Coleccionando vinilos - 18 - RICK ASTLEY - "Whenever you need somebody" (1987)
Vamos chicas!! rescatad las carpetas del instituto, las revistas guardadas de la Super Pop y esos posters que teníais la pared de vuestra habitación.
Casi algo parecido con lo que escribí en la entrada anterior sobre China Crisis podría valer para esta entrada.
Rick Astley, hasta la sopa le tuvimos a este pelirrojo pecoso con su "Never gonna give you up". Y yo con 14 años despotricando sobre este chavalín por el que las niñas se volvían locas.
Pasan 28 años, lo veo en una estanteria de vinilos de segunda mano y digo "ahora si, Rick, ahora si". Llego a casa, lo pongo, y empieza a sonar la archiconocida canción. Llevaría años sin escucharla pero estaba grabada a fuego lento en mi quijotera y la recordaba como si la hubiera escuchado ayer.
La sorpresa viene cuando suena la 2, la 3, la 4...etc... y voy descubriendo que es un disco interesante, con una voz portentosa y musicalmente casi perfecto.
Algo así debieron pensar en la compañia discografía que apostaron todo al debut de este chico. Y si no me creen, miren más abajo la nómina de personal que participa en este disco. Yo no había visto nada igual en un disco de pop.
Poco más les cuento de este disco nostálgico que me lleva a mi época del paso de la infancia a la juventud, y aunque yo renegara de estos sonidos, tenía la suerte de tener a mi hermana de dos años menos en la misma habitación con esta música y la Super Pop. Y claro, a escondidas la leía, que si no, se lo contaba a mis amigos y uno con 14 años tiene que mantenerse en su papel de tío duro.
Más abajo encontrarán un gran reportaje sobre este disco.
Lista de canciones
2.
"Whenever
You Need Somebody" (Aitken, Stock, Waterman) — 3:52
3.
"Together
Forever" (Aitken, Stock, Waterman) — 3:24
4.
"It Would
Take a Strong Strong Man" (Aitken, Stock, Waterman) — 3:39
5.
"The Love
Has Gone" (Astley, Spatsley) — 4:20
6.
"Don't Say
Goodbye" (Aitken, Stock, Waterman) — 4:02
7. "Slipping
Away" (Astley) — 3:52
8.
"No More
Looking for Love" (Astley) — 3:40
9. "You Move
Me" (Astley) — 3:40
10. "When I Fall in Love" (Heyman, Young) — 2:59
Personal
·
Rick Astley - Vocals
·
Greg Burns – Ingeniero Asistente
·
John Rod – Ingeniero Asistente
·
Nick Davies - Dirección de Orquesta
·
Steve Porcaro – Teclados, Sintetizadores, Programación
·
Mike Brittain - Contrabajo Guitarra
·
Stuart Brooks - Trompeta
·
Ben Cruft - Violín
·
Chris Davis - Saxofón
·
Nigel Hitchcock - Saxofón
·
Alan Douglas - Ingeniero
·
Roger Garland - Violín
·
Wilfred Gibson - Violín
·
Brian Hawkins - Viola
·
John Heley - Cello
·
Ian - Diseño
·
Garfield Jackson - Viola
·
Paul Kegg - Cello
·
Chris Laurence - Contrabajo Guitarra
·
Helen Liebmann - Cello
·
Martin Loveday - Cello
·
Rita Manning - Violín
·
Jim McLeod - Violín
·
Peter Oxer - Violín
·
J. Neil Sidwell - Trombón
·
Steve Sidwell - Trompeta
·
John Thirkell - Trompeta
·
Justin Ward - Viola
·
Mark Warner - Ingeniero Asistente
·
Barry Wilde - Violín
·
Gavyn Wright - Violín
·
Tony Pleeth - Cello
·
Marcos Haley - Ingeniero Asistente
·
Boguslaw Kostecki - Violín
·
Steve Ferrone - Batería
·
Phil Palmer - Guitarras
·
Perry Montague-Mason - Violín
·
Mike de Saulles - Violín
·
Nathan East - Bajo
·
Wendy Pederson - Coros
·
Tom Bowes - Coros
·
Iliana Holland - Coros
·
Darlene Kolden-Hoven - Coros
·
Eddie Saeta - Fotografía
La sensación de alegría que sentí al encontrar una entrada como la que ahora les copio es difícil de describir.
