Coleccionando vinilos - 26 - ECHO AND THE BUNNYMEN - "Porcupine" (1983)
Si no te gusta el pop británico oscuro, de tintes post punk y góticos o si odias el mundo The Cure, te aconsejo que durante las próximas tres entradas no te acerques mucho por el blog porque van a estar dedicadas al combo de Liverpool ECHO AND THE BUNNYMEN.
A precio de ganga me hice con estos tres vinilos.
Incluso iba con dudas de que fueran a tener un sonido óptimo y no estuviese arañada alguna parte.
Ese sonido melancólico, sin prisas, con calma, pero con brío y personalidad hacen a esta banda una de las referentes del panorama post punk gótico.
Hoy hablamos de "Porcupine".
La estructura de las tres entradas va a ser similar con datos técnicos y tracklist al principio, un reportaje sobre su obra sacado de internet y un corta pega de wikipedia muy completo sobre el disco en cuestión.
Echo
& The Bunnymen – Porcupine
Sello:
Formato:
Vinyl, LP, Album
País:
Fecha:
Género:
Estilo:
Pistas
A1
|
The Cutter
|
3:50
|
A2
|
Back Of Love
|
3:12
|
A3
|
My White Devil
|
4:30
|
A4
|
Clay
|
4:10
|
A5
|
Porcupine
|
5:55
|
B1
|
Heads Will Roll
|
3:28
|
B2
|
Ripeness
|
4:46
|
B3
|
Higher Hell
|
5:00
|
B4
|
Gods Will Be Gods
|
4:10
|
B5
|
In Bluer Skies
|
5:55
|
Compañías, etc.
·
Mixed
At – Air Studios
·
Mixed
At – Marcus Recording Studios
·
Recorded
At – Amazon Studios
·
Recorded
At – Rockfield Studios
·
Copyright (c) – WEA Records Ltd.
·
Distributed By – WEA Records Ltd.
·
Pressed
By – Record Service Alsdorf
·
Published
By – Zoo Music Publishing
·
Published By – Warner
Bros. Music Ltd.
·
Manufactured
By – Record Service GmbH
·
Phonographic Copyright (p) – WEA Records Ltd.
Créditos
·
Design – Martyn Atkins
·
Engineer – Colin
Fairley, Dave
Bascomb*, Dave
Woolley*, Paul
Cobald*, Steve
Prestige, Steve
Short
·
Instruments [Nearly All Other] – The
Bunnymen*
·
Management – Zoo Management
·
Mastered
By – Rays*
·
Photography
By – Brian Griffin (3)
·
Producer – Ian Broudie "Kingbird"*
·
Strings
[Arranged & Played] – Shankar
Written-By,
Composed By – McCulloch*, Pattinson*, De
Freitas*, Sergeant*Un gran trabajo sobre la vida y milagros de Echo and the Bunnymen.
extraído de LA GUIOTECA.
Liverpool, el célebre puerto inglés,
saltó a la fama mundial durante los años 60’ gracias a un grupo de cuatro
jóvenes de clase obrera que cambiarían para siempre la historia de la música:
The Beatles. Y aunque este ciudad británica siguió siendo un referente
artístico, como cualquier urbe imperial tuvo su decadencia hasta que otro
cuarteto rescató para Liverpool el prestigio de centro motor de la música
contemporánea y vanguardista: Echo & The Bunnymen.
La historia dice que Echo & The
Bunnymen nació en 1978, bajo la influencia del post punk y de la naciente new
wave, aunque desde el principio quiso establecer sus propias directrices
musicales. Integrados en un principio por Echo, una drum machine, los Bunnymen
eran el cantante y guitarrista Ian Mc Culloch, el guitarrista Will Sergeant y
el bajista Les Pattinson. Al año siguiente Echo fue reemplazado por un
baterista humano, Pete de Freitas. Con respecto al curioso nombre del grupo
(que quiere decir “Echo y los hombres conejito”, un título algo humorístico que
contrastaba con el sonido del grupo, denso y atmosférico), el guitarrista Will
Sergeant explicaba que “sólo queríamos un nombre que fuera completamente
diferente, y Echo era sólo una palabra que nos gustaba. Ahora bien, con lo de
“Bunnymen” había una idea detrás, sobre esas criaturas extrañas y
sobrenaturales con forma de conejo que sólo existían en las leyendas”.
