Me voy de concierto con papa y mama (Los niños tienen que escuchar buena música)

Me voy de concierto con papa y mama.

(inspirado en la noticia publicada en el periódico El Pais, en algún momento del mes de mayo, y escrita por Carmen Mañana)

Yo, que no es que tenga una mente muy creativa, creo que la música está viviendo una época deliciosa gracias a la disminución de las ventas de discos. Que cosas!!!.

Y creo que es por lo siguiente. Desde finales de los 90, profesionalizarse en esto de la música está al alcance de 4 grupos, siendo 3 de ellos simples marionetas circenses (no me tiren de la lengua). Ahora mismo, vivir de la música te requiere imaginación, creatividad, sacar algo distinto al resto y sobre todo, actuar, actuar y actuar.

Estos locos artistas, enamorados de la música, pasan de la treintena e incluso de los 40 años, y por la simple regla de la naturaleza, algunos son ya padres y madres.

Y si un electricista padre enseña a su hijo como se pone un interruptor, o una cocinera enseña a su hija a cocinar unos macarrones riquísimos, porque un músico no va a enseñar música a sus pequeños.

Tampoco entiendo porqué se empeñan los padres en ponerle insulsas canciones infantiles una y otra vez, que los niños solo por el hecho de escuchar repetidas veces la saben cantar y parece que les gusta.

Los papás músicos opinan como yo, que hay ponerles música de adultos a los niños, ¿o acaso es menos simple una canción de Los Ramones que una de Parchís?

Dentro de 10-15 años cuando estos niños ya sean mayores y tengan la opción de dedicarse a la música, dirán aquello que he leído alguna vez en una entrevista “Mi padre de pequeño me ponía a los Beatles” “aun recuerdo como iba a la estantería de discos de mi casa y cogía uno que me gustase la portada y le pedía a mi mama que me lo pusiese….”.

Y esto no se para…. (Como dice Facto Delafé)

De ahí que el sello Siesta haya sacado el disco-cuento “Casi un musical” ideado por la periodista Blanca Lacasa, donde tras un envase infantil se esconde un argumento y una música moderna y adulta.

En directo, los Festivales programan actividades dedicadas en especial a niños, o mejor dicho, actuaciones en las que los padres llevan a sus niños a escuchar música punk, soul, clásica,pop… y dejan salir todos los sentimientos que puede expresar un niño, que sería el mejor crítico del mundo.

Por ejemplo, en el festival Día de la Música, había el Mini Día de la Música, los conciertos para niños en la Casa Encendida, la programación para niños en el Primavera Sound….

Son muchos los grupos, pero he aquí algunos ejemplos de padres-hijos en el panorama indie nacional.

Me acuerdo de Prin la la, el proyecto de Fernando Vacas (Flow, La Bien Querida…) con sus tres sobrinas de entre 7 y 15 años, que vi en la Riviera como teloneras de Los Planetas, nada menos. (creo que esto fue por el 2007 y posiblemente se quede en una bella anomalía y no tenga continuación)

Ramón Rodríguez, de Madee y ahora como New Raemon, tiene el grupo Germana, con sus hijas.

Uno de los miembros de Mamut, Edu Nebot, tiene el grupo Candela y Los Supremos, con su hija Candela y su mujer.

Y otro indie que publica cuentos infantiles es Santi Balmes, de Love of Lesbian, que ha publicado su primer cuento infantil, pero que ya incluso algunas de sus canciones tienen una historia infantil como argumento “el amante guisante” y sobre todo “Pizzigato” incluida en su último disco.

Yo me apunto al carro, y ustedes????

La música para niños no debería dejarse en manos de 4 ritmos básicos y 3 estribillos facilones.

Verdad Guille MIlkiway??? Pregúntele al líder de la Casa Azul, también creador de sintonías musicales para dibujos infantiles.