50 DISCOS QUE CUMPLEN 50 AÑOS (1973-2023) 25 - STEVIE WONDER "innervisions"
Espectacular sonido el que nos trae "Innervisions", que instrumentación tan limpia sonando todo dejando respirar el sonido y sirviendo de base a la voz de Stevie Wonder. No soy un gran seguidor de su carrera, no tengo ningún disco suyo, y si que conocía su estilo y reconocimiento, pero me quedaba en la parte solo visible de él, un gran cantante y pianista ciego.
En las baladas te deja k.o. y en los temas más bailables, a parte de mover los pies, mi cabeza no para de decir "Jamiroquai, como te ha influenciado este sonido"-
Discazo, y no solo lo digo yo. Innervisions recibió el premio Grammy al "Mejor Álbum del Año" y a la "Mejor Producción No-Clásica" en 1974, mientras que a "Living for the City" le fue otorgado el Grammy al Mejor Tema R&B. Innervisions ha sido considerado por numerosos seguidores, críticos y colegas como una de las mejores obras de Stevie Wonder, además de uno de los mejores álbumes de la historia del Pop.12 En 2001, el canal norteamericano VH1 designó el álbum como el "31-esimo" mejor álbum de todos los tiempos. En 2003 alcanzó el puesto 23 en el ranking de los mejores 500 álbumes de todos los tiempos elaborado por Rolling Stone.
Aqui les traigo el tracklist y la enorme nómina de músicos que lo hicieron posible:
Lista de canciones
- "Too High" – 4:37
- "Visions" – 5:22
- "Living for the City" – 7:22
- "Golden Lady" – 4:58
- "Higher Ground" – 3:42
- "Jesus Children of America" – 4:10
- "All in Love Is Fair" – 3:42
- "Don't You Worry 'bout a Thing" – 4:44
- "He's Misstra Know-It-All" – 5:35.
- Stevie Wonder - Voces e instrumentos adicionales.
Todos los temas escritos, producidos y arreglados por Stevie Wonder.
Personnel
- Stevie Wonder - voz, pianos acústicos y eléctricos, sintetizadores, armónica, batería
- Malcolm Cecil - bajo en "Visions"
- Dean Parks - guitarra acústica en "Visions"
- David "T" Walker - guitarra eléctrica en "Visions"
- Clarence Bell - órgano en "Golden Lady"
- Ralph Hammer - guitarra acústica en "Golden Lady"
- Larry "Nastyee" Latimer - congas en "Golden Lady"
- Scott Edwards - bajo en "All in Love Is Fair"
- Yusuf Roahman – shaker en "Don't You Worry 'bout a Thing"
- Sheila Wilkerson - bongos y percusiones en "Don't You Worry 'bout a Thing"
- Willie Weeks - bajo en "He's Misstra Know-It-All"
- Lani Groves - coros en "Too High"
- Tasha Thomas - coros en "Too High"
- Jim Gilstrap - coros en "Too High"
- Minnie Riperton - coros en "Living for the City"
- Deniece Williams - coros en "Living for the City"
- Syreeta Wright - coros en "Living for the City"
Dejo esta breve reseña desde kissfm.es cuando se celebraban 49 años del disco:
“Innervisions”, un álbum emblemático en el que Stevie Wonder aplicó su tremendo talento para componer canciones sobre la inestable situación social de principios de los 70.
Produjo una de sus obras más grandes e importantes, una inolvidable mezcla de canciones que abordan temas que van desde las drogas a la espiritualidad, pasando por la ética política y los peligros innecesarios de la vida urbana.
Dos de las canciones más destacadas del disco, «Living for the City» y «Too High», causan una impresión especialmente profunda gracias al talento narrativo de Stevie. En la primera, una mini epopeya de más de 7 minutos, narra la llegada a la ciudad de un joven negro de Misisipi con dificultades e ilustra, a través de un brillante interludio dramático, lo que acecha a los inocentes. «Too High», por su parte, es igual de impresionante, una historia de advertencia sobre las drogas impulsada por un coro de voces scat y una poderosa línea de bajo. Otro de los inolvidables es este «Don’t Worry ‘Bout A Thing»:
Podría decirse que es el mejor álbum de Stevie. Un trabajo que al principio impresiona por su virtuosismo técnico e imaginación, luego por su contenido lírico y, finalmente, por su clásica atemporalidad.
