Coleccionando vinilos - 20 - GUY BEART - "La Verité" (1968)
Escuchar música en francés, no me digan porqué, pero me toca por dentro.
Me da paz, me pone melancólico y es que la sonoridad de esta lengua es preciosa.
Este es uno de los clásicos de la zona alta de la chanson francesa. No tiene la fama exterior que pudieran tener los clásicos Gainsbourg, Jacques Brel,....pero es uno de los grandes.
Es un disco que escucho muy a menudo, cuando no tengo nada en mente que ponerme, al ir a buscar algo aleatorio, mis dedos se paran muy a menudo en estas 10 canciones que te dejan espacio para pensar a la vez que disfrutas de sus melodías.
Ah, un dato rosa. Guy Beart es el padre de Emmanuelle Beart, la actriz.
Y ahora ya os dejo con los datos técnicos y el listado de canciones.
Pistas
Compañías, etc.
- Printed By – Imprimerie Glory-Carpel
- Distributed By – CBS
- Distributed By – Disques Temporel
Créditos
- Layout – Georges Lafaye, Pierre Faucheux
- Lyrics By, Music By – Guy Béart (tracks: A1 to A5, B2 to B5)
- Photography [Recto] – Meerson
Guy Béhart-Hasson, también conocido como Guy Béart (El Cairo, Egipto, 16 de julio de 1930 - Garches, Francia, 16 de septiembre 2015),1 fue un cantautor francés, y padre de la actriz Emmanuelle
Béart.
Su padre trabajaba de experto en
contabilidad, siendo necesarios desplazamientos frecuentes. Así que Guy Béart
creció en diferentes ciudades de Europa y deMéxico. Hizo la mayor parte de sus estudios en el Líbano, entre los 10 y los 17 años, edad a la que marchó
a París. Inscrito en la Escuela Nacional de Música, ingresa
en la École nationale des ponts et
chaussées, donde alcanza el grado de diplomado en ingeniería. Dirigió la construcción de un
puente en Maxéville cerca deNancy.
Guy Béart debuta durante los años 1950 en los cabarés parisinos de la Rive gauche,
especialmente La
Colombe de Michel
Valette. Allí canta el Bal chez Temporel,de un texto escrito por André
Hardellet: fue uno de sus primeros grandes éxitos. Guy Béart graba en 1966 un álbum
de canciones francesas tradicionales, que se titula Vive la rose.
Un cáncer le apartó de los escenarios
durante varios años, pero regresa, en 1985, con un título pleno
de esperanza, Demain je recommence. En 1994, Guy Béart es
distinguido por la Academia francesa que le concede la grande médaille de la chanson française (medalla en
rojo) por su obra en general.
Él continuó actuando en diversos lugares
de todo el país y en 1999 hizo un contrato de cinco semanas en Bobino en
Montparnasse que permitió una exitosa re-lanzamiento de su álbum doble en vivo
grabado en el Olympia de París. Desde la década de
2000, él solo hizo escasas apariciones en el escenario, pero muchas de sus
canciones, de las cuales Béart escribió más de 300 él mismo, se siguen
comprando. Béart falleció de un ataque al corazón a la edad de 85 años en
Garches, el 16 de septiembre de 2015.
UN PEQUEÑO HOMENAJE EN FORMA DE TEXTO AL CONOCERSE SU FALLECIMIENTO EN SEPTIEMBRE DE 2015.
“Todo está dicho, pero como nadie escucha, hay que
volver a repetirlo”, contestaba con humor Guy Béart cuando se le preguntaba si
después de haber escrito más de 300 canciones le quedaba algo por decir. Con su
desaparición la canción francesa pierde a uno de sus últimos grandes
representantes, protagonista de esa edad de oro forjada por los nombres de
Brassens, Brel, Aznavour, Ferré, Gréco, Moustaki, Barbara... que a partir de
los años cuarenta proyectaría la canción francesa a todo el mundo en esa convergencia
insuperable de canción, lirismo, melodía y expresión.
Nacido en 1930 en El Cairo —su verdadero nombre es Guy
Béhar—, realiza una primera carrera profesional como ingeniero civil, que
acabará abandonando por la canción. Como otros intérpretes de lachanson,
Béart hace sus primeras armas en los años cincuenta en los cabarets de la
llamada Rive Gauche, debutando en la Colombe, donde llama la atención del
promotor Jacques Canetti, hermano del futuro Nobel de Literatura Elias Canetti,
que guía sus primeros pasos profesionales y discográficos. En 1957, en una
Francia que vive los desgarros de la guerra de Argelia, Béart consigue su
primer gran reconocimiento popular con L’Eau vive de la
película del mismo título y para la que escribe la banda sonora. El tema de
aire infantil y al mismo tiempo sutil y sensual seduce a la Francia gaullista
pasando al cancionero popular.
A finales de los años cincuenta Béart es un autor
reconocido, sus canciones triunfan en las voces de artistas como Patachou (Le
bal temporel), Zizzi Jeanmaire (Il y a plus d’un an) o Juliette
Gréco, que interpreta con éxito Il n’y a plus d’après, una canción
que anuncia el fin de una época, el París existencialista de la posguerra del
cual forma parte. Si el amor y la melancolía cruzan sus canciones, Béart no
rehúye los temas de actualidad como cronista de su tiempo, la descolonización (Chandernagor),
la crisis de Suez (Suez), la muerte de las ideologías (Qui suis-je)
o la apocalipsis nuclear (Les temps étrangeres). En España, una de sus
canciones, Les souliers, conoce una excelente adaptación al catalán
a cargo del letrista Delfí Abella siendo popularizada por Joan Manuel Serrat.
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Con la irrupción de la nueva ola ye-yé, Béart
vive un cierto eclipse, como otros cantautores. Como respuesta a una generación
que baila el twist, reivindica la pasión del tango como baile de seducción.
Mientras pasa la revolución juvenil, Béart sabe aprovecharse de un
medio como la televisión, donde crea y presenta Bienvenue, un
programa donde se mezclan los géneros musicales y el talk-show, con
la única prohibición de cantar en playback. Precisamente será
frente a las cámaras donde protagoniza uno de sus momentos más controvertidos.
En el programa cultural Apostrophes que dirige Bernard Pivot
Béart sostiene una agria polémica con Serge Gainsbourg a propósito de la
canción como arte musical. El balance final del match televisivo
será a favor de Gainsbourg.
A pesar de los periodos de crisis, Béart continuará
contando con el apoyo del público que llena las salas cada vez que reaparece
con motivo de la presentación de un nuevo disco. A principios del 2015
realizaba su despedida de los escenarios en la sala Olympia, la misma sala
donde había debutado en 1958 haciendo de telonero de la vedette y estrella
musical Caterina Valente. Para su despedida, Béart se rodea de amigos y
cantantes como Hervé Vilard y Julien Clerc y de su hija, la actriz Emmanuelle
Béart, interpretando juntos su canto elegiaco, Il n’y a plus d’après.
Retirado en su casa de Garches, el cantante que había
sobrevivido al cáncer, “conozco la muerte, me he cruzado varias veces con
ella”, ha muerto este miércoles 16 de septiembre de 2015. Tenía 85 años. Béart había
comentado su deseo de convertirse en un “anónimo” del siglo XX. “He dado todo
lo que he podido, y ahora mi papel es transformarme en anónimo, me gusta más la
gente de las que se recuerda su obra que de la que se recuerda su cara y sus
anécdotas”. Sus deseos en parte se ha cumplido, sus canciones seguirán viviendo
en el corazón de varias generaciones de franceses.
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