Estoy yo ahí con mi ordenador buscando información en castellano sobre el disco de Rick Astley, sin mucha esperanza de encontrar algo más que wikipedia y poco más y de repente...... este gran reportaje sobre "WHENEVER YOU NEED SOMEBODY".
Lástima que lo tenía guardado en un word y no recuerde de donde lo saqué para recomendarselo.
Muy interesante y muy cercano a lo que yo sentía en esa época.
Rick Astley -
Whenever You Need Somebody (1987)
Fenómeno
comercial masivo del año 1987 y paradigma del sonido generado por los
productores Stock, Aitken y Waterman, Rick Astley dominó claramente en su día
en el terreno del pop pegadizo. Su “Never gonna give you up” es de las
canciones más exitosas de los años 80 y sonó a rabiar en aquellos días.
Recuerdos de mi infancia son cuando en el Pryca de San Fernando de Henares la
zona de tebeos estaba al lado de la sección de música, su canción sonaba una y
otra vez sin parar mientras que yo me entretenía leyendo a “Mortadelo Y
Filemón” o “El Botones Sacarino”.
En un
ejercicio psicológico personal al que me someto, podría decir que los grupos
que me suenan de aquellos días son U2, Mecano y Rick Astley. Incluso para un
chaval de 5-6 añitos, que todavía no tenía ni un 1% del porcentaje de interés
que a día de hoy me causa lo musical, era inevitable escaparse de la marea mediática
que rodeaba a estos fenómenos musicales.
Sería en 2001
cuando me compré el cd de Rick Astley, embriagado por los recuerdos de la
infancia. El disco, es lo menos atemporal del mundo, con una portada digna de
casette de gasolinera, consistente en una sosaina foto de Rick sobre fondo
azul. Creo que me costó 12 eur. o 1999 ptas. de la época. No les voy a hablar
de virtuosismo, sino de pop pegadizo y facilito, que no suena nada mal.
Realmente, es un lp el de debut de Rick Astley (sí, publicó unos cuantos más
aunque no se lo crean) que tiene un nivel digno dentro de los parámetros
sonoros del cantante. Vamos con él.
Pues, ¿para
qué empezar flojos? Las cosas claras desde el principio. En primer lugar
escuchamos el “Never gonna give you up”. Una canción de pop romántico, con un
estribillo sencillo en su letra “Nunca te voy a abandonar, nunca te voy a
decepcionar…, nunca te diré mentiras”. Vamos, una declaración de amor llana y
directa, aderezada con las bases tan saltarinas de los Stock, Aitken y Waterman
y un claro hit de finales de los 80. El videoclip, con Rick y su mítica
gabardina de tonos claros, esa chica rubita tan mona y el camarero negro que
luego se anima a marcarse unos bailes, es un poco (o bastante, ustedes pongan
el nivel) hortera, pero es inconfundible ítem de aquellos días. Podríamos
hablar de los virales que se han creado en internet a través de youtube con
este video como protagonista, lo cual ha permitido que Rick sea actualidad de
cuando en cuando, pero creo que no procede decir más al respecto. La canción
título “Whenever you need somebody” confirma las formas sonoras que van a
protagonizar el disco al que concede nombre. Se pierde parte de la leve épica
emocional que tiene “Never gonna give you up” en su estribillo, pero en todo
caso es otra canción muy accesible desde su inicio. Esta 2ª canción suena a
hitazo también, pero la que también lo fue es “Together forever”. Realmente no
podemos hablar de un disco disoluto, al menos en sus 3 primeras pistas, ya que
la factura es la misma en todas las canciones y las melodías varían poco. Aún
así, personalmente eso me da igual. Esta canción “Together forever”, con sus
estridencias marca de la casa de los productores, es pegadiza, tiene mucho
gancho y como 2º peldaño de éxito del disco está muy bien, ya que estimo no
llega al nivel de excelencia de “Never gonna give you up” (por mucho que me
caigan tortas, voy a defender en el post de hoy esta composición a capa y
espada, aunque solamente sea por el hecho de que me retrotrae a mi infancia y
aquellas largas tardes de lectura de los cómics de Ibáñez en el Pryca de San
Fernando de Henares, mientras mis padres hacían la compra semanal). Ahora sí,