Los Echo & The Bunnymen
impactaron desde el origen, gracias a su inconfundible rango sonoro, donde la
guitarra cumplía un rol estelar. Su disco debut, “Crocodiles”, de 1980, no pudo
ser más formidable. Una suerte de pop dramático y existencial, con guitarras envolventes,
una batería que experimentaba con ritmos tribales y un bajista que parecía
moverse en ciclos. Todo acompañado de la magnífica voz de Ian Mc Culloch, tan
magnética como carismática. Las influencias de The Velvet Underground,
Television, The Doors y David Bowie sólo enriquecieron un trabajo que tomó por
sorpresa a la prensa musical de la época.
Al año siguiente el grupo lanzó
“Heaven up here”, una de sus obras maestras y quizás el disco favorito de los
fans más acérrimos. Producido por Hugh Jones, el disco desata definitivamente
todo el poder de la banda, donde la guitarra de Will Sergeant crea texturas
psicodélicas fascinantes, mientras la voz de Mc Culloch ataca desde alturas
insospechadas, buscando rescatar paraísos perdidos. El tema que más destacó de
esa placa fueron la poderosa “Show of strenght” y “a promise”, una hipnótica
canción suspendida en una atmósfera de onírica expresión: “Dices que algo va a
cambiar/ estamos todos vestidos/ como para ir a alguna parte/no hay señales de
lluvia/ pero prometiste/ que algo va a cambiar”, dice una parte de la letra.
Después de recorrer escenarios de
Europa, Estados Unidos, Australia y Nueva Zelandia, el grupo lanzó en 1983 su
tercer disco, “Porcupine”, un disco marcado por la psicodelia. Aquí las
guitarras de Sergeant conviven con sintetizadores y el violín indio de Ravi
Shankar, mientras las letras de Mc Culloch se revisten de un inquietante
pesimismo lírico. Dos de los temas más destacados fueron “The cutter”, una
verdadera afirmación de personalidad: “Aprendiendo a dominarme/ hasta ver que
se aproxima otra valla/ afirmemos que podemos, afirmemos que lo haremos/que no
seremos tan sólo otra gota en el océano..”; y “the back of love”, donde el
vocalista remarca en la letra su zozobra del espíritu: “Dices que es amor/te
refieres al reverso del amor/aprovechemos de rompernos las espaldas del amor”.
Con grabaciones alternadas entre
estudios de París y Liverpool, y acompañados por primera vez de una orquesta,
Echo & The Bunnymen presentó en 1984 su alabado cuarto disco, “Ocean Rain”,
un álbum que para sus integrantes era simplemente una obra maestra: “ “Ocean
rain” es la mejor obra de arte después del David de Miguel Angel”, dijo a la
prensa Ian Mc Culloch, con su habitual seguridad, la misma seguridad que algunos
críticos tildaban derechamente de soberbia o petulancia. Cierto o no, este
disco, una verdadera maravilla de romanticismo brumoso, teñido de electricidad
cristalina y poética, contiene canciones de gélida belleza, como la sublime
“The killing moon” (para muchos la mejor canción del grupo), donde las
guitarras acústicas y eléctricas despejan de bruma la poética noche del alma;
“Ocean rain”, la madre de todas las baladas épicas; “Silver”, un tema henchido
de clasicismo elegante, y “My kingdom”, marcado por guitarras leves y
desbocadas.
Por esa época la prensa británica se
empeñó en rivalizar a los Bunnymen con U2, un emergente grupo irlandés que en
unos cuantos años más iba a conquistar América (y el mundo). Mc Culloch,
consultado por esta rivalidad, sólo expresó que “U2 hacen música para albañiles
y fontaneros; nosotros somos una banda de océanos y montañas”.
En 1985 el grupo lanzó “Songs to
learn and sing” (”canciones para aprender y cantar”) un soberbio disco
recopilatorio que contenía los temas más destacados de sus cuatro álbumes,
acompañado de un tema inédito, el encantador “Bring on the dancing horses”, un
excelente tema que contenía un potencial comercial que quizás acabaría siendo
la condena del grupo. En 1987 el grupo lanzó su quinta placa, llamada simplemente
“Echo and the Bunnymen”, un trabajo más producido y accesible, aunque con
canciones igualmente enormes. De ese disco varios temas encabezaron los
rankings alternativos, como “lips like sugar” y “The game”, donde Mc Culloch
canta la frase “The earth is the world/ the world is the ball/ the ball in the
game…”, frase que sería homenajeada por el fallecido Gustavo Cerati, en el tema
“El ojo de la tormenta”, incluida en “Sueño Stereo”, el último disco de estudio
que lanzó el grupo argentino Soda Stereo. (Aquí Cerati canta: “La tierra es el
mundo/, el mundo es la bola/, la bola es tu juego…).
