Nuevamente sería el señor Ronson una pieza fundamental para Bowie, pero también los músicos con los que fue trabajando, alguno de ellos participando en el propio álbum.

No sé si Bowie era consciente de que igualar la grandeza de Hunky Dory The Rise And Fall Of Ziggy Stardust And The Spiders From Mars, sobre todo este último por ser el que comenzaba a darle al artista el ansiado estrellato, sería prácticamente imposible por diferentes factores difíciles de frenar o apartar, pero a cambio ofreció un punto de vista diferente, un eclecticismo notorio a lo largo de las diez composiciones elegidas, dejando claro que iba a hacer lo que le apetecía en ese momento, resultando además un trabajo divertido.

Nuevamente, Bowie y su equipo acuden a los Trident Studios, en el que compartirá de nuevo tareas de producción con Ken Scott. El proceso de grabación se llevó a cabo desde octubre de 1972 hasta finales de enero del año siguiente, aunque las prisas por publicar el álbum jugaron alguna que otra mala pasada. Empezando por la mezcla de "Watch The Man", donde la voz se queda bastante camuflada por el grueso de la instrumentación. Ellos afirman que realmente tenían otra mezcla con las voces más destacadas, pero que finalmente optaron por la que nos ocupa. Ellos sabrán, pero ciertamente se queda coja en determinados momentos, a pesar de ser una canción excitante en la que las guitarras son un torbellino incesante mientras son realzadas por exquisitos pianos y puntuales coros grandilocuentes. 
La pausa y la exquisitez la pone la canción que da título al disco, un jazz tétrico coronado por un magnífico solo de piano de Mike Garson que según cuenta, grabó en una sola toma, animado por el propio Bowie para sacar lo mejor de sí mismo.
"Drive In Saturday" es un precioso medio tiempo sofisticado con suaves líneas vocales, donde nos encontramos con una excelente labor en los coros y muy buenos aportes a cargo de los vientos. Por su parte, "Panic In Detroit" es algo más acelerada y cruda, incluyendo una sugerente percusión a cargo de Cormack. Bowie, junto a Ronson y Bolder, buscaban un ritmo inspirado en Bo Diddley, a lo cual Woodmansey se negó, limitándose a tocar la batería como él quería, de ahí la inclusión de una parte extra de diversos instrumentos de percusión y congas.

Entramos de lleno en una de las canciones más hard rockeras del álbum con "Cracked Actor". Las guitarras de Ronson rugen sin cesar mientras Bowie canta unas melodías vocales tremendamente adictivas y festivas. Un tema enérgico y directo que contrasta con "Time", un título de cierto aire cabaretero en el que Bowie la interpreta vocalmente de manera afectada y exagerada, mientras Garson se libera con un ejercicio magnífico en el piano. Llega el turno de "The Prettiest Star", un tema inspirado en Angie, la pareja de David en ese momento, donde el señor Ronson aporta parte de su magia a las seis cuerdas. Lo que sí no entiendo es la inclusión de la versión de los Rolling Stones "Let's Spend The Night Together", más allá de dejar claro que en aquel momento David Bowie estaba tremendamente influenciado por la banda de Jagger. Tras ello, la genial "The Jean Genie", inspirada en el "I'm A Man" de Bo Diddley, y sobre todo por la revisión que hicieron después de la misma los The Yardbirds. Este tipo de homenajes tan explícitos fueron muy frecuentes en la época, sobre todo en el mundo del blues, y que algunas veces llegaron incluso a ser acusados de plagio, aunque no es el caso de Bowie. La canción se convirtió en un delicioso hit, otro más para la colección del camaleón británico.
Para el final, "Lady Grinning Soul", que bajo mi punto de vista es una de las gemas más preciadas del álbum. Todo el dramatismo nos invade gracias a una interpretación magistral de Bowie, siempre apoyado por los monumentales pianos de Mike Garson. Una orgía musical en la que obviamente intervienen y suman Ronson, Bolder y Woodmansey.

Aladdin Sane es un álbum tremendamente rico en matices, variado, y por lo tanto menos homogéneo, pero como he dicho en su momento, gracias a ello hace que tenga personalidad propia y no sea una mera copia del aclamado Ziggy Stardust. Podríamos decir incluso que resulta más completo, vistoso y atrevido que su predecesor, pero la cronología manda, y aquel emanaba frescura y buen hacer por todos sus poros. Al disco le penalizan un par de canciones un tanto descafeinadas, pero por lo demás estamos ante un disco formidable, reconocido por muchos como una de las obras más carismáticas de Bowie. El canto de cisne perfecto para la progresiva disolución de la formación clásica del artista, de hecho fue el primer trabajo de Bowie que se coronaba como número uno en el Reino Unido.