cambia algo el registro. Con “It would take a strong man”, la carga sonora se
reduce y se concede un mayor protagonismo a Rick como vocalista, donde se puede
apreciar el encanto de la voz de este chico que tanto prometía en su día. Un
medio tiempo que permite relajarnos tras los 3 envites de inicio y nos da paso
al último capítulo de la cara “a” (sepan que escribo el post escuchando la
edición original en cinta de cassette, con lo que el parón intermedio lo vamos
a notar; sorprende lo bien que se escucha aún el cacharro, más cuando creo que
no utilizaba la pletina de mi cadena hace al menos 3 años). La cara “a” se cierra
con una joya oculta. Ahora llega el turno de una canción de corte melancólico y
que nos evoca a atardeceres, al menos a mí. “The love has gone” nos deja un
buen sabor de boca como cierre de la primera mitad del disco, además de sumar
inestimablemente a la variedad sonora de la obra; realmente el disco termina
con unos giros muy interesantes sus 2 caras. Los sonidos cálidos de los
sintetizadores, y unas bases más calmadas, sientan el terreno para esta pieza
más calmada del disco, situada en el sector de perfil bajo del lp. Rick está
muy bien al micrófono, como en casi todo el disco, ya que algo que no se le
puede echar en cara a Astley es su buena voz y forma de cantar. En todo caso,
“The love has gone” está muy bien. Quizás sea de mis favoritas del disco. Ya
desde mis primeras escuchas al disco me llamó gratamente la atención.
Para comenzar
con la 2ª mitad del disco, llega una pieza pop también muy directa llamada
“Don’t say goodbye”. Tiene mucho gancho y una estructura muy buena, con un
puente al estribillo muy bueno “el tiempo nos ha hecho desconocidos, quizás no
podamos seguir…”. El estribillo es nuevamente sencillito, de hecho la canción
abre con la presentación del mismo. En todo caso, “Don’t say goodbye” es una de
las piezas que forman parte del conjunto tipo u homogéneo de “Whenever You Need
Somebody” y mantiene el nivel pegadizo y resultón de casi todo el disco. Quizás
en esta canción, salvo en unos instantes, las bases rítmicas no son tan
acusadas y ahí es donde reside uno de sus principales activos: la ausencia de
estridencia excesiva, cosa que le podríamos echar en cara en muchas ocasiones
al trabajo del trío productor del disco. Jejeje, permítanme reírme, pero
“Slipping away” era la banda sonora de una cuña publicitaria que mi padre
Rafael Prats, tenía en uno de los anuncios que se emitían en los bloques
publicitarios de su programa en Frecuencia Torrejón allá por 1993-1995
“Micrófono Abierto Al Fútbol Base”. Quizás por eso la tengo algo de afecto a
ésta la 2ª canción de la cara “b”, por nuevamente retrotraerme a otros días, ya
en este caso de mi adolescencia, pero abstrayéndome de esos efectos
emocionales, quizás sea una de las piezas menos resultonas del disco. Destaca
su solo de saxofón en mitad de la canción y aunque tampoco es que suene mal,
está muy por debajo de otros momentos que hemos podido escuchar. El caso es que
“Slipping away” tiene mucho menos gancho en su melodía y eso le concede estatus
de “canción-relleno” dentro de un lp en el que casi todas sus canciones suenan
a single. “No more looking for love” tampoco es que sea mucho mejor que
“Slipping away” y sumada a su predecesora ofrece la sección más anodina del
disco. Otra vez lo mismo, no es que suene mal y no desentona dentro del
conjunto de la obra, pero su resultado global es inferior a la media. Más
curiosa resulta la intensa “You move me”, sobre todo por un Rick Astley muy
enérgico al micrófono. El sonido de los teclados y las bases se diferencia del
resto del disco. Es otra de las composiciones que se aleja del sonido medio del
disco, aportando variedad y frescura. Realmente si se paran a verlo, hay por
cada cara 5 canciones, siendo las 3 primeras las que determinan el mayor
compromiso sonoro de unidad y en las 2 últimas de cada cara, se marca una
distancia, confiriendo al disco algo de heterogeneidad, que no viene nada mal.