Separación y regreso con gloria
1988 y 1989 no fueron años buenos.
Cuando América se preparaba para recibir al grupo con los brazos abiertos (la
banda ya había grabado un exitoso cover del tema “People are strange”, de The
Doors, la canción principal de la película “Generación Perdida”) Ian Mc Culloch
abandonó el grupo para grabar su primer disco solista, el baterista Pete de
Freitas falleció en un accidente de motocicleta y los dos miembros restantes de
los Bunnymen lanzaron en 1990 el disco “Reververation”, acompañados del
vocalista Noel Burke. Este disco, sin ser un mal álbum (las guitarras son de
antología, aunque una voz como la de Mc Culloch es difícil de olvidar), pasó
sin pena ni gloria e indignó al mismo Mc Culloch, a quien las cosas tampoco
parecían irle bien en solitario.
Años más tarde, en plena eclosión
del brit-pop, cuando decenas de nuevos grupos reivindicaban el valioso legado
de Echo y “los hombres conejo”, Ian Mc Culloch, Will Sergeant y Les Pattinson
resucitaron de nuevo a los Bunnymen, lanzando en 1997 el disco “Evergreen”, un
regreso notable grabado desde una serena madurez y donde la psicodelia del
pasado se contiene en pos de canciones en mejor forma. El grupo, así, volvía a
tiempo para codearse con bandas como Oasis e iluminar el sendero que seguirían
grupos como Coldplay, declarados fanáticos de los Bunnymen. Lo mejor de
“Evergreen” son, sin duda, las baladas, donde destaca la hermosa “Nothing lasts
forever”, un temazo que eriza los vellos y cuenta en los coros con la voz de
Liam Gallagher, vocalista de Oasis. McCulloch se refirió “humildemente” a esta
canción como el resultado de la unión de “el mejor cantante de los ochenta con
el mejor cantante de los noventa”.
En 1999, ya con el bajista Les
Pattinson alejado definitivamente del grupo, Mc Culloch y el guitarrista Will
Sergeant, los únicos dos Bunnymen originales, sacaron el disco “What are you
going to do with your life”, un intimista disco con bellos arreglos y algunas
baladas impecables, y “Flowers” (2001), disco cargado de destellos eléctricos.
En el año 2005 el grupo se elevó de
nuevo a alturas gloriosas con el disco “Siberia”, quizás porque contaron de
nuevo con la producción de Hugh Jones, el mismo productor de “Heaven up here”.
En canciones como “stormy weather” y “in the margins” la guitarra de Sergeant
sigue siendo cristalina y magnífica, el bajo hereda el viejo pulso de Les
Pattinson y hasta la batería recuerda el sonido de las cajas del fallecido Pete
de Freitas. Lo curioso es que en este disco la siempre poderosa voz de Mc
Culloch suena más reposada, lo que se explica por un accidente que el propio
vocalista se encarga de detallar. “Sufrí una afonía una semana antes de grabar
así que perdí totalmente la voz antes de entrar a grabar los temas, pero no
importó demasiado, ya que de todas formas el 50 por ciento de mi voz es mejor
que el 100 por ciento de la de cualquier otro cantante”.
En el año 2009 el grupo lanzó “The
fountain”, un trabajo donde mantenían su hermosa estructura melódica con
destellos guitarrísticos y en el 2014 sacaron su último disco a la fecha,
“Meteorites”, un trabajo, como siempre, alabado por la crítica. “Siempre hemos
intentado hacer discos atemporales, no sujetos a las características de un
momento determinado, ni en el sonido, ni en los arreglos, ni en las letras”,
opinó Ian Mc Culloch sobre la actitud con la que suelen encarar todos sus
trabajos.
A fines del 2014 Echo & The Bunnymen se apronta
a visitar por primera vez nuestro país (ya habían visitado Argentina y Brasil a
fines de los años 80’, pero no habían pisado jamás este lado del Cono Sur). Una
deuda pendiente que seguramente los Bunnymen van a pagar con gusto y que sus
fans de este lado del mundo les han perdonado gracias a 35 años de impecable
carrera.Por último, vía wikipedia, un gran reportaje sobre este disco.
