10 debuts que hicieron historia (por cuchara sónica)

Como continuación de la entrada anterior, adjuntamos aqui otro gran reportaje de la web cuchara sonica.

En esta ocasión 10 debuts que hicieron historia.


En el top 10 de esta semana nos vamos a meter con un tópico muy particular. Y decimos que es muy particular porque es bastante complicado juzgar cuál es el mejor debut musical de todos los tiempos. De hecho, ampliar la lista a 10 primeros discos de bandas que hicieron mella en la historia de la música es bastante acotado. Pero no podemos hacer un top 100, porque ni nosotros llegamos a escribirlo, ni ustedes a leerlo. Por eso, nos quedaremos en este decálogo con los mejores debuts de la historia, donde tratamos de ser lo más inclusivos posibles.

¿Cuáles fueron nuestros criterios de selección? Primero y principal, un debut que realmente marque la historia tiene que ofrecer algo nuevo. Por otro lado, la banda tiene que haber sido relevante por sí misma, y no la demostración sonora de un movimiento. Y finalmente, nos tiene que gustar. Así que aquí está nuestra selección con los mejores 10 debuts de la historia, y esperamos que les guste.


Joy Division – Unknown Pleasures (1979)

Corría el año 1979, e Inglaterra continuaba invadida por las melodías punk, donde el asco a la estructura tradicional de la burguesía y de los arreglos musicales se traducía en la simplicidad de canciones directas y violentas de apenas algunos acordes, que reflejaban el descontento de una sociedad a la cual le habían hecho demasiadas promesas no cumplidas. Aún antes de que Bernard Sumner y Peter Hook se pelearan por los derechos de tocar las canciones de New Order, o siquiera que “Bizarre Love Triangle” llegara a los charts, un joven llamado Ian Curtis lidiaba con su epilepsia y depresión a través de la música.

Tony Wilson (conocido por 24 Hour Party People) dedicó los ahorros de toda su vida para que una banda desconocida por todos grabara su debut. Se trataba de Unknown Pleasures, y era algo nuevo. Ciertamente nuevo. Mientras que la simplicidad o el pop permanecían en las listas de grandes éxitos, la apuesta de Joy Division era diferente, y terminaría dando a luz ese género que tantas ¿alegrías? nos ha dado, el post punk. La complicación de los arreglos de la banda era diferente, y suficiente para apostar todos nuestros ahorros, ¿no?

Las ventas afirman lo contrario. Unknown Pleasures vendió mal, casi lleva a Wilson a la bancarrota, y después de una vida de batallar contra su depresión, el líder de la banda se suicidó el 18 de mayo de 1980. Las canciones que fueron grabadas antes de su muerte formaron parte de Closer, el segundo y último disco de Joy Division, que gracias a “Love Will Tear Us Apart” se convirtió en un éxito instantáneo. Gracias a este éxito, los fans pudieron descubrir el primer disco, que es ciertamente uno de los mejores de los últimos 50 años. Y uno de los mejores debuts de la historia.


The Clash – The Clash (1977)

Seguimos en Inglaterra, pero nos atrasamos dos años hasta 1977, un año legendario para el punk. Y cuando hablamos de punk tenemos que mencionar una banda que, junto con otras contrapartes británicas, cambiaron el rumbo de la música de ese momento, y terminaron haciendo mella en la historia musical. The Clash debutó ese año con un disco de catorce canciones donde se incluyen algunos clásicos como “White Riot”, “Remote Control”, y “London’s Burning”. Fue un disco que costó 4.000 libras producir, y que fue, dentro del movimiento punk, algo estrafalario.

¿Por qué? Porque agregaban algo de variedad musical a la receta, sumando influencias de géneros variados como el rock and roll más tradicional –de ahí, la complicación un poco más avanzada de sus canciones- y hasta el reggeae. De hecho, Bob Marley fue uno de los primeros en escuchar The Clash. Al contrario de Joy Division, The Clash fue un éxito de ventas, llegando al puesto número 12, y recibiendo elogios de varias publicaciones musicales. La banda logró darle una profundidad inusitada al punk, aún antes de producir el hit que todos conocemos, “Should I Stay or Should I Go”.

The Clash es considerado uno de los mejores discos punk de todos los tiempos, y no podía faltar en una lista con los mejores debuts de la historia. Producto de las grandes mentes musicales de Joe Strummer y Mick Jones, todas las canciones reflejan el punto de vista de la vida de la juventud en la Inglaterra de fines de los ’70, con “I’m So Bored with The USA”, donde Mick Jones se queja de la americanización de la cultura inglesa, y “Protex Blue”, sobre una marca de condones. Con temáticas variadas, lograron posicionarse como una de las bandas punk a escuchar.