Mi puntuación: 9

Músicos participantes en el disco:
  • David Bowie (Voces, guitarra, armónica y saxofón)
  • Mick Ronson (Guitarras, piano y coros)
  • Trevor Bolder (Bajo)
  • Mick Woodmansey (Batería)
  • Mike Garson (Piano)
  • Ken Fordham (Saxofón)
  • Brian "Bux" Wilshaw (Saxofón y flauta)
  • Juanita Franklin (Coros)
  • Linda Lewis (Coros)
  • Geoff MacCormack (Coros y percusión)

7 DIAS 7 NOTAS

¿Quién va a querer a Aladdin Sane?

El alter ego que sustituyó a "Ziggy Stardust" en el siguiente disco triunfal de David Bowie, después de que "matara" al mítico personaje de "The Rise and fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars" era un reflejo de las preocupaciones del artista por lo que él interpretaba como una tendencia hereditaria en su familia a sufrir problemas mentales. El miedo que sentía a que los problemas que sufría su hermano fueran hereditarios, y que por tanto pudieran afectarle a él en algún momento, tuvo su personificación e en la figura del icónico "Aladdin Sane", en realidad un juego de palabras para definir a "un muchacho demente" ("A lad insane").


El cambio de personaje trajo consigo, también, una evolución en el sonido de Bowie, que aunque siguió inmerso en el explosivo glam rock que había caracterizado su anterior obra, las canciones de Aladdin Sane dejaron entrever claros tintes stonianos y una innovadora tendencia a la teatralidad y el vodevil, en una combinación que resultó de lo más fresca y efectiva. La mayor luminosidad de la música no afectó a unas letras que volvieron a ser tan sexuales, ambiguas y decadentes como en entregas anteriores.Buena prueba de ese nuevo enfoque "stoniano" es el arranque del disco con Watch that man, pieza marcadamente rockera y revestida con potentes coros, en la que la guitarra de Mick Ronson dibuja brillantes trazos, acompañada del efectivo colchón rítmico que forman la batería, el bajo y, sobre todo, el piano de Mike Garson, que brilla omnipresente a lo largo y ancho de todo el disco, y que tiene su punto de máximo esplendor en Aladdin Sane, tanto en la manera en que da vigor al tema en su parte más ortodoxa, como en la brillante parte de improvisación final, en la que sus dedos vuelan sobre las teclas para dibujar, en clave de jazz experimental, la locura que atormenta al personaje, que en el estribillo se pregunta: ¿Quién va a querer a un muchacho demente?.


Tras el vigoroso arranque de los dos temas anteriores, Bowie se permite en Drive-in Saturday el lujo de homenajear a la música doo wop y el cine de los años 50, en concreto las películas sobre amores adolescentes en los auto-cines al aire libre. Es uno de los temas del disco que más ha perdurado en la memoria de sus fans, estando presente en la mayor parte de recopilatorios de sus mejores temas. Es sólo un brillante alto en el camino de rock vigoroso y de efectivos estribillos, retomado inmediatamente después en temas como Panic In Detroit Cracked Actor.

El disco entra entonces en el tramo más teatral y cabaretero con Time, pieza clave por su brillante estructura dramática y sus grandilocuentes coros. Una joya oculta e infravalorada de su extensa e interesante discografía, como lo es también The Prettiest Star, más sencilla y menos pretenciosa, y dotada de una melodía dulce y elegante y unos coros que retoman el guiño doo wop que ya había introducido en Drive-in Saturday.

Prueba de su aparente homenaje o acercamiento a la música de los Rolling Stones, es la versión que incluye del Let's spend the night together de "sus satánicas majestades", en la que de nuevo intenta transmitir cierta locura en la interpretación, dotándola de mayor velocidad. Pese al esfuerzo, el tema palidece comparado con el original, y da la sensación de transitar por un camino que podría haberse evitado, para haber tirado directamente por un atajo hacia las dos obras maestras con las que David Bowie despide uno de los mejores discos de su carrera.


La primera de ellas es The Jean Genie, el auténtico hit atemporal del álbum, con un icónico riff de guitarra y un rotundo estribillo, y Lady Grinning Soul es la excelsa rubrica final de unos músicos en estado de gracia y explorando terrenos musicales en el límite entre el rock y esquemas más clásicos, encabezados por el sublime piano de Mike Garson, acompañando a la perfecta ejecución vocal de un Bowie que logra hacer de la demencia un arte, y que sea fácil rebatir la pregunta que Aladdin Sane se hacía a sí mismo: ¿Quién no va a querer a un muchacho demente si es capaz de hacer discos como éste?

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