Porcupine es el tercer álbum de estudio de la
banda británica de post-punk Echo & the Bunnymen, publicado el 4 de febrero de
1983. Se convirtió en el mayor éxito de la banda llegando al segundo puesto de
la lista británica de álbumes, a
pesar de la mala recepción inicial por parte de la crítica. Entró en la lista
estadounidenseBillboard 200 en el
puesto 137,2 mientras que la revista canadiense RPM lo posicionó en el puesto ochenta y cinco
de su lista de los más vendidos y llegó al puesto veinticuatro de las listas
suecas.3 4 En 1984, la British Phonographic Industry le otorgó un disco de oro por vender más de 100 000 copias.5 Del álbum se extrajeron los sencillos «The Back of Love» y «The Cutter».
Se grabó en tres estudios
diferentes: los Trident
Studios de Londres, los Rockfield
Studios de Gales y Amazon
Studios de Liverpool. La producción corrió
a cargo deIan Broudie,
acreditado como «Kingbird», quien ya había coproducido el álbum debut de la
banda, Crocodiles (1980), y su segundo sencillo «Rescue».
Después de que la discográfica de la banda en un inicio rechazase el disco, se
regrabó con la colaboración de Shankar tocando los instrumentos de cuerda. Se publicó primeramente en LP en 1983 y después relanzó en formato CD en 1988. En 2003 se reditó en CD, junto con
los otros cuatro discos de los primeros cinco de la banda, en versión remasterizada y expandida. Además, se publicó un VHS titulado Porcupine –
An Atlas Adventure que
contiene seis vídeos
promocionales de las
canciones del disco.
Producción
Antecedentes y grabación
Después de la publicación de Heaven Up
Here en
1981, Echo & the Bunnymen atravesaron ciertas dificultades para la composición del material nuevo para su siguiente disco,
a pesar de trabajar cinco días a la semana en su sala de ensayos de Liverpool,
The Ministry.6 Mientras que el vocalista Ian
McCulloch quería
que fuesen la mejor banda del mundo, el bajista Les Pattinson mostraba sus recelos hacia la industria
musical, el batería Pete de Freitas producía y tocaba para la banda de
Liverpool The Wild Swans en su sencillo debut «Revolutionary Spirit»
y Will
Sergeant grababa
su álbum debut en solitario de música instrumental llamado Themes for 'Grind' (1982).6
El 27 de enero de 1982, Echo
& the Bunnymen, grabaron su cuarta sesión en el programa radiofónico del disc
jockey británico John Peel para la emisora BBC Radio
1. De las pistas grabadas, renombraron «Smack in the Middle» y
apareció en el disco con el título de «Higher Hell», mientras que «Taking
Advantage» pasó a llamarse «The Back of Love» que también aparece en el disco y
se convirtió en el tercer sencillo de la banda.7 Escogieron a Ian Broudie, quien
coprodujo Crocodiles de 1980 y quien era el compañero de piso de
Sergeant, para producir «The Back of Love» y el tercer disco de la banda, cuyo
título inicial era The Happy
Loss.7 8 El sencillo, que se convirtió en el primero
en entrar en el top 20 del Reino Unido, se grabó a
comienzos de 1982 en Trident
Studios en el Soho, Londres.
Grabar en dicha ciudad fue una novedad, ya que el mánager de la banda, Bill
Drummond, hasta ese día les había mantenido alejados de las tentaciones
de la capital.9 Las sesiones de grabación de «The Back of
Love» fueron bien, pero las relaciones entre los miembros de la banda estaban
tensas; algunos de ellos no se hablaban o cuando lo hacían era para discutir.10 Drummond era consciente de estas tensiones,
por lo cual arregló una gira por Escocia en abril de 1982, para intentar conseguir
que la banda trabajase más, compusiese algunas canciones y se comunicasen entre
ellos.7 El plan de Drummond falló, ya que después
de los conciertos la tensión seguía igual entre los integrantes del grupo.11 Aprovecharon la gira por Escocia para tocar
dos canciones inéditas que después aparecieron en el álbum: «Clay» y «My White
Devil».11
Después del lanzamiento de «The
Back of Love» el 21 de mayo de 1982, la banda pasó el verano, en primer lugar
tocando en el primer WOMAD y después tocando en diversos festivales
veraniegos europeos.9Después
del período estival, la banda continuó con sus grabaciones en los Rockfield
Studios en Gales del
Sur, donde ya habían grabado sus dos primeros discos, y en los
Amazon Studios de Liverpool. El proceso de grabación fue lento. De Freitas
comentó: «Porcupine fue