Guns N’ Roses – Appetite for Destruction (1987)

Después del punk y de una década donde la electrónica y la música donde las máquinas eran protagonistas, hacía falta unos buenos muchachos pelilargos esgrimiendo seis cuerdas. Para llenar ese vacío, llegaron los Guns N’ Roses, con Axl Rose llevándose los suspiros de todas las muchachas y Slash creando los puntos más recordados de la historia del rock. En 1987, la banda estaba lista para dar a luz su primer trabajo discográfico, que nos demostraría que realmente tenían un apetito para la destrucción.

En la actualidad, Appetite for Destruction ha llegado 18 veces a disco de platino, y vendido más de 35 millones de copias en todo el mundo. Y si aún no saben de qué disco estamos hablando, piensen un poco en canciones como “Welcome to the Jungle”, “Paradise City” y “Sweet Child O’Mine”, que se convirtieron en éxitos instantáneos. Tememos caer en el cliché, pero verdaderamente, los Guns N’ Roses se convirtieron rápidamente en heraldos de una generación, e íconos de la rebeldía y el rock.

Con un costo de 370.000 dólares, la banda luchó mucho por realizarlo. Después de pasear por varios candidatos a productor (como Paul Stanley de Kiss y Robert “Mutt” Lange) finalmente se decidieron por Mike Clink, quien ya había trabajado con bandas como Triumph, y que más tarde trabajaría con Metallica. Por varias semanas, los Guns se metieron en el estudio y Slash consiguió una Les Paul que encontró necesaria para poder llevar a cabo esos solos alucinantes que encontramos en Appetite for Destruction.


The Jimi Hendrix Experience – Are You Experienced? (1967)

Si le preguntamos a cualquiera que encontramos por la calle: ¿quién fue el mejor guitarrista del mundo?, seguramente responderán Jimi Hendrix. Y si bien lamentamos la ausencia de Django Reinhardt en esta lista, no vamos a negar que Jimi Hendrix fue un ícono para el instrumento de las seis cuerdas así como también para el rock psicodélico. La maestría musical se puede escuchar en canciones como “Fire” y “Bold as Love”, entre otras.
Hendrix trabajó junto a Chas Chandler en la producción de un disco que le tomó alrededor de cinco meses terminar, mientras buscaba a los mejores músicos del mundo para colaborar con él. Con Mitch Mitchell en batería y Noel Redding en Bajo, formó The Jimi Hendrix Experience, cuyo demoledor primer disco, Are You Experienced, tiene que estar sí o sí incluido en una lista con los mejores debuts de la historia.

A la infame edad de 27 años, Jimi Hendrix falleció debido a una asfixia ocasionada por las drogas que consumía habitualmente. Pero nos quedó su legado, el de uno de los más grandes e influenciales guitarristas de rock del siglo pasado, y discos tan magníficos como Electric Ladyland y Axis: Bold as Love. Pero, por supuesto, el puntapié inicial de todo fue Are You Experienced.

Black Sabbath – Black Sabbath (1970)

El debut homónimo de Black Sabbath marcó todo un hito en la historia del heavy metal. Pero retrocedamos un poco más en el tiempo. Conocidos de bandas anteriores, Tony Iommi, Bill Ward, Geezer Butler, y Ozzy Osbourne, decidieron formar una banda llamada Earth. Poco tiempo después, notaron que sus letras evolucionaban hacia lugares mucho más sombríos y decidieron cambiar su nombre a Black Sabbath. Una historia que seguramente los fans conocen.

Sin haber cumplido un año de formación, Black Sabbath debutó con un disco impresionante. Solamente tuvieron un día para grabarlo, por lo que muchas de las canciones que podemos escuchar son la primera toma, sin segundos intentos. El disco fue producido por Rodger Bain, quien luego produciría los dos discos siguientes del grupo. Después de conocer el éxito y marcar el rumbo del metal, Sabbath sufrió innumerables cambios de line-up, con diferentes cantantes y músicos, hasta el regreso de Osbourne.