STEVIE WONDER, Innervisions: Mensajes de redención, ruptura y cambio
En agosto de 1973, cuando es editado Innervisions, el álbum número 16 en la carrera de Stevie Wonder, éste ya no era más ese Little Stevie de 11 años de edad, que había sorprendido a principios de los 60, cuando comenzó su brillante y ascendente carrera musical. Por lo pronto, se había casado con Syreeta Wright, de quién no tardó en divorciarse. Luego conoció y se enamoró de una abogada, Johana Vigoda, quien además le había preparado un contrato revolucionario –y uno de los mejores de la industria musical de aquellos años-, en el que el músico percibiría la friolera de 13 millones de dólares por 7 años, en el sello Tamla/Motown. En resumen, Wonder tenía las riendas de su carrera, era millonario, y parecía que nada entorpecería su futuro.
Nada parecía ir mal con su vida. Sin embargo, lo que no sabía Stevie Wonder era que un accidente inminente lo pondría al borde de la muerte, el 6 de agosto de 1973, tan solo tres días después de la edición de esta obra maestra llamada Innervisions, cuando el auto en el que viajaba por una ruta de Carolina del Norte chocó con un camión que transportaba troncos, y el artista sufrió severos traumatismo de cráneo que lo dejaron en estado de coma por cuatro días. Afortunadamente, Wonder sobrevivió, y su leyenda, así como la leyenda de este disco inmortal llegaría hasta nuestros días. Y es que Innervisions lo tenía todo: rock, jazz, soul, pop, funky… Quizás haya sido por esta variedad estilista que rápidamente fue aclamado como uno de los más finos trabajos de Stevie Wonder, e incluso –con el trascurso de los años- fue nombrado como uno de los mejores 100 álbumes de la historia de la música popular norteamericana.
Sin dudas, Innervisions era un disco monumental, que incluía en sus letras alegatos en contra del abuso de estupefacientes (“Too High”) y de ira y protesta social (“Living for the City”), sin dejar de lado exquisitas canciones de amor como “All in Love is Fair” o “Golden Lady”. Además, este trabajo ponía en relieve esa capacidad y lucidez que tenía Wonder para leer el paisaje de la cultura negra norteamericana, fusionando realismo social con un espíritu idealista. Esto era lo que se apreciaba en “Living for the City”, la canción principal del álbum: una brutal descripción de la explotación y la injusticia. Aquí Wonder relataba la deprimente historia de un muchacho que vivía en el pueblo mítico de Hard Times, Mississippi, rodeado de pobreza y racismo. Un ser desahuciado, al que, cuando tomaba un micro para ir a Nueva York, le tendían una trampa y lo enviaban a prisión. Incluso, para hacer más palpable el sufrimiento de su personaje, Stevie invitó a uno de los porteros del estudio de grabación para que hiciera de guardia cárcel, diciendo entre dientes, en el medio de la canción: “Entrá a la celda, negro de mierda”. Años más tarde, los raperos de Public Enemy samplearían esta brutal frase en uno de sus temas. Paradójicamente, “Living for the City” fue un éxito entre el público blanco, junto a los otros tres singles del álbum: "Don't You Worry 'Bout a Thing”, el funk irresistible de "Higher Ground" y la bella "He's Misstra Know-It-All". Otro tema del disco, "All in Love Is Fair", sería un hit cuando fue versionado por Barbra Streisand, en 1974.
Y es que era muy difícil permanecer impasible ante semejante despliegue musical. En Innervisions, la versatilidad instrumental de Wonder paralizó a medio mundo. No por nada, en la Billboard, un crítico escribió: “Los créditos de Innervisions dicen que Stevie tocó todos los instrumentos en siete de las nueve canciones. Sin dudas, éste es en esencia un disco hecho por una banda formada por un solo hombre. Sus habilidades en la batería, piano, bajo y los sintetizadores ARP son incuestionables…” Más tarde, en 1974, Innervisions recibió los premios Grammy al Mejor Álbum del Año y a la Mejor Producción No-Clásica, mientras que a "Living for the City" le fue otorgado el Grammy al Mejor Tema R&B.
Un talento que estaba más allá de cualquier reseña, en la figura de Stevie Wonder se conjugaba el arte de un genio de la música popular, un impecable cantante, y que además era productor de sus propios discos. Y en lo que respecta a Innervisions, su variedad musical está encarnada en la bellísima fusión de letras con música. Porque más allá de su ceguera, Wonder siempre fue capaz de encontrar optimismo en el lado más oscuro de la vida. En este caso se trataba de un paseo temático que se relacionaba con una búsqueda constante de redención, como la relatada en “Higher Ground” (con ecos del mensaje de trascendencia del doctor Martin Luther King Jr.), aunque el camino estuviera lleno de espinas (o droga, como en “Too High”), las mentiras del culto cristiano en EEUU (“Jesus Children of America”) y el abuso xenófobo en las grandes metrópolis (“Living for the City”).
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