duro de componer y de grabar [...] Heaven
Up Here fue pura confianza,
lo hicimos realmente rápido; nos divertimos mucho haciéndolo – pero este
fue como si tuviésemos que obligarnos».8 McCulloch después dijo que mientras
grababan el disco, la atmósfera entre los integrantes de la banda era
«horrible».9
Cuando entregaron el álbum
resultante a Warner Bros. Records, éstos lo rechazaron por ser
«demasiado poco comercial».12 La banda aceptó regrabar el disco, a pesar
de las quejas de Sergeant. Usando la versión original del disco como anteproyecto,
las sesiones de grabación fueron más tranquilas. Drummond contrató a Shankar
para añadir las pistas de instrumentos de cuerda. De estas sesiones salió el
siguiente sencillo de la banda, «The
Cutter», publicado en enero de 1983 y que significó el primer sencillo
de la banda en entrar en el top 10 británico.13 14
Porcupine – An Atlas Adventure
Después de que Echo & the
Bunnymen terminasen la grabación de Porcupine,
tocaron un concierto gratuito antes unas 20 000 personas en el Sefton Park de Liverpool. Después de esto, WEA pidió
tres vídeos musicales y un
nuevo diseño gráfico para el disco. Contrataron al ingeniero de luces de la
banda, Bill Butt, para dirigir los vídeos y a Brian Griffin para sacar las
fotografías para la portada del disco al igual que para los anteriores dos
discos.15 Con un presupuesto de 16 000 £, Butt
decidió que además de las fotografías para la portada,
tendría bastante para hacer una grabación
audiovisual de
media hora de duración.16Decidió
que quería que los vídeos reflejasen la sensación de frío del disco,16 por lo que rodó los vídeos en Escocia. Sin
embargo, al no contar con la seguridad de que hubiese suficiente nieve en
noviembre en Escocia, finalmente trasladaron el rodaje a Islandia.16
Se filmó cerca de la cascada
helada de Gullfoss, cerca
de Reikiavik.
McCulloch comentó en 1993 sobre el proceso de rodaje y sus peligros: «Si nos
hubiésemos resbalado, no había nada a cientos de pies debajo nuestro».16 Griffin dijo en 2001: «[...] el sol casi no
apareció en todo el tiempo que estuvimos allí. Era un esfuerzo enorme para
andar, levantarnos o incluso pensar».16 A pesar del peligro, el rodaje obtuvo su
gratificación cuando la revista musical británica Q comentó en 2001 que «La portada de Porcupine personifica el arqueotipo de una banda
de rock heroica — hombres jóvenes en una
confusa pero gloriosa misión, eterna como las estrellas o el mar».17 El rodaje concluyó en diciembre de 1982 con
la banda tocando las canciones del disco en su local de ensayo en The Ministry.
Butt intercaló el ensayo con piezas del documental ruso de 1929 El hombre con la cámara y proyectó efectos de acuarela psicodélicos sobre los integrantes de la
banda.17 Castle
Hendring publicó
un vídeo VHS,
titulado Porcupine — An Atlas
Adventureen 1983, que incluye seis vídeos musicales: «In Bluer Skies», «The
Cutter», «My White Devil», «Porcupine», «Heads Will Roll» y The «Back of Love».
El periodista musical describió
la portada del disco en la publicación británica Smash Hits,
diciendo: «Islandia parece un lugar apropiado para esta banda. Aislado, frío,
inhóspito y encaja perfectamente con la imagen taciturna que se han impuesto».18
Música
Después de que la compañía
discográfica WEA rechazase la versión inicial del disco, Drummon contrató
nuevamente a Shankar, quien previamente tocó instrumentos de cuerda en «The
Back of Love»,9 para añadir cuerdas al resto del disco y
así intentar darle una producción más brillante y para construir sobre el éxito
de aquél sencillo.12 Cuando grabaron «The Cutter», Sergeant
pidió a Shankar que insinuase lamelodía del éxito de Cat
Stevens de 1967
«Matthew and Son».9
McCulloch dijo en 1984: «Creo
que Porcupine fue un típico álbum autobiográfico, la
cosa más honesta que jamás haya compuesto o cantado».19 Hablando sobre cómo le hacía sentir el
disco, dijo que «encontraba el material muy duro de interpretar, como muy
opresivo. Es la única razón por la que no me gustaba el álbum. Las canciones
eran geniales, pero no me hacían feliz».19 También dijo que «muchas de las canciones
son sobre aceptar los extremos dentro de mi».20
Recepción
Después de la publicación de Porcupine en 1983, el periodista de NME Barney Hoskyns escribió una reseña negativa del disco.