Pero volviendo a la historia. El debut de Sabbath fue considerado oscuro, y si creemos que es oscuro por nuestros estándares, habrá que imaginar cómo se recibió en 1970. Figuras de negro, canciones escritas desde el punto de vista de Lucifer, y mitologías oscuras son algunas de las temáticas que aparecen en Black Sabbath, y que ayudaron a acuñar un nombre para el grupo. llegó al número ocho en las listas británicas, pero no recibió buenos laureles por parte de los críticos. El combustivo Lester Bangs afirmó que sonaban como Cream, pero peor. De hecho, tomaría mucho tiempo para que la crítica musical aceptase al metal, y a Black Sabbath, con el crédito merecido.
The Sex Pistols – Never Mind The Bollocks

Si mencionamos a The Clash, no podemos dejar de nombrar a Sex Pistols. Mientras que sus colegas trataban de darle un poco más de profundidad al punk, estos muchachos pueden ser considerados los fundadores de un estilo simplista y revoltoso que no vislumbra cuáles son las posibilidades del virtuosismo artístico y musical. Los Sex Pistols, liderados por el efervescente y carismático Johnny Rotten y el controversial Sid Vicious, dieron comienzo al punk con su disco de 1977, Never Mind The Bollocks, Here’s Sex Pistols.

Con once canciones y una duración que apenas supera la media hora, el disco se grabó de forma escandalosa, como no podía ser de otra manera. Chris Thomas, el productor, y Bill Price, el ingeniero, consideraron que el talento de Vicious en el bajo era poco como para aparecer en la grabación. Después de pedirle a Glen Matlock, el antiguo bajista, que se encargue de hacerlo, tuvieron que recurrir a Steve Jones. Después de ser despedidos por su sello, y guiados por otra pieza fundamental de la Inglaterra de los ’70, Malcolm McLaren, firmaron con Virgin.

Finalmente, el disco llegó a la calle, con canciones como “God Save The Queen” (el primer sencillo), “Anarchy in the UK”, “Bodies”, “Pretty Vacant”, y otros clásicos. Jugando siempre con la provocación, las temáticas del disco ahondaban en la anarquía, claramente, burlándose de la autoridad y de las instituciones, como bien indica el movimiento punk. Marcaron una época, y a pesar de seguir trabajando, y después de la muerte de Vicious, nunca lograron otro hito generacional como Never Mind the Bollocks.


The Velvet Underground – The Velvet Underground & Nico (1967)

Para dar inicio al art rock de los ’60, una de las bandas más influenciales de la década, y por siempre conocida como “la del disco de la banana de Warhol”, es The Velvet Underground. Con artistas de la talla de Lou Reed y John Cale capitaneando el proyecto, su primer disco, una colaboración con la cantante alemana Nico, no fue un éxito de ventas –la banda nunca tuvo tanto éxito comercial- pero terminó inspirando muchas de las bandas que se formaron en años posteriores.

De hecho, Brian Eno en su momento que, si bien sólo lograron vender 30.000 copias del disco, esas 30.000 personas se sintieron inspiradas para formar su propia banda. El mentor del grupo era el famoso artista pop Andy Warhol, quien insistió que la alemana Nico debía ser la cantante de algunas de las canciones de la banda. Muchas de las canciones se grabaron en los estudios Scepter en Nueva York, durante un período de ocho días, pero no lograron interesar a nadie. Finalmente, Verve Records, una compañía subsidiaria de MGM Records. Finalmente, se editó el disco, que contó con la producción de Warhol –en la realidad, prácticamente no hizo nada-. De acuerdo con uno de los productores presentes en las sesiones, la producción creativa de The Velvet Underground & Nico puede ser atribuida a Cale.

Una de las inspiraciones más grandes del disco fue el uso y abuso de drogas, con “Heroin”, una de las más reconocidas, un tratado sobre el uso de la heroína, y “I’m Waiting for the Man”, el relato de un hombre que espera a quien le vende la droga. Por otro lado, la sexualidad, el sadomasoquismo y la prostitución también fueron temáticas exploradas en el disco. La oscuridad de las temáticas seleccionadas por The Velvet Underground hicieron del disco algo revolucionario para la época, que combinaba las cualidades líricas de Reed con el gusto por la experimentación sonora de Cale, un genio entre genios, con afinaciones alternativas, instrumentos extravagantes para un disco de rock, y sonidos exuberantes y voluminosos.


The Beatles – Please Please Me (1963)

La salida de Please Please Me, el disco debut de los Beatles, puso el mundo patas para arriba. Mientras que el mundo hispano lo conoció con nombres extravagantes producto de traducciones fallidas (la mejor es “por favor, por favor, yo”), el primer esfuerzo discográfico del cuarteto de Liverpool salió después del éxito de otros sencillos que se posicionaron fuertemente en las listas de ventas de Gran Bretaña. La propuesta de The Beatles fue revolucionaria en el sentido de que fue concebida de cabo a rabo como una banda de rock, con Lennon y McCartney tomando la posta de la creación de las canciones y la instrumentación, y un productor poderoso como George Martin detrás de la consola.

