EL RUIDO ETERNO (Alex Ross) Parte 8
Benjamin Britten |
Y llegamos casi al final.
Tras 9 domingos he estado resaltando algunas obras de música clásica recomendadas por Alex Ross y encuadradas dentro del S.XX.
"El ruido eterno" es de obligada lectura para todos los que amamos la música sea del estilo que sea.
El domingo que viene última entrega.
12. ¡Grimes!
¡Grimes! La Pasión de Benjamin Britten
Benjamin
Britten, al igual que Sibelius en décadas anteriores, fue un aparente
conservador que extrajo música residual y potencia psicológica a partir de
formas aparentemente ya gastadas.
El
psicodrama de Suffolk “Peter Grimes” se sitúa en el centro de la producción de
Britten.
Pero la
versión de “Grimes” que el tenor Jon Vickers grabó en 1978 con dirección de
Colin Davis, se situó cerca de eclipsar a la original “Grimes”.
Donde si que
no conoce rival es en la obra Shakespeareana de Britten “Sueño de una noche de
verano”.
“Benjamin
Britten” de Humphrey Carpenter, es la más exhaustiva de las biografías que se
han realizado sobre este artista.
13. Zion
Park: Messiaen, Ligeti y la vanguardia de los años sesenta
Si el “Cuarteto
para el fin del tiempo” le ha despertado el apetito, no dude en hacerse con los
6 discos a precio económico del sello Naïve de la obra “De los cañones a las
estrellas” en versión de Reinbert de Leeuw. Se trata del homenaje de Messiaen a
los cañones y pájaros de Utah. Una grabación sensualmente irresistible.
El messiaenista
avanzado debería hacerse con “San Francisco de Asis”, destacando la grabación
que Kent Nagano grabó para DG.
De las obras
maestras vanguardistas de Ligeti “Atmosphès” y “Lontano” son recomendables las
grabaciones de la Filarmónica de Berlín bajo la dirección de Jonathan Nott.
“The life of Messiaen” de
Christopher Dingle, constituye el mejor tratamiento breve del
compositor.
14.
Beethoven se equivocaba: Bop, rock y los minimalistas
El penúltimo
capítulo de El Ruido Eterno vuelve al inicio y examina el siglo XX desde la
perspectiva de los compositores que viven en la Costa Oeste de Estados Unidos.
Destaca el
maestro californiano Lou Harrison (“Chamber and Gamelan Works” por ejemplo).
El
neoyorquino Morton Feldman produjo algunos de los sonidos más crípticos y hermosos
de la Costa Oeste, como se puede escuchar en “Rothko Chapel”
“In C.” de
Terry Riley, inauguró el minimalismo en
1964.
Steve Reich
es otro de los grandes de la época, destacando su obra de 1978 “Music for 18
musicians”.
De Philip
Glass sus admiradores recomendarán “Music in Twelve Parts” y “Einstein on the
Beach”, aunque para Alex Ross, su preferida es la película “koyaanisqatsi”.
“Four
musical Minimalists” de Keith Potter, es el tratamiento académico de
referencia. Interesante también es “Writings no Music” donde Reich habla sobre
su propia obra.
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