Hoskyns comento: «Porcupine es
un penoso evento de un grupo de rock excitante e importante atrapado en sus
puntos más fuertes, una fuerza dinámica esforzándose infructuosamente en
escapar del brillante camino que tiene detrás». Hoskyns comparó el sonido del
álbum con la banda «dependiendo de sus propios grandes éxitos y atacándolos».
También criticó las letras de McCulloch y el clima general del disco,
afirmando que «sólo en la canción "Porcupine" parece que se fusionen
las desesperadas tensiones», y desestimando toda la segunda parte del disco
diciendo que «horroriza más por su constante falta de inspiración, siendo que
cada tema se parece a las anteriores sin nada de energía ni inventiva».22
En la primera reseña de Allmusic,
describieron Porcupine como un «lanzamiento sólido»; una
«escucha notablemente mejor que el de su predecesor, Heaven Up Here» y que «bien
merece una escucha».1 Cuando hicieron la crítica de la versión remasterizada de 2003, añadieron que «la reedición es una
expansión muy bien hecha de un álbum ya de por sí bueno».25 Pitchfork
Media dijo
del álbum que era «la afirmación definitiva de la banda» y describió la canción
«The Back of Love» como
«el increíble momento de la carrera del grupo».23 El disco apareció en las listas de lo mejor
de 1983 elaboradas por la crítica de Melody
Maker, donde se posicionó en el noveno lugar,26 y en NME,
en el puesto número treinta y dos.27 El álbum también figuró en el libro de 2006 1001
Albums You Must Hear Before You Die.28
El disco alcanzó el puesto
número dos en las listas británicas,14 el 137 en el Billboard 200 estadounidense,2 el ochenta y cinco en la lista candiense,3 y el veinticuatro en la lista sueca.4 Echo & they Bunnymen recibieron un disco de oro entregado por la British Phonographic Industry,
gracias a las ventas superiores a 100 000 copias en el Reino Unido.5 De los sencillos extraídos de Porcupine, «The Back of Love»
alcanzó el puesto número diecinueve en la lista UK
Singles Chart, mientrsa que «The Cutter» alcanzó el puesto número ocho.14 Además, «The Back of Love» se convirtió en
el primer sencillo de la banda en entrar en lalista irlandesa de sencillos donde alcanzó el puesto número
veinticuatro,29 mientras que «The Cutter» llegó al número
diez. El sencillo «Never Stop (Discotheque)» alcanzó el puesto número quince en
la UK Singles Chart y el ocho en el Irish Singles Chart.14 29
Lanzamientos
Porcupine se publicó primeramente en formato LP a través de la discográfica Korova el 4 de febrero de 1983 en el Reino Unido,30 mientras que se lanzó el 23 de febrero del
mismo año en Estados Unidos, a través de Sire
Records. El disco original contiene cinco pistas en cada cara. Al
igual que los álbumes previos de Echo & the Bunnymen, Martyn Atkins diseñó
la portada y Brian Griffin se encargó de la
fotografía.15 Se lanzó en formato CD por primera vez el 7 de abril de 1988.
En 2003, Porcupine se remasterizó y reeditó en CD junto a los otros cuatro
primeros discos de la banda; estas reediciones se conocen como las ediciones 25
aniversario. Se añadieron siete pistas adicionales al disco:
«Fuel», que era la segunda cara B de la versión del sencillo doce
pulgadas «The Back of Love»;
versiones alternativas de «The
Cutter», «My White Devil», «Porcupine», «Ripeness» y «Gods Will Be
Gods» que son versiones primeras de las sesiones de grabación del disco; y «Never
Stop (Discotheque)», versión doce pulgadas del sencillo que no aparece en el disco
y se publicó después del lanzamiento dePorcupine.30 Las versiones alternativas de «My White
Devil», «Porcupine» y «Ripeness» eran inéditas hasta el momento. Andy Zax y Bill Inglot fueron los encargados de la
producción de la reedición de 2003.
Dos de las pistas del álbum Porcupine original se extrajeron como sencillos. El
primero fue «The Back of Love», publicado
el 21 de mayo de 1982, mientras que el segundo fue «The
Cutter», publicado el 14 de enero de 1983. «Never
Stop (Discotheque)», que en un principio fue un sencillo que no aparecía en
ninguno de sus discos, se lanzó el 8 de julio de 1983, y se incluyó en la
versión remasterizada de 2003 como pista adicional.
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