Como en muchas otras canciones, Rick se vale de sus coros femeninos de
añadidura, para dar lugar a esta canción de menos sentir pop, al menos en su
rictus tan serio que transmite su escucha. No está mal. Me comentó mi amigo y
mano derecha radiofónica de “Discos, música y reflexiones” Mariano González que
Rick Astley había sido concebido como el Sinatra de los años 80. Eso son
palabras mayores, pero el caso es que “When I fall in love”, canción que da el
cierre correctísimo al disco, podría ir encaminado a esa concepción artística
de Rick. Sonoramente se sitúa en el sector clásico, evocándonos a cualquier
canción que podría formar parte de cualquier película-musical de unas décadas
atrás; imagínensela cantada por algún protagonista, en algún pasaje romántico
de la película que fuera. Pega y mucho. No tiene nada que ver con el resto del
disco, pero es bonita, demuestra que Rick es un buen vocalista y que eso de las
comparaciones con La Voz no serían tan descabelladas como en un
principio podría pensarse, sin necesidad de faltar al respeto al bueno de
Frank. Buen final de disco este “When I fall in love”, el cual situado
estratégicamente al final del disco, hace que subliminalmente no nos quedemos con
una sensación sonora tan rimbombante de las bases rítmicas de Stock, Aitken y
Waterman en las obras donde toman parte.
Hablar del
éxito de este disco es hablar de uno de los de mayor repercusión de finales de
los 80. El single “Never gonna say goodbye” es una de las canciones más
recordadas de aquellos días y de la década en general. Rick Astley, este
jovencito medio pelirrojo, se convirtió en un icono igualmente de fácil
admiración por parte de las jovencitas.
El caso es que
el bueno de Rick tuvo un “efecto gaseosa”; es decir, salió con mucha fuerza y
luego poco a poco fue perdiendo el gas. El 2º disco “Hold Me In Your Arms” aún
funcionó relativamente bien, pero ya se quedó a años luz de este lp que hoy nos
ocupa. Y los discos de la primera mitad de los 90 y alguno editado en los años
2000, pasaron totalmente desapercibidos. Como diría mi buen amigoEl gato Kilo, Rick se comió un buen cagarro más allá de los años 80. En
parte le sucedió como a algún que otro grupo de nuestro país.
Sirva como reseña que la edición en cassette la tengo porque me la encontré en una caja de cartón llena de otras cintas al lado de unos cubos de basura en la calle Francisco Silvela de Madrid y me dió por coger unas pocas, entre ellas este ítem, porque estaba en buen estado, a pesar de ya tener el cd original. Pues eso, que la cinta de Rick terminaba en la basura por gracia de alguno por ahí y yo me encargué de enmendar el vilipendio. No suelo dejar nunca fotos de mis discos originales, pero he estimado curioso dejarles una imagen que he sacado de la cassette que salvé de la quema y el cd original que me compré.
Sirva como reseña que la edición en cassette la tengo porque me la encontré en una caja de cartón llena de otras cintas al lado de unos cubos de basura en la calle Francisco Silvela de Madrid y me dió por coger unas pocas, entre ellas este ítem, porque estaba en buen estado, a pesar de ya tener el cd original. Pues eso, que la cinta de Rick terminaba en la basura por gracia de alguno por ahí y yo me encargué de enmendar el vilipendio. No suelo dejar nunca fotos de mis discos originales, pero he estimado curioso dejarles una imagen que he sacado de la cassette que salvé de la quema y el cd original que me compré.
En todo caso,
y aunque Rick editara más de un disco, lo que está claro es que es recordado
por este álbum que proponemos para esta semana. No estamos ante nada
trascendental, ni van a descubrir un nuevo continente con él. Es un lp para, en
la mayoría de sus capítulos, levantar el ánimo, aunque la producción de los
Stock, Aitken y Waterman se haga algo dura de digerir en ocasiones. Se deja
escuchar, su éxito está justificado, ya que muchas de las canciones tienen
gancho en su melodía, que al fin y al cabo es lo que cuenta en el pop directo y
sencillo. Pues nada, lo dicho, les dejamos con Rick Astley.
Comentarios
Publicar un comentario