El disco fue grabado en seis horas, solamente porque para sacar un larga duración, Parlophone necesitaba catorce canciones. Así, a los cuatro temas que se encontraban en los sencillos previamente lanzados, se sumaron otras canciones que la banda ya interpretaba en vivo. Así, Please Please Me es una especie de homenaje de estudio de los recitales que el grupo habitualmente daba en el Cavern Club de su ciudad, con poco trabajo de edición. Contiene clásicos como la gigantesca “I Saw Her Standing There”, “Love Me Do”, y la bastardeada “Twist and Shout”.

Una vez lanzado, Please Please Me fue un éxito de ventas. Este disco estuvo en el número uno de ventas en las listas británicas durante 30 semanas, y fue reemplazado solametne cuando la banda sacó un nuevo álbum llamado With The Beatles. Que un grupo de rock dominara las listas de ventas era raro para la época en Inglaterra, y era señal de que los tiempos estaban cambiando. La Beatlemanía comenzaba. Si bien The Beatles mejoraría su sonido y sus grabaciones en discos posteriores, Please Please Me queda en el recuerdo como uno de los discos que le mostró al mundo quiénes eran estos cuatro chicos de Liverpool.

The Who – My Generation (1965)

The Who no es solamente “My Generation”, la canción que los inmortalizaría. No es solamente la voz de Roger Daltrey, no son sus discos conceptuales, ni Pete Townshend rompiendo guitarras en el escenario. Es mucho más que eso. Después de la muerte de Keith Moon, el baterista original, la banda sacó dos nuevos discos de estudio antes de separarse en 1983. Son una de las bandas más importantes de la historia del rock, influenciando a artistas como Led Zeppelin y The Clash. Antes de la maestría de discos como Tommy y Quadrophenia, la banda grabó y lanzó apresuradamente My Generation, aprovechando el éxito del primer single que lograron meter en los charts.

En el disco, incluyeron varias canciones de R&B tradicionales realizadas en el estilo poderoso y destructivamente potente del grupo. Aunque suene a cliché, My Generation suplió las necesidades de una generación que estaba pidiendo rock del bueno, donde las guitarras creasen atmósferas que nos transportan a otro lugar. Con Townshend detrás de las seis cuerdas, y demostrando ser uno de los mejores compositores de este planeta, juventud o no, My Generation sirvió como puntapié inicial para una carrera legendaria.

En My Generation, además, podemos notar el comienzo de un tono sofisticado que la banda comenzaría a adoptar poco después. En canciones como “The Kids Are Alright”, el tercer sencillo del disco, y “Circles”, el grupo adquiere vetas más sofisticadas que van más allá de la ira que podemos escuchar en “My Generation”. Si bien muchas de las canciones que forman parte de este disco no tuvieron tanto éxito comercial como la que le dio nombre al LP, My Generation terminaría cambiando el ritmo de la música.


Massive Attack – Blue Lines (1991)

Aunque los ’90 no demostraron ser demasiado ricos en lo que respecta a lanzamientos musicales, uno de los más importantes fue Blue Lines de Massive Attack. Seguramente muchos de los que escucharon el disco en su momento quedaron desconcertados. ¿Qué es esto? ¿Qué género hacen estos muchachos? No es hip hop, pero tampoco es electrónica, y ciertamente no es rock. Así es como el trip hop llegaba a los charts de Gran Bretaña. Con bases de samples, rap y breakbeats, incorporando un hip hop reversionado de acuerdo con dos músicos británicos.

Pero no se trataba simplemente de un disco de hip hop. De hecho, contaban con una especie de cualidad sinfónica, muchas veces obviando la estructura tradicional de las canciones de verso, puente y estribillo, y sumando arreglos orquestales con gente rapeando encima. Con canciones que no podían encasillarse en ninguna parte, Massive Attack llegaba a la escena musical con Blue Lines, para no irse jamás. Seguirían discos increíbles como el punto alto, Mezzanine, y 100th Window, que explorarían esta especie de psicodélica sinfónica electrónica.

Volviendo a Blue Lines. Nadie sabía qué diantres hacer con este disco, excepto escucharlo. Era un hip hop profesionalizado, pero también un clásico material, que nos invadía por todos los sentidos y proveía una experiencia diferente en las pistas de baile. Todas las publicaciones de la época consideraron al disco como excelente, con justos motivos. Demostraba que la música dance no era simplemente para bailar y perder la cabeza, sino que posibilitaba tener una experiencia más espiritual e intelectual.

Comentarios

  1. Ostias estos casi todos son palabras mayores, habrá algunos que me puedan gustar más menos pero ufff que grandes casi